Se confirma que el incidente que sacudió este jueves la ciudad belga de Amberes fue un intento frustrado de atentado terrorista. El conductor del coche que se lanzó contra los peatones en la principal arteria comercial de la ciudad y que después fue detenido, un tunecino residente en Francia, ha sido acusado formalmente de intento de asesinato con carácter terrorista, según ha informado la fiscalía belga. Su actuación no provocó ningún herido.
A última hora del jueves, los investigadores tenían dudas sobre si se trataba de un ataque terrorista directamente inspirado por lo sucedido en Londres el día anterior, o bien era un accidente. El conductor estaba tan bebido que durante la mayor parte del día ni se tenía en pie para un interrogatorio. Por eso, los servicios de inteligencia franceses manejaban la hipótesis de que se hubiera metido por error en la calle peatonal y hubiera perdido después el control del vehículo.
Pero la fiscalía belga ha confirmado este viernes que al sospechoso, identificado como Mohamed R. y de 39 años de edad, se le han imputado los delitos de "intento de asesinato de carácter terrorista, tentativa de golpes y heridas de carácter terrorista y vulneración de la legislación sobre armas". La fiscalía había dicho en un primer momento que se trataba de un francés, pero ahora aclara que su nacionalidad es tunecina.
El atentado frustrado se produjo sobre las 10:45 horas del jueves, cuando un Citroen rojo entró a gran velocidad en la principal calle peatonal del centro de Amberes. La gente tuvo que saltar hacia los lados para evitar ser atropellada y corrió peligro físico, según ha dicho la fiscalía. Cuando los militares intentaron interceptar el vehículo, el conductor se dio a la fuga hacia la zona del puerto, pero allí fue finalmente detenido.
En alerta
En el maletero del coche había armas blancas, un fusil antidisturbios y un bidón. Según la prensa belga, el detenido tenía antecedentes por posesión ilegal de armas pero no vínculos conocidos con el terrorismo. La fiscalía no ha querido dar más detalles del caso.
Bélgica, que acaba de conmemorar el primer aniversario de los atentados contra el aeropuerto y el metro de Bruselas, sigue en estado de alerta frente al terrorismo. Alrededor de 1.100 militares continúan desplegados por las calles de las principales ciudades, entre ellas Amberes.