Bruselas no se cree las cifras de crecimiento y de déficit que le acaba de enviar el Gobierno de Pedro Sánchez en la actualización del programa de estabilidad. Cuando apenas ha transcurrido una semana de la publicación de este documento, la Comisión Europea ha corregido a peor los cálculos de la ministra de Economía, Nadia Calviño, que le parecen demasiado optimistas. La economía española se desacelerará desde el 2,6% en 2018 hasta el 2,1% este año -una décima menos del 2,2% que prevé el Gobierno- y el 1,9% en 2020, según las previsiones económicas de primavera publicadas este martes por el Ejecutivo comunitario.
Esta ralentización progresiva de la economía española se explica por la bajada del consumo privado y de la inversión, mientras que las exportaciones netas volverán a crecer gracias a la recuperación de los principales mercados que compran a España. El sector de la construcción tocó techo en 2018 y también empieza a perder fuelle. La tasa de ahorro de los hogares, que marcó un mínimo histórico en 2018, rebotará en 2019 y seguirá aumentando en 2020.
Pese a este empeoramiento, España sigue siendo entre los grandes países de la eurozona el que más crece, a gran distancia de Francia (1,3%) y sobre todo de Alemania (0.5%) o Italia (0,1%), cuyas economías se estancan. Para el conjunto de la eurozona, Bruselas calcula un crecimiento del 1,2% este año y del 1,5% en 2020 (1,4% y 1,6% para toda la UE). La incertidumbre sobre posibles guerras comerciales entre los Estados Unidos de Donald Trump y la UE y China es el principal factor que lastra el crecimiento.
El comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, cree que Pedro Sánchez será capaz de formar un Gobierno estable tras su victoria del 28-A. "Esperamos que habrá un Gobierno que pueda aprobar un proyecto de ley de Presupuestos en la debida forma. El éxito importante del PSOE permite contemplar formas de estabilidad, falta definir cuáles", ha señalado.
El impacto de los 'viernes sociales'
En sus previsiones de primavera, el Ejecutivo comunitario también empeora los cálculos de déficit del Gobierno de Sánchez. Para este año vaticina un desfase presupuestario del 2,3% del PIB, por encima del 2% prometido por Calviño en el programa de estabilidad y muy lejos del objetivo del 1,3% exigido por la UE. Este desvío se explica por las medidas de aumento del gasto adoptadas por decreto ley por el Ejecutivo socialista en los llamados 'viernes sociales', que sólo se han compensado parcialmente del lado de los ingresos con una ampliación de las bases de las contribuciones sociales.
Además, algunas medidas adoptadas en los Presupuestos de 2018, que Sánchez ha prorrogado, también tendrán impacto en las cuentas de este año. En particular la subida de los salarios a los funcionarios, el incremento de las pensiones y la rebaja fiscal para los sueldos más bajos. El déficit todavía podría subir más si en 2019 se materializa la compensación a Abertis por la autopista AP-7 (alrededor de una décima del PIB), avisa Bruselas.
Para el año 2020, el Ejecutivo comunitario prevé un déficit del 2%, frente al 1,1% que ha prometido Sánchez en el programa de estabilidad. El motivo de esta diferencia es que Bruselas todavía no ha incluido en sus cálculos la subida de impuestos por valor de 5.600 millones que pretende llevar a cabo el Gobierno socialista.
En todo caso, España consigue bajar por primera vez en 10 años por debajo del umbral del 3% de déficit que marca el Pacto de Estabilidad y mantenerse por debajo de este límite durante los próximos años, según confirman las previsiones. Basándose en estos datos, la Comisión propondrá en las próximas semanas cerrar el procedimiento sancionador por déficit excesivo contra nuestro país, el único que queda en vigor de la etapa de la crisis. El futuro Gobierno de Sánchez se librará de la vigilancia reforzada de Bruselas, según ha confirmado Moscovici.
La deuda pública bajará muy lentamente del 97,1% del PIB en 2018 al 96,3% este año y el 95,7% en 2020.
El impacto de la subida del salario mínimo
La Comisión pronostica que la creación de empleo se moderará durante los dos próximos años debido a la ralentización de la demanda y "como resultado del incremento del salario mínimo" del 22,3% -hasta 900 euros- aprobado por Sánchez. En todo caso, la tasa de paro seguirá cayendo del 15,3% en 2018 al 13,5% este año y el 12,2% en 2020, la más baja desde el principio de la Gran Recesión en 2020.
El crecimiento de los salarios tocará techo este 2019, también bajo el impacto del incremento del salario mínimo, y después se moderará pero se mantendrá por encima de la inflación en 2020. Como la productividad laboral crecerá de forma muy moderada, el resultado será un aumento de los costes laborales unitarios nominales, sobre todo este año, con la consiguiente pérdida de competitividad.
Tras alcanzar el 1,7% en 2018, la inflación bajará hasta el 1,1% en 2019 y volverá a subir al 1,4% en 2020, debido a la evolución de los precios del petróleo y a un incremento gradual de la inflación subyacente.