Juguetes sexuales y "tetas de azúcar": 36 diputados 'tories', investigados por acoso
Entre ellos está el secretario de Estado de Comercio Exterior, Mark Garnier.
31 octubre, 2017 01:52Treinta y seis diputados 'tories' estarían implicados en casos de acoso sexual. Según un informe interno elaborado por el propio Partido Conservador, al menos dos altos cargos estarían involucrados en casos que incluyen tocamientos, acoso verbal y sexual y conducta inapropiada.
Theresa May ha pedido al presidente de la Cámara de los Comunes, John Berkow, que se investiguen los hechos. "La primera ministra está profundamente preocupada por la mala conducta de determinados miembros del Parlamento", ha dicho la portavoz de May este lunes, calificando de "inaceptable" este tipo de comportamiento y señalando la importancia de que todos los que trabajan en el Parlamento sean tratados de "manera justa y apropiada".
Entre los citados en el informe está Mark Garnier, de 54 años, secretario de Estado de Comercio Exterior, miembro del Gobierno en el equipo del brexit. Garnier ha admitido haber pedido a su secretaria, Caroline Edmund, que le comprara juguetes sexuales. Además, el diputado habría llamado "tetas de azúcar" a Edmund delante de otras personas, hecho corroborado por la propia secretaria.
Garnier no ha negado las acusaciones pero ha insistido en que "no se trata de acoso", justificando que "tetas de azúcar" era un recurso humorístico sacado de un programa de comedia popular en la BBC.
También Stephen Crabb, de 43 años, ex secretario de Estado de Trabajo y Pensiones y ex candidato a líder conservador, ha reconocido haber mandado mensajes de texto de contenido sexual explícito a una becaria de 19 años. Crabb, casado y con hijos, conocido por ser un defensor de los valores cristianos, tuvo que dimitir durante la campaña del brexit por un caso similar de "sexting".
"Hemos intercambiado mensajes sobre sexo pero ninguno iba en serio", se ha justificado Crabb en declaraciones al Sunday Telegraph. "Tomamos un café un par de veces y una copa de vino una vez, y nada más. Pero acepto que cualquier conversación de tono sexual en este contexto es inaceptable y pido perdón por mis actos".
"Cultura permisiva"
Estos episodios son sólo dos ejemplos de la larga lista de "conductas sexuales inapropiadas". La laborista Diane Abbott denuncia que se trata de "todo tipo de microagresiones sexuales", que no han mejorado con el tiempo.
"La cultura permisiva que existía cuando fui elegida diputada por primera vez, hace 30 años, aún existe. Siempre ha habido acoso, chistes sin gracia y eso tenía que ver con la mayoría masculina: 650 diputados y sólo 20 diputadas. Y hay cosas que siguen vigentes: la mayoría masculina, el consumo de alcohol dentro del Parlamento y la creencia de que 'lo que pasa en Westminster se queda en Westminster'. Ha mejorado, pero hay un largo camino que recorrer", denuncia a la BBC.
La diputada laborista Lucy Powell comparó la situación vivida en Westminster con el escándalo de los abusos sexuales en Hollywood. "Es un ambiente que favorece este tipo de abuso de poder. Porque se trata de eso, de una posición de poder desigual. Si tienes a miles de personas deseando ocupar estos puestos de trabajo, se favorecen este tipo de conductas".
Según cuenta The Guardian, varios diputados hablaban este domingo de un diputado conservador que presuntamente saca fotos de chicos jóvenes en situaciones sexuales comprometidas y las utiliza para conseguir favores sexuales.
Mediación independiente
El presidente de la Cámara de los Comunes, John Berkow, ha anunciado que, a petición de Theresa May, el Parlamento estudiará esta semana una serie de medidas para poner freno a los abusos relatados, que se amparan en la falta de protección del personal. Para ello, se creará un sistema de mediación independiente para que los casos sean denunciados e investigados.
Esto responde también a la petición de los diputados laboristas John Mann y Sarah Champion, que destacaban la necesidad de crear una autoridad independiente a la que las víctimas puedan recurrir de manera segura, cuando el agresor es su jefe.
"El acoso sexual es intolerable y este tipo de sirtuaciones dentro de Westminster tiene que acabar", ha sentenciado Berkow.