El principal partido de la oposición turca, el socialdemócrata CHP, ha pedido este martes formalmente la anulación y repetición del referéndum por el que el domingo se otorgó al presidente del país todo el poder ejecutivo, al considerar que hubo irregularidades en el recuento de los votos.
"Esta elección no es válida, no es legítima. Para acabar con esta ilegalidad solicitamos a la Junta Suprema Electoral (YSK) que anule el referéndum", declaró el vicepresidente del CHP, Bülent Tezcan, tras formalizar la petición de impugnación.
El dirigente socialdemócrata insistió en que la solicitud de impugnación se argumenta en que se escrutaron como válidos cientos de miles de votos que no contaban con el obligatorio sello de las respectivas mesas electorales.
"La YSK no accedió a eliminar las papeletas no selladas. No fueron separadas y todos los sobres, los sellados y los no sellados, fueron metidos en bolsas y contados", explicó Tezcan, al tiempo que añadió que ahora es imposible separar unos de otros.
Por ello, exigió que se repita la consulta del domingo, en la que el 'sí' a la reforma constitucional para implantar un sistema presidencialista en Turquía ganó con un apretado margen del 51,4% de los votos.
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A la espera de que se hagan públicos los resultados definitivos, se estima que las papeletas del 'sí' superaron en apenas 1,25 millones a las del 'no' a la reforma. El CHP considera que al menos 2,5 millones de papeletas no selladas fueron consideradas válidas e incluidas en el recuento total.
También la misión de observadores electorales de la Organización para la Cooperación y Seguridad en Europa (OSCE) opinó el lunes que la decisión del YSK de dar validez a estos votos, emitida tras iniciarse el recuento, "socavaba una importante medida de seguridad" y era "contraria a la ley".
La YSK, por su parte, ha descartado la posibilidad de que esos votos no sellados sean falsos.
El presidente de la Junta Suprema Electoral, Sadi Güven, atribuyó el lunes al "desconocimiento o negligencia" de los componentes de la mesa el que faltase el sello, por lo que se reafirmó en la decisión de admitirlos como válidos, pese a que la ley electoral lo prohíbe expresamente, y aseguró que "no es la primera vez que se hace".