Bélgica ha frustrado este fin de semana un ataque terrorista contra la oposición iraní en el exilio. La policía belga ha detenido en Bruselas a una pareja que pretendía llevar a cabo un atentado con bomba contra la conferencia política del grupo Muyahidines del Pueblo de Irán (MEK) que se celebró el pasado sábado en Villepinte, cerca de París. En el acto, al que asistieron 25.000 personas, participaba también el ex alcalde de Nueva York Rudy Giuliani, estrecho aliado del presidente Donald Trump, que pidió un cambio de régimen en Teherán.
Los dos detenidos, un hombre de 38 años y su esposa de 34 años, son belgas de origen iraní. El juez antiterrorista de Amberes les ha imputado este lunes los delitos de intento de asesinato terrorista y de preparación de una infracción terrorista.
La pareja fue interceptada el mismo sábado a bordo de su vehículo Mercedes por las unidades especiales de la policía de Woluwe-Saint-Pierre, una zona residencial a las afueras de Bruselas. En el registro del coche se encontraron 500 gramos del explosivo TATP y un mecanismo de detonación escondidos en una pequeña bolsa de aseo. Los artificieros detonaron el explosivo de forma controlada.
Un diplomático iraní, entre los detenidos
En paralelo, se ha detenido a un presunto cómplice de la pareja en Francia y a una persona de contacto en Alemania. Este último es un diplomático iraní que trabaja en la embajada de Austria en Viena. La policía belga ha realizado cinco registros durante el fin de semana en diversos puntos del país, pero no ha desvelado el resultado de las pesquisas.
El Consejo Nacional de Resistencia de Irán, una asociación que reúne a diferentes grupos de la oposición, ha acusado al Gobierno de Teherán de estar detrás del atentado frustrado. "Los terroristas del régimen de los mulás en Bélgica asistidos por sus diplomáticos-terroristas han planificado este ataque", ha asegurado en una declaración remitida a la agencia AFP, en la que pide el cierre de las embajadas de irán en Europa.
El grupo Muyahidines del Pueblo de Irán se fundó en los años 60 para derrocar al shah y después combatió el ascenso de los mulás en Teherán tras la revolución islámica de 1979. Tanto Estados Unidos como la Unión Europea les incluyeron en su lista negra de organizaciones terroristas, aunque Bruselas les sacó en 2008 y Washington en 2012.
La operación policial para frustrar el atentado ha sido el resultado de los datos suministrados por los servicios secretos de Bélgica en colaboración con otros países europeos. También han participado en el operativo las autoridades judiciales francesas y alemanas. "Gracias a nuestros servicios de información y de seguridad por su magnífico trabajo. Han contribuido a frustrar un atentado que iba a cometerse en Francia", ha escrito en Twitter el primer ministro belga, Charles Michel.
El ministro del Interior, Jan Jambon, ha asegurado de que no hay ningún indicio de posibles atentados en territorio de Bélgica. Por eso, el nivel de amenaza se mantiene sin cambios: dos en una escala de cuatro.
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