La Comisión Europea no ha querido reaccionar este miércoles en caliente al nuevo desafío del Gobierno populista italiano. Pero se prepara ya para desencadenar, muy probablemente el próximo 21 de noviembre, el procedimiento sancionador contra Roma por incumplir las reglas fiscales de la UE. Un expediente que podría desembocar en una multa del 0,2% del PIB, es decir, de 3.500 millones de euros.
La coalición formada por La Liga de Matteo Salvini y el Movimiento Cinco Estrellas de Luigi di Maio ha desoído la petición sin precedentes del Ejecutivo comunitario de corregir sus Presupuestos para 2019, que disparan el gasto público y eleva el déficit hasta el 2,4%. Tenían de plazo hasta el 13 de noviembre para presentar unas nuevas cuentas. Pero el plan presupuestario remitido por Roma a última hora del martes mantiene el aumento del déficit y también unas previsiones de crecimiento que según Bruselas son demasiado optimistas.
"Podemos confirmar que hemos recibido un plan presupuestario revisado de las autoridades italianas. El siguiente paso es que la Comisión complete su evaluación de este plan revisado. Publicaremos nuestra opinión el 21 de noviembre", se ha limitado a señalar el portavoz del Ejecutivo comunitario, Margaritis Schinas, cuando se le ha preguntado si está satisfecho con la respuesta italiana. Aunque se ha negado a confirmar si el mismo 21 de noviembre Bruselas lanzará también el proceso sancionador contra Italia por su excesiva deuda, las declaraciones de los comisarios económicos Valdis Dombrovskis y Pierre Moscovici de los últimos días apuntan a que esa será la fecha elegida.
De hecho, Países Bajos, que lidera la línea más dura a favor de la disciplina fiscal dentro del Eurogrupo, ha pedido este miércoles a la Comisión que actúe con contundencia. "Es poco sorprendente, pero muy decepcionante, que Italia no ajuste sus planes presupuestarios. Las finanzas públicas italianas están descuadradas y los planes del Gobierno italiano no generarán un crecimiento económico sólido", sostiene el ministro de Finanzas holandés, Wopke Hoekstra.
"Este Presupuesto es una violación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y como tal estoy profundamente preocupado. Ahora corresponde a la Comisión Europea dar los próximos pasos", ha reclamado Hoekstra. Lo cierto es que el Ejecutivo comunitario no sólo cuenta con el apoyo de los halcones de la austeridad, sino de todo el Eurogrupo. El Gobierno populista italiano está totalmente aislado en la UE.
Así serán las sanciones a Italia
En su carta de respuesta a la Comisión, el ministro de Finanzas italiano, Giovanni Tria, justifica el incumplimiento de las reglas de la UE por la necesidad de "relanzar las perspectivas de crecimiento" y de "afrontar las dificultades sociales" que se arrastran desde la Gran Recesión. La única concesión que ofrece Roma es el compromiso de acelerar las privatizaciones para lograr una recaudación equivalente al 1% del PIB, es decir, unos 18.000 millones de euros.
Los mercados financieros han reaccionado con inquietud a la negativa a rectificar del Gobierno populista italiano. Los intereses de la deuda italiana han repuntado este miércoles hasta el 3,55%, marcando su máximo en tres semanas. También ha subido la prima de riesgo hasta 315 puntos básicos frente a los 303 que registraba a última hora del martes.
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha avisado a Roma de que su estímulo fiscal podría tener un efecto contrario al pretendido. Cualquier posible impulso del crecimiento se vería contrarrestado por el aumento de los intereses que Italia tiene que pagar por su elevada deuda, que supera el 130% del PIB, lo que dejaría al país especialmente vulnerable a cualquier cambio de sentimiento en los mercados. El resultado final sería una recaída en la recesión.
Precisamente, Bruselas confía en la presión de los mercados como principal arma para lograr que Roma rectifique. Al mismo tiempo, se prepara para activar su procedimiento sancionador por déficit excesivo. El primer paso será la publicación -salvo sorpresa, el 21 de noviembre- de un informe que constatará que Italia no está reduciendo su deuda al ritmo exigido por las normas de la UE y tampoco tiene intención de hacerlo en los próximos ejercicios.
Una vez que el Ecofin confirme que Italia se encuentra efectivamente en una situación de déficit excesivo, la Comisión dispone de 20 días para proponer una multa del 0,2% del PIB si considera que el incumplimiento es especialmente grave, algo que ya ha dicho en este caso. La sanción sólo podría ser revertida por una mayoría cualificada de los Estados miembros en el Ecofin, pero Roma no tiene aliados ahora mismo en la UE.
Sería la primera vez que la UE multa a un Estado miembro por vulnerar el Pacto de Estabilidad. En 2016 estuvo a punto de hacerlo con España y Portugal, pero en el último minuto perdonó las sanciones a ambos países. Los eurodiputados del M5E ya han pedido a Bruselas que haga con Italia lo mismo que hizo con España y Portugal y evite cualquier castigo financiero.
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