La escalada de tensión entre Bruselas y Londres no para de aumentar. Tras el cruce de acusaciones por la supuesta interferencia de la UE en las elecciones británicas, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha vuelto a enfurecer este viernes a la clase política y periodística de Reino Unido al decir de forma irónica que el inglés se ha convertido en una lengua decadente en la UE debido al brexit.
En un discurso pronunciado en Florencia que ha comenzado precisamente en inglés, Juncker ha explicado que a la hora de hablar en público siempre dudaba entre la lengua de Shakespeare y el francés. "Pero ahora he elegido: me expresaré en francés porque de forma lenta pero segura el inglés está perdiendo importancia en Europa", ha resaltado. Sus palabras han sido acogidas con risas y aplausos del público.
La prensa anglosajona se ha hecho rápidamente eco de estas declaraciones y las ha interpretado como un nuevo ataque de Bruselas al Gobierno británico de Theresa May, sin tener en cuenta su tono jocoso. Juncker habla de forma fluida francés, inglés y alemán (además de luxemburgués).
En realidad, no es cierto que el inglés haya perdido peso en la UE. Al contrario, se ha convertido en la lengua de trabajo dominante en todas las instituciones comunitarias desde la adhesión de los países del este en 2004, mientras que el francés ha quedado relegado a una posición marginal. El inglés es también la lengua más popular en la enseñanza secundaria en toda Europa. La estudian el 97,3% de los alumnos, muy por delante del francés (33,8%), según los últimos datos de Eurostat.
Una tragedia
Juncker ha lamentado que los británicos hayan decidido marcharse justo en el momento en el que la recuperación económica se consolida y el crecimiento de la UE es "el doble" que el de Estados Unidos. "Es una tragedia", ha resaltado. Pero también ha admitido que las "debilidades" y "policrisis" de la Unión "explican en parte los resultados del referéndum británico".
"No quiero que se subestime la auténtica importancia y dimensión de esta decisión soberana del pueblo británico. No es algo menor. Pero vamos a negociar de forma justa con nuestros amigos británicos", asegura el presidente de la Comisión.
No obstante, también ha querido dejar claro que "no es la Unión Europea la que abandona al Reino Unido sino el Reino Unido el que abandona a la Unión Europea, y esta diferencia de estatus debe hacerse sentir y se hará sentir en los próximos años".
Las declaraciones de Juncker enrarecen todavía más el ambiente entre Bruselas y Londres a pocas semanas de las elecciones del 8 de junio y del inicio de las negociaciones del brexit. La primera ministra británica, Theresa May, ha acusado a la UE de interferir en la campaña para tratar de sabotear su victoria.
La salida de tono de May ha obligado a intervenir al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que ha pedido al Gobierno británico "moderación" y "respeto". "Estas negociaciones ya son suficientemente difíciles por sí mismas. Si empezamos a pelearnos incluso antes de que empiecen, se convertirán en imposibles. Está en juego demasiado como para dejar que nuestras emociones se descontrolen", dijo Tusk este jueves.
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