Es la primera vez que la Comisión Europea abre la puerta a reformar la euroorden tras casi dos años de quejas de las autoridades judiciales españolas por los fallos que a su juicio ha revelado el caso del ex presidente catalán Carles Puigdemont, al que Alemania se negó a entregar a España por rebelión. Y lo hace precisamente el futuro comisario de Justicia, el belga Didier Reynders, cuyo país también ha rechazado la extradición de los exconsellers catalanes fugados y de varios etarras.
En una contestación escrita a una pregunta planteada por Ciudadanos, Reynders asegura que "considerará seriamente si plantear una propuesta para revisar la orden europea de detención de entrega". A su juicio, la euroorden "es un instrumento esencial de la justicia penal en la Unión" que a la vez "protege los derechos fundamentales". Su éxito "depende enteramente de una cooperación eficaz entre los Estados miembros", avisa.
El comisario designado de Justicia en el equipo de Ursula von der Leyen explica además en su respuesta que el Ejecutivo comunitario está examinando en detalle si las diferentes legislaciones nacionales han incorporado correctamente el dispositivo de la euroorden. Una vez que se conozcan los resultados de esta evaluación, lanzará "procedimientos de infracción si es necesario". Es decir, expedientará a aquellos países que no la apliquen bien. El informe servirá también como base para una posible reforma.
"Hemos conseguido sensibilizar a la Comisión saliente y a la Comisión entrante sobre algo que hace un año habría resultado impensable", se ha felicitado la eurodiputada de Ciudadanos Maite Pagazaurtundúa, vicepresidenta de la comisión de Libertades Civiles, Justicia e Interior de la Eurocámara y una de las principales impulsoras de la reforma de la euroorden. "Hoy estamos más cerca de reformar la euroorden", asegura el líder de Cs en la Eurocámara, Luis Garicano.
Reynders no aporta ningún detalla de cómo podría ser la revisión. Ni siquiera menciona el caso Puigdemont. Pero la respuesta supone un importante cambio de tono en la posición oficial de la Comisión. Hasta ahora, el Ejecutivo comunitario había negado categóricamente cualquier fallo en el funcionamiento de la euroorden en el caso Puigdemont y había despreciado los intentos del anterior Gobierno del PP de ampliar la lista de delitos que permiten una entrega automática para incluir también la rebelión. El actual Gobierno de Pedro Sánchez ha renunciado a pedir cambios en Bruselas.
Ahora, Ciudadanos le ha arrancado a Reynders el compromiso de al menos plantearse una revisión. Ha puesto el tema en la agenda. Garicano ya anunció en campaña que trataría de bloquear a cualquier candidato a comisario de Justicia que no incluyera la euroorden en su lista de prioridades. Esta semana se ha reunido con Reynders para comunicarle sus reivindicaciones. Y la formación naranja volverá a plantear el tema durante el examen oral del belga previsto para el 2 de octubre para tratar de obtener más concreciones.
Ciudadanos quiere ampliar la lista de 32 delitos de la euroorden para los que la entrega es automática con el objetivo de incluir también los relacionados contra los atentados a la integridad territorial, el Estado de derecho y el orden público. El Partido Popular y Vox han puesto sobre la mesa propuestas similares. Pero lo cierto es que entre los Estados miembros hay muy poco apetito de revisar esta lista. Cualquier reforma va a ser muy difícil y lenta.
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