El beso con mascarilla, tendencia en tiempos de pandemia.

El beso con mascarilla, tendencia en tiempos de pandemia. Reuters

Europa Coronavirus

Los novios italianos exigen al Gobierno una desescalada para poder reencontrarse (y besarse)

El plan de desescalada anunciado por el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, permite las visitas entre "parientes". ¿Y las parejas?

27 abril, 2020 19:53

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Italia iniciará su desbloqueo el 4 de mayo, pero los planes del Gobierno han sido muy criticados por quienes deberán seguir cerrados para contener la pandemia, como las iglesias o las peluquerías, mientras los contagios por coronavirus siguen a la baja.

A esas protestas también se han sumado los novios. El primer ministro, Giuseppe Conte, anunció que se aligerarían las restricciones de movimiento, pero no para todos: habrá que seguir confinado pero se podrá salir de casa para hacer deporte o visitar a “parientes”. Esta última cuestión, entre otras, suscitó muchas dudas.

En el decreto se lee que quedan permitidos los traslados por trabajo, salud, urgencias y para ver a "algún pariente siempre que se respete la distancia de seguridad" y se use mascarilla.

¿Y las parejas?

Pero, por ejemplo, ¿son los novios un pariente? El texto habla únicamente de “parientes” o “allegados”, un término que desató gran controversia sobre quién estaría incluido. De hecho, la palabra “pariente” fue una de las más buscadas en Google Italia este lunes.

Ante las dudas, el Gobierno tuvo que rectificar para ampliar la interpretación de la palabra “pariente” y apunta ahora que esa calificación engloba "cónyuges o parejas con una relación afectiva estable". En cualquier caso, en los próximos días emitirá una nota para aclarar la cuestión.

Los traslados para ir a visitar a estas personas, sin embargo, estarán limitados, ya que el 4 de mayo no llegará todavía la total libertad de movimiento. Es decir, los ciudadanos no podrán cambiar de región, pero sí desplazarse dentro de ella, con motivos justificados de tipo laboral, sanitario o de necesidad.

Peluquerías

La "fase de convivencia con el virus" seguirá el día 18 de mayo con la reapertura del comercio minorista, museos, bibliotecas y llegará al 1 de junio, cuando será el turno de bares, restaurantes, peluquerías, centros de estética, barberías y espacios de masajes. Precisamente el Gobierno recibió las críticas de las peluquerías, que no entienden por qué se retrasa un mes su reapertura.

Muchos esteticistas y peluqueros lamentaron en redes sociales que de este modo se les aboca a cerrar definitivamente, a pesar de las ayudas que el Gobierno ha aprobado para las pequeñas empresas.

El secretario general de la Unión de Artesanos, Marco Accornero, apuntó que "se está penalizando innecesariamente a este sector" y aseguró que se podría también atender con mascarillas y guantes y recibir a menos clientes para evitar aglomeraciones.

Y advierten además que mantener el cierre solo agravará otra de sus preocupaciones: la proliferación de peluqueros ilegales que atienden a domicilio y, claro, a escondidas de las autoridades.

Los templos, cerrados

También permanecerán cerrados los templos y la primera en reaccionar fue la Conferencia Episcopal italiana, que ha exigido al Gobierno que respete la libertad de culto y permita las misas, en un duro comunicado.

"Los obispos italianos no pueden aceptar ver comprometido el ejercicio de la libertad de culto. Debería estar claro que el compromiso de servir a los pobres, tan importante en esta emergencia, proviene de una fe que debe poder alimentarse de sus fuentes, en particular de la vida sacramental", se lee en la nota.

La decisión de mantener cerradas las iglesias ha suscitado cierta división en el Ejecutivo, y las dos ministras del partido de Matteo Renzi, la de Igualdad de oportunidades y Familia, Elena Bonetti, y la de Agricultura, Teresa Bellanova, lo ven "incomprensible".

La comunidad islámica se puso del lado de los católicos, por considerar la medida "una insensibilidad hacia los creyentes", como dijo el presidente de la Comunidad Religiosa Islámica Italiana, el imam Yahya Pallavicini, en declaraciones a la agencia Ansa.

Y denunció que el Gobierno ni siquiera les haya consultado.

Por contra, la presidenta de la comunidad hebrea italiana, Noemi Di Segni, ha llamado a evitar polémicas y ha adelantado que los judíos respetarán "escrupulosamente" las normas del Gobierno, al que elogió por su "gran realismo y sentido de responsabilidad".