La UE ignora la petición de Pedro Sánchez, de tener un veto sobre el estatus futuro de Gibraltar tras el brexit. De nada han servido las amenazas de bloquear la cumbre del próximo 25 de noviembre que en los últimos días han repetido tanto el presidente del Gobierno como su ministro de Exteriores, Josep Borrell. Bruselas y Londres han alcanzado este jueves un acuerdo sobre la declaración política sobre sus relaciones futuras que desoye las exigencias de España: no aparece ninguna mención al Peñón.
La declaración política se ha ha hecho pública justo en el momento en el que Sánchez viaja a Cuba. Antes de marcharse, el presidente del Gobierno había vuelto a insistir en que tumbaría el acuerdo del brexit si no se atendían sus demandas. "Si eso no se resuelve de aquí al domingo, España desgraciadamente tendrá que votar que no y ejercer su capacidad de veto. Porque esa es una cuestión que afecta a la esencia de nuestro país, a la esencia de nuestra nación", dijo en una rueda de prensa conjunta con su homólogo portugués, António Costa.
Una conversación telefónica de Sánchez con la primera ministra británica, Theresa May, a última hora del miércoles, tampoco sirvió para resolver el bloqueo. May le dijo al presidente del Gobierno que no tiene intención de excluir a Gibraltar de las negociaciones futuras con la UE. "Anoche hablé con el presidente español, Pedro Sánchez, y confío en que el domingo podamos cerrar un acuerdo que funcione para toda la familia de Reino Unido, incluyendo Gibraltar", ha repetido este jueves May en una breve declaración ante la prensa. "La soberanía británica sobre Gibraltar quedará protegida", ha agregado después en una comparecencia ante la Cámara de los Comunes.
Pese a los problemas de España, la UE y Reino Unido han seguido adelante y han publicado la declaración política sobre las relaciones futuras. El Gobierno español reclamaba incluir tanto en este texto como en el Tratado de Retirada (en su artículo 184) una cláusula que deje claro que ningún acuerdo entre Bruselas y Londres se aplicará a Gibraltar sin el consentimiento previo de Madrid. En estos momentos, esta garantía no aparece en ninguno de los dos documentos.
El secretario de Estado para la UE, Marco Aguiriano, ha asegurado este jueves en el Congreso de los Diputados que las negociaciones sobre Gibraltar continúan. España mantiene su exigencia de garantías adicionales. Si no llegan de aquí al domingo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, "no dará su acuerdo al Tratado de Retirada ni a la declaración política el domingo", ha dicho Aguiriano. Y no ha descartado que haya que "parar el reloj" o que "se vuelva a convocar un Consejo Europeo" más tarde.
Acuerdo político sin España
No obstante, incluso el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha dado por hecho el acuerdo con Reino Unido. "Acabo de enviar a los 27 un borrador de la declaración política sobre las relaciones futuras entre la UE y Reino Unido. El presidente de la Comisión me ha informado de que se ha acordado a nivel de negociadores y aprobado en principio a nivel político, sujeto al aval de los líderes", ha escrito en Twitter.
Por su parte, el portavoz de la Comisión, Margaritis Schinas, ha admitido que, aunque el acuerdo con Reino Unido haya sido avalado por el colegio de comisarios -del que forma parte Miguel Arias Cañete-, todavía quedan temas pendientes como Gibraltar o también la pesca, pero ahora deben solucionarse entre los Estados miembros. El Ejecutivo comunitario se lava las manos.
La actitud de la UE respecto a las peticiones de España es totalmente diferente a la que adoptó con Irlanda. Hasta que Reino Unido no aceptó una solución para la frontera de Irlanda del Norte, ni la Comisión ni Tusk dieron por aprobado el acuerdo del brexit. En cambio, siguen adelante pese a las protestas de Sánchez. El Gobierno español se ha quedado totalmente solo en Bruselas en sus reivindicaciones sobre Gibraltar.
Aunque el Tratado de Retirada de Reino Unido de la UE debe aprobarse por una supermayoría de 20 de los 27 Estados miembros, el visto bueno político en la cumbre extraordinaria del domingo al Tratado y a la declaración sobre las relaciones futuras exige unanimidad. Eso significa que Sánchez todavía está a tiempo de vetar estos documentos.
El Gobierno de Sánchez se considera traicionado por el negociador de la UE, Michel Barnier, por no haber tenido en cuenta las aspiraciones españolas sobre Gibraltar en la recta final de las negociaciones. El artículo 184 del Tratado se incluyó en el último minuto a petición británica y sin que Barnier informara previamente a España, se quejan en Moncloa. Lo mismo ha ocurrido con la declaración política que acaba de publicarse.
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