Jeremy Corbyn tiene un mes para dar la vuelta a todos los pronósticos y ganar las elecciones anticipadas en el Reino Unido el 8 de junio. El líder de los laboristas británicos se ha puesto este martes a la tarea marcando una estrategia clara: evitar que el brexit se convierta en el principal tema de conversación de la campaña.
"Estas elecciones no versan sobre el 'brexit' en sí mismo. Ese asunto ha quedado aclarado. La pregunta ahora es qué tipo de 'brexit' queremos y qué tipo de país queremos que sea el Reino Unido después del 'brexit". De esta forma, el líder de la oposición quiere evitar que las generales se conviertan en un 'segundo referéndum' sobre la salida del Reino Unido de la UE.
Frente a un autobús rojo con el lema "para la mayoría, no para unos pocos", Corbyn ha presentado su campaña para asaltar Downing Street en Manchester, ciudad industrial y protagonista de uno de las pocas alegrías para los laboristas en los últimas elecciones locales en el país.
Acompañado por el nuevo alcalde de esa ciudad, Andy Burnham, Corbyn, instó a los congregados a acudir a las urnas para "transformar el Reino Unido". "Cuando el Laborismo gane, los británicos ganarán. La enfermera, el profesor, el pequeño comerciante, el cuidador, el obrero, el administrativo"
A pesar de que las últimas encuestas anuncian un abismo entre la intención de voto de los conservadores de May y los laboristas, Corbyn no tiene ninguna intención de abandonar el liderazgo del partido si pierde el 8 de junio. "Fui elegido para liderar este partido y seguiré en ese cargo", ha asegurado a BuzzFeed sobre una posible dimisión si los resultados no acompañan.