Bruselas

Este lunes concluía el plazo que le había dado la Unión Europea a la primera ministra británica, Theresa May, para presentar nuevas concesiones sobre el brexit. Antes de almorzar con el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, May ha alcanzado un acuerdo con Irlanda sobre la cuestión de la frontera. El divorcio parecía ya al alcance de la mano. Pero finalmente no ha sido posible cerrar un compromiso definitivo que permita pasar a la segunda fase del brexit, las negociaciones comerciales. Los socios de Gobierno de May, los unionistas de Irlanda del Norte del DUP, han vetado el pacto.

"Pese a nuestros mejores esfuerzos y los progresos significativos que nosotros y nuestros equipos hemos realizado en los últimos días en los tres temas del divorcio, no ha sido posible alcanzar un acuerdo completo hoy", ha anunciado Juncker en una breve comparecencia conjunta con May en la que no se han admitido preguntas. "Ahora tenemos un entendimiento común sobre la mayoría de temas, con sólo dos o tres abiertos para la discusión", ha agregado.

"No es un fracaso, es el inicio de la última ronda. Confío en que llegaremos a un acuerdo esta semana", sostiene Juncker. 

Dos o tres escollos pendientes

"En muchas cuestiones existe un entendimiento común. Pero sobre un par de cuestiones persisten diferencias que requieren más negociaciones y consultas. Y estas continuarán, pero nos volveremos a reunir antes del fin de semana y confío en que concluiremos esto positivamente", ha indicado por su parte la primera ministra británica.

Tanto May como Juncker han subrayado el carácter "constructivo" de las negociaciones. Y el presidente de la Comisión se ha esforzado en elogiar a la primera ministra británica. "Nuestra relación personal es una de las más excelentes para la UE, pero es una negociadora dura y no fácil. Está defendiendo el punto de vista de Reino unido con toda la energía que tiene y yo hago lo mismo del lado de UE", ha dicho.

El objetivo de las dos partes sigue siendo cerrar un acuerdo total sobre los tres temas del divorcio (la frontera con Irlanda, los derechos de los ciudadanos y la factura de salida) antes de la cumbre del 14 y 15 de diciembre. Allí, Londres espera que los 27 den por fin luz verde al inicio de la segunda fase del brexit, las negociaciones sobre las relaciones futuras entre la UE y Reino Unido y el periodo de transición para adaptarse.

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