Bruselas

Con el paso a la segunda fase del brexit aprobado este viernes por los líderes de los 27, se activa el veto que la UE ha concedido a España sobre el futuro de Gibraltar. Lo primero que negociarán Bruselas y Londres tras la pausa navideña es el periodo de transición de dos años que ha pedido Theresa May para garantizar un aterrizaje suave a ciudadanos y empresas. Durante esta prórroga (entre 2019 y 2021), Reino Unido estará ya fuera de la UE, pero se queda en el mercado único y la unión aduanera, aunque sin voz ni votoLa prórroga no se aplicará al Peñón salvo si hay un acuerdo previo entre Madrid y Londres. Un compromiso que se prevé muy difícil y sin el cual Gibraltar se verá abocado a una salida abrupta del mercado único en 2019, con un duro impacto económico.

"Gibraltar es una cuestión bilateral entre España y Gran Bretaña. El acuerdo del brexit en ningún caso contempla Gibraltar. Desde el día después del brexit, a la frontera entre España y Gibraltar se le aplicará el mismo régimen que a cualquier otro territorio bajo soberanía británica", explica a EL ESPAÑOL el jefe de la delegación del PP en la Eurocámara, Esteban González Pons. Tal y como pidió España, la Verja de Gibraltar no está incluida en el acuerdo de divorcio, que sí prevé una "frontera invisible" entre Irlanda e Irlanda del Norte.

Rajoy conversa con los periodistas tras el Consejo Europeo Horst Wagner/EFE

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, resaltaba al término del Consejo Europeo que el veto de España sobre Gibraltar puede ejercerse no sólo para el futuro pacto comercial entre Bruselas y Londres sino también para la prórroga de dos años. "Cualquier acuerdo de futuro entre el Reino Unido y la UE, para que se aplique a Gibraltar, necesita un acuerdo entre España y Reino Unido. Lo que nosotros hemos pedido es que eso también se aplique al periodo transitorio", ha dicho Rajoy en la rueda de prensa final.

¿Y qué es lo que pide España a cambio de que Gibraltar se beneficie del aterrizaje suave y del futuro acuerdo comercial? Básicamente, que deje de funcionar como un paraíso fiscal. "Queremos que la situación de irregularidades, de beneficios espurios y de desequilibrio entre los dos lados de la Verja no se consolide", detallan fuentes diplomáticas. "Se buscará un entendimiento razonable, que nos permita convivir sin muchas fricciones pero sin tampoco abusar de una posición de ventajas excesivas. Con el brexit la situación cambia y vamos a hablar con los británicos sobre de qué forma razonable podemos seguir trabajando juntos", agregan.

Bruselas investiga el régimen fiscal del Peñón

El Gobierno de Rajoy se queja de que como a Gibraltar se le aplican las reglas del mercado único (pero no la unión aduanera), se ha beneficiado de las cuatro libertades de circulación: trabajadores, servicios, capitales y mercancías. Pero a la vez, como no se le aplica la legislación interna de Reino Unido, ha desarrollado un régimen "extremadamente permisivo en materia fiscal, aduanera, y de establecimiento de sociedades, que en la práctica lo ha convertido en un paraíso fiscal, al aprovecharse de la libre circulación con España", según se recoge en un informe elaborado en abril por la secretaría de Estado para la UE.

Gibraltar no figura en la recién aprobada lista negra de la UE de paraísos fiscales, básicamente porque todavía es un territorio comunitario. No obstante, Bruselas mantiene abierto desde 2013 un expediente contra el régimen tributario gibraltareño. Sospecha que otorga ventajas fiscales indebidas a empresas que no tienen una presencia real en el Peñón. El expediente, iniciado a raíz de una denuncia de España, se amplió en 2014 a los acuerdos fiscales alcanzados por las autoridades gibraltareñas con 165 compañías. Pero la investigación se ha eternizado y todavía no hay solución a la vista pese a los cuatro años transcurridos.

La comisaria Vestager investiga el régimen fiscal de Gibraltar Eric Vidal/Reuters

"Nuestra investigación sobre el sistema de impuesto de sociedades de Gibraltar y sus prácticas en materia de acuerdos fiscales continúa. Durante la investigación, Reino Unido y terceros han proporcionado amplia información tanto sobre el impuesto pasivo sobre la renta como sobre los acuerdos fiscales (tax rulings), que la Comisión debe analizar cuidadosamente. Eso lleva tiempo", se justifica el portavoz de Competencia, Ricardo Cardoso. "No podemos prejuzgar el resultado de nuestra investigación", ha dicho Cardoso a EL ESPAÑOL.

¿Cuándo comenzarán las negociaciones entre Madrid y Londres para resolver estas cuestiones? La fase de "tanteo" ya se ha producido y el diálogo sustantivo se iniciará "pronto", es todo lo que desvelan las fuentes consultadas. De momento, el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, recibirá el próximo miércoles 20 de diciembre en Madrid a los alcaldes de la comarca andaluza del Campo de Gibraltar para informarles de la marcha de las negociaciones del brexit.

Los trabajadores fronterizos y la disputa por la soberanía

Gracias a los bajos impuestos y a un marco regulador propicio, el Peñón se ha reinventado en los últimos años como un centro de servicios financieros y de apuestas por internet, que en conjunto representan el 40% de su PIB. El negocio de juego online depende del mercado británico. En servicios financieros, Reino Unido representa el 80% del mercado, mientras que el resto viene de otros países de la UE. Si no hay acuerdo entre Madrid y Londres y sale abruptamente del mercado único, "Gibraltar corre el riesgo de perder el 20% de su comercio en servicios con la UE27", sostiene un informe encargado por la Eurocámara.

Theresa May no negociará la soberanía de Gibraltar François Lenoir/Reuters

El otro foco de preocupación es el de la frontera. Alrededor de 10.000 personas cruzan diariamente para trabajar en el Peñón desde el campo de Gibraltar. Estos trabajadores fronterizos constituyen el 40% del total de la fuerza laboral en la colonia británica. El secretario de Estado para la UE, Jorge Toledo, ha dicho esta semana en el Congreso que el Gobierno negociará con Reino Unido para que los trabajadores de Gibraltar no tengan ningún cambio "a peor".

Un propósito que asegura compartir el Gobierno británico. "Gibraltar es un motor de prosperidad para el Campo de Gibraltar y queremos garantizar que eso continúe. Por eso, cuando se trata de Gibraltar y la salida de la UE, el Gobierno de Reino Unido tiene como objetivo asegurar una frontera que funcione bien entre Gibraltar y España", ha dicho el negociador británico, David Davis, en una respuesta escrita al Parlamento de su país.

Pese a que el exministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, afirmó que el brexit es una oportunidad histórica para recuperar la soberanía española sobre el Peñón, el Gobierno de Rajoy "no pretende resolver la disputa de soberanía en estas negociaciones ni involucrar a la UE en ello".

Tampoco Theresa May quiere abordar ahora la soberanía del Peñón. "Reafirmamos nuestro compromiso de nunca llegar a un acuerdo según el cual los ciudadanos de Gibraltar pasarían a estar bajo soberanía de otro Estado en contra de sus deseos expresados de forma libre y democrática y no entraremos en un proceso de negociación de la soberanía con el que Gibraltar no esté contento", asegura David Davis.

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