Theresa May quería que estas elecciones ratificasen su brexit duro. Contaba con una posición privilegiada en las encuestas de opinión el día en el que, a la vuelta de vacaciones de Semana Santa y para sorpresa de todos, anunció la cita electoral. May esperaba un camino de rosas pero las últimas semanas han dado para todo. Tanto, que ahora se vislumbra incluso la posibilidad de un Parlamento sin mayoría.
Los comicios que debían ser "los del brexit" han sido de todo menos del brexit. O casi. May quería centrar el debate en la salida de Reino Unido de la Unión Europea. La estrategia le valía para, por un lado, robarle los votos al UKIP y por otro para presentarse como una líder fuerte vilipendiando a Jeremy Corbyn, el líder laborista que se hundía no sólo en los sondeos de opinión sino en su propio partido.
GIRO DE LA CAMPAÑA ELECTORAL
Todo cambió en las últimas seis semanas. La campaña empezó centrada en el brexit pero pronto la agenda cambió a un aspecto más social. El programa del equipo de May no convenció ni siquiera a los suyos con medidas polémicas que afectarían a los más mayores. El de Corbyn, por el contrario, fascinó por la popularidad de su medidas y por presentar las cuentas con la que piensa financiarlas. Fue entonces cuando el laborista comenzó a resurgir de entre las cenizas.
Después llegaron los ataques. Dos durante la carrera electoral: el del Manchester Arena y el de London Bridge. Fuera queda el de Westminster del pasado mes de marzo. Para quien fue la ministra de Interior durante seis años éste ha sido un duro golpe difícil de digerir. Los servicios de inteligencia británicos han demostrado ser incapaces de prevenir los ataques de terroristas que ya habían pasado por su base de datos.
Últimas encuestas
El desplome de los conservadores en las encuestas de intención de voto ha sido notable. Si el pasado mes de mayo contaban con una diferencia de hasta 24 puntos con respecto a los laboristas, hoy en día hay sondeos que estrechan esa diferencia a tan sólo un punto. Pero aunque una victoria de Corbyn se antoja muy complicada, la variedad de resultados que han pintado las encuestas anuncia un panorama muy abierto.
La última, realizada por Ipsos MORI el martes y el miércoles, otorga una cómoda ventaja a Theresa May, que estaría de camino a conseguir una mayoría absoluta incluso superior a la de 2015. Los conservadores sacarían hasta 8 puntos de ventaja a los laboristas en votos.
Uno de los factores que han motivado el ascenso de Corbyn es el número de votantes jóvenes que se ha registrado para votar. Más de un millón, cifra récord. Las promesas de eliminar las carísimas matrículas universitarias y de restablecer las ayudas sociales para los jóvenes de entre 18 y 25 años le han servido al Partido Laborista para subir mucho en los sondeos.
LOS CINCO ESCENARIOS POSIBLES
La única victoria que le vale a May es la de +100: una mayoría de 426 escaños. Se necesitan 326 para alcanzar gobierno y 330 son los que tiene ahora. May busca la mayoría absoluta.
Sin embargo, en unas elecciones en las que ha pasado lo impensable puede que después del jueves May se conforme con seguir ocupando la residencia de Downing Street. Aquí, cinco posibles escenarios:
1- May consigue la mayoría absoluta que tanto desea y que justificaría esta convocatoria de elecciones adelantadas a la que no estaba obligada. El resultado le daría vía libre para ser "una mujer muy difícil" en las negociaciones con la Unión Europea y llevar a cabo su "brexit es brexit".
2. - Los conservadores pueden obtener una mayoría no tan amplia pero mayor a los 330 diputados que consiguió Cameron en 2015. Los de May venderían los resultados como una ratificación a sus políticas y propuestas pero ya sabemos que sería una victoria a medias.
3.- Peores resultados o iguales que los de Cameron. Esto sería una derrota en toda regla y dejaría a May de nuevo en una posición de equilibrios en el Parlamento para aprobar medidas difíciles relacionadas con el brexit, la inmigración y los europeos en suelo británico. Haber convocado elecciones habría sido un error si se da esta situación.
4.- Parlamento sin mayoría. Esto ocurre si ningún partido alcanza los 326 votos necesarios. En este caso los partidos tienen que iniciar negociaciones para hacer pactos y formar un gobierno de coalición. O, si no, el partido más votado puede gobernar en minoría, pero la actividad de gobierno se haría casi imposible, especialmente con el brexit de fondo. También pueden repetirse las elecciones, algo realmente poco probable.
5.- Victoria de Jeremy Corbyn. Esto sería toda una sorpresa, empezando para el propio Corbyn. Una eventual victoria de los laboristas dejaría abiertas más dudas sobre el brexit, si cabe. Los laboristas no han mantenido una posición muy clara con respecto al divorcio con la Unión Europea pero sí abogarían por un 'brexit blando': defensa del mercado único, protección de los derechos de los europeos en Reino Unido y un tono mucho más afable con Bruselas.