Atentado fallido en la estación central de Bruselas a última hora de la tarde del martes. El supuesto terrorista, un hombre de 36 años de nacionalidad marroquí, llevaba una maleta rellena de clavos y bombonas de gas. Pero no ha conseguido detonarla, provocando sólo dos pequeñas deflagraciones, y ha sido abatido por los militares presentes en la estación. No ha habido ningún herido. "Se ha evitado lo peor", ha dicho el ministro del Interior, Jan Jambon.
Bélgica se encuentra en situación de alerta máxima desde los atentados del 22 de marzo de 2016 en el aeropuerto y en el metro de Bruselas, en los que murieron 32 personas y otras 340 resultaron heridas. Alrededor de 1.100 militares siguen desplegados por las calles de las principales ciudades, aeropuertos y estaciones de metro y tren. Han sido precisamente estos soldados los que han neutralizado al atacante de la estación del norte.
La alarma saltaba poco después de las 20:30 horas. El atacante entró en la estación central, pasó por la zona de taquillas y se dirigió a un grupo de viajeros que se encontraban al pie de las escaleras que bajan a los andenes. En ese momento, cogió su maleta, se puso a gritar y provocó una pequeña explosión. Por suerte, ningún viajero resultó herido.
De inmediato, la maleta comenzó a arder y el atacante la abandonó y bajó a los andenes en búsqueda de un jefe de estación. Entretanto, su equipaje explotó una segunda vez de forma más violenta. Contenía clavos y bombonas de gas, según ha confirmado la fiscalía belga.
El hombre volvió a subir al vestíbulo principal de la estación central y allí se abalanzó sobre uno de los militares que la patrullan al grito de "Allahu Akbar (Dios es el más grande)". El militar abrió fuego contra él y le alcanzó en varias ocasiones, provocando su muerte instantánea.
Sin antecedentes terroristas
La fiscalía ha especificado este miércoles que el terrorista abatido en la estación de la capital belga era de nacionalidad marroquí, tenía 36 años y no constaba en los archivos policiales como sospechoso por terrorismo. Durante la madrugada, su domicilio situado en el barrio bruselense de Molenbeek ha sido objeto de una redada.
En el registro se han encontrado componentes químicos y material que puede servir para fabricar un explosivo. La fiscalía considera que ha sido aquí donde se fabricó la fallida bomba casera. "Algunos indicios parecen demostrar que el sospechoso tenía simpatías por la organización terrorista Estado Islámico", ha dicho la fiscalía en un comunicado sin dar más precisiones.
"Consideramos esto como un atentado terrorista", ha afirmado su portavoz, Eric Van der Sypt. El supuesto terrorista no llevaba ningún cinturón de explosivos, contrariamente a lo que había dicho inicialmente la prensa belga. Una de las explosiones que provocó ha sido registrada por uno de los viajeros que se encontraban en ese momento en la estación del norte.
El ataque fallido ha provocado momentos de pánico en la estación y en sus alrededores. "Estaba acompañando a un amigo a la estación cuando la gente ha empezado a correr. Gritaban 'un atentado, un atentado'. Otros decían que eran fuegos artificiales. La gente ha empezado a esconderse por todas partes, detrás de las escaleras mecánicas. Otros han intentado huir corriendo por las vías", ha relatado un testigo al diario DH.
La alerta se mantiene
La estación central ha reabierto a primera hora de la mañana del miércoles, después de que se retirara el cadáver del terrorista. "Gracias a todos los miembros del ejército, de la policía federal y de los servicios de seguridad por su intervención eficaz", ha escrito el operador ferroviario SNCB, en su cuenta de Twitter.
Tras el ataque fallido, la policía evacuó la estación y ordenó interrumpir el tráfico ferroviario. El miedo llegó también a la Grand Place de Bruselas, que se encuentra al lado de la estación central, y que también ha sido vaciada durante algunos minutos. Pero no se ha producido ningún incidente digno de mención en ninguno de los dos escenarios y la normalidad de una cálida noche de verano regresaba rápidamente al centro de la ciudad.
La policía bruselense ha informado del incidente casi en tiempo real a través de su cuenta de Twitter. La situación está "bajo control", ha resaltado desde el primer momento. El primer ministro belga, Charles Michel, y Jambon han seguido al minuto el desarrollo de la operación. Para este miércoles, Michel ha presidido una reunión urgente del Consejo Nacional de Seguridad.
Tras el ataque fallido, el órgano responsable de realizar las evaluaciones de riesgo (OCAM) ha decidido mantener el nivel 3 de alerta terrorista en Bélgica (de una escala de 4). Eso significa que persiste una amenaza grave y verosímil de atentados. "No hay indicación de otros incidentes", ha dicho el ministerio de Exteriores belga.
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