El mundo entero había acogido con esperanza la noticia de que el estadio Azadí de Teherán iba a retransmitir a través de pantallas gigantes el encuentro entre Irán y España de la segunda jornada del grupo B del Mundial de Rusia. Sin embargo, lo que se entendía como un doble signo de aperturismo en el régimen de los ayatolas se ha convertido en el último momento en una nueva regresión.
Con el estadio preparado para disfrutar del encuentro y con todas las autorizaciones pertinentes en regla, las autoridades han decidido suspender el encuentro después de un enfrentamiento entre radicales y moderados religiosos a cuenta de la presencia de mujeres en la grada.
Y es que la fuerte presencia policial por la tremenda presión que han ejercido los sectores radicales del islamismo ultra no ha dado opción ni ha que comenzara el encuentro. Las fuerzas de seguridad no han permitido el acceso al estadio a las mujeres que quisieron hacerlo.
Las fuentes oficiales han señalado a "problemas de infraestructura" como motivo de la suspención. Se cancela la retransmisión del partido entre Irán y España en el estadio Azadí", ha informado la agencia Tasnim, vinculada a la Guardia Revolucionaria.
Las mujeres tienen prohibido acceder a los recintos deportivos desde la Revolución Islámica de 1979. Sin embargo, en los últimos tiempos se ha producido un leve aperturismo en el país que sí les ha permitido acceder a los estadio de fútbol