El retrato oficial de Emmanuel Macron no está colgado en las paredes del Ayuntamiento de Forges, un pequeño pueblo de poco más de 400 habitantes al sur de Francia. La ausencia visual del nuevo presidente francés se debe a los cinco centímetros de más que tiene la foto del nuevo presidente francés.
"Macron está pidiendo recortes y austeridad pero nosotros tendríamos que comprar un nuevo marco", se ha quejado el alcalde Romain Senoible, según el diario Le Parisien. A través de su cuenta de Facebook, el primer edil ha hecho las cuentas para argumentar esta particular cruzada contra el presunto despilfarro que suponen las nuevas medidas de la foto oficial de Macron.
"La tarifa del nuevo marco para la foto del presidente es de 77 euros, según las tarifas de la sociedad de ventas de equipamientos para los ayuntamientos galos. Si multiplicamos este precio por los 36.000 municipios el gasto total sería de 2.772.000 euros", detalla Senoible en un post en su cuenta de Facebook.
El cálculo tiene en cuenta los 22,50 euros que cuesta la fotografía pero olvida que colgar la tradicional imagen del presidente de la República en los espacios públicos de los Ayuntamientos es sólo una opción y no una obligación, como recuerda el diario galo.
Para el alcalde que se ha rebelado ante la fotografía oficial de Macron, este asunto es "la gota que ha colmado el vaso". Senoble defiende que en los últimos cuatro años ha visto cómo menguaban las subvenciones y que el gasto superfluo de comprar un nuevo marco para la foto de Macron no se corresponde con la política de austeridad que está promoviendo desde que llegó al Elíseo.