Al Parlamento Europeo le ha enfurecido que el negociador británico para el brexit, David Davis, cuestione la factura de salida de 45.000 millones y el resto de condiciones del acuerdo de divorcio alcanzado la semana pasada entre la Unión Europea y Reino Unido. Davis ha asegurado que el pacto es una mera declaración de intenciones sin carácter vinculante. Si el Gobierno de Theresa May da marcha atrás en sus concesiones, la UE le denegará el pacto comercial y el periodo de transición que pide en la segunda fase de negociaciones, avisa la Eurocámara en una resolución aprobada este miércoles.
El tono de la resolución -adoptada por una aplastante mayoría de 556 votos a favor, 62 en contra y 68 abstenciones- se ha endurecido precisamente como respuesta a Davis. Las declaraciones del negociador británico "amenazan con socavar la buena fe que se ha construido durante las negociaciones", lamenta el Parlamento Europeo. Por eso exige que se adopten precauciones extra hacia Londres. "Las negociaciones sólo pueden progresar durante la segunda fase si el Gobierno de Reino Unido respeta plenamente sus compromisos", reza el texto.
El líder del grupo popular europeo, el alemán Manfred Weber, estrecho aliado de la canciller Angela Merkel, ha pedido expresamente a May que dé más garantías. Durante la cumbre de líderes europeos que empieza este jueves, la primera ministra británica "debe dejar claro que el resultado de esta primera fase es vinculante para las dos partes". Si las concesiones que ha hecho Reino Unido no se vuelcan de inmediato en un Tratado de Separación, "no habrá periodo de transición" para Londres, ha espetado.
Weber sostiene que la creciente conciencia entre la opinión pública británica del daño que va a provocar el brexit está haciendo que aumente el apoyo a un segundo referéndum sobre la pertenencia de Reino Unido a la UE. "Los ciudadanos británicos se dan cuenta de que el brexit significa perder muchas cosas sin ganar nada", ha dicho el eurodiputado alemán.
Davis rectifica
El propio Davis se ha dado cuenta de que se marcó un gol en propia puerta al poner en duda el acuerdo de divorcio. El martes telefoneó al portavoz de la Eurocámara para el brexit, Guy Verhofstadt, y le comunicó que su intención es convertirlo en un texto legal lo antes posible. "Me garantizó que no es su intención ni la del Gobierno británico dar marcha atrás en sus compromisos", ha dicho Verhofstadt ante el pleno de la Eurocámara.
"No aceptaremos ningún paso atrás", ha resaltado también el negociador de la UE para el brexit, Michel Barnier. "Estos progresos constan en acta. Deberán traducirse rápidamente en un acuerdo de salida jurídicamente vinculante. Es una de las condiciones para la buena continuación de las negociaciones", asegura Barnier. El texto legal podría estar ya listo a finales de enero, ha dicho.
La resolución de la Eurocámara constata que ya hay "progresos suficientes" con Reino Unido en los tres temas del divorcio: la factura de salida, los derechos de los ciudadanos y la frontera con Irlanda. Y por ello autoriza el paso a la segunda fase del brexit: las negociaciones comerciales y sobre el periodo de transición.
La decisión formal de pasar a la segunda fase la adoptarán los líderes europeos en la cumbre que celebran el jueves y el viernes. Los 27 aprobarán además sus líneas rojas de negociación, que también son "a prueba de Davis", según bromeaba un diplomático. "El diálogo de la segunda fase sólo puede progresar si los compromisos asumidos durante la primera fase se respetan", señala el borrador de conclusiones.