Un villano como ejemplo y modelo. Los laboristas británicos han usado al Joker, uno de los personajes de moda gracias a la película dirigida por Todd Phillips, como un reclamo contra la evasión de impuestos de las élites y grandes empresas y en favor de la sanidad y educación públicas.
Lo ha hecho mediante un spot publicado por Momentum, una facción del partido de Jeremy Corbyn. En el vídeo se ve cómo Batman detiene al 'payaso del crimen' y éste cuestiona sus métodos. Desde el uso de datos mediante cámaras de grabación a los costes de sus vehículos y utensilios.
Ahí llega la trampa. El 'Caballero Oscuro' justifica que puede pagar todo eso por las ganancias de 'Empresas Wayne' (reconociendo así su identidad secreta). El Joker le pregunta que por qué no usa ese dinero para ayudar a los pobres. Y le cuestiona también la evasión fiscal, ya que paga menos impuestos que él cuando trabajaba como payaso callejero. "Y pensé que yo era el malo", añade.
¿"Se te ha ocurrido que los ciudadanos de Gotham necesitan atención social y servicios públicos más que tu estúpido yate?", le pregunta a Batman. Cuenta que si los ricos pagasen impuestos probablemente él no habría sufrido la desatención que acabó con su transformación al Joker, al asesino convertido en buenazo en este anuncio.
Es entonces cuando el presunto héroe duda, llegando a darle la razón antes de rectificar y pegar un puñetazo al Joker. "Eso es lo que diría un socialista", grita enfadado.
El spot trata de lanzar un mensaje contra la evasión fiscal. Asegura que una de cada cinco grandes empresas no pagan impuestos y que con ese dinero se podría pagar tres veces el coste de la sanidad pública.