Con cerca 20.000 contagios de coronavirus diarios y más de 1.000 personas en las unidades de cuidados intensivos que empiezan a estar repletas, el presidente del Gobierno de Italia, Giuseppe Conte, decidió tomar medidas más restrictivas a partir de este lunes, como el cierre de bares y restaurantes a las 18.00 y de algunas actividades, como teatros y cines.
El objetivo, explicó Conte en una rueda de prensa, es "mantener bajo control la curva epidemiológica" y "evitar un segundo bloqueo generalizado", que tendría graves efectos en la economía nacional.
"No hemos introducido un toque de queda", aclaró Conte, quien instó a las personas a reducir los viajes tanto como sea posible y a no ir a casas de otras personas. Conte concluyó la rueda de prensa diciendo que espera que con las nuevas restricciones se pueda afrontar mejor los próximos meses, también de cara a las vacaciones navideñas.
Ante esta situación, Conte firmó un nuevo decreto urgente que impone desde mañana lunes el cierre de piscinas, gimnasios, teatros y cines y obliga al cierre a las 18.00 horas a los locales, bares y restaurantes.
Tras horas de negociación con las regiones que pretendían obtener ayudas para los propietarios de bares y restaurantes, se llegó a la firma de este nuevo decreto, que tiene validez desde mañana hasta el 24 de noviembre.
Y es que, como recordó Conte, "el índice Rt (de contagio) alcanzó el umbral crítico de 1,5 y se tocó este sábado el mayor número de personas positivas al coronavirus, lo que hace que las operaciones de rastreo de contactos sean difíciles".
Este "medio confinamiento", como lo han definido algunos medios italianos, llega cuando hay 12.415 ingresados en todo el país, con un aumento de 817 respecto al viernes. Mientras, los ingresados en unidades de cuidados intensivos aumentaron en 79 personas y son ya 1.128 los pacientes en la UCI.
Cierre a las 18.00
En el nuevo decreto se recuerda el uso obligatorio de mascarillas en todo momento y se recomienda evitar recibir en casa a personas que no sean convivientes. Aunque se ha evitado el toque de queda nacional, que ya existe en regiones como Lacio -cuya capital es Roma-, Campania, Sicilia, Calabria y Lombardia, se da la potestad a las regiones de cerrar aquellas áreas donde pueda haber aglomeraciones a partir de las 21.00 horas.
Los restaurantes, bares, pubs, heladerías y pastelerías podrán permanecer abiertos solo de 05.00 a 18.00 horas, pero se les permite abrir domingos y festivos. Por el momento, los restaurantes y bares podrán abrir con estos horarios los domingos y festivos. Se permite solo cuatro personas por mesa si no son del mismo núcleo familiar y la entrega a domicilio hasta 24 horas.
También se prevé el cierre de gimnasios, piscinas y balnearios, así como de centros culturales, centros sociales, centros recreativos y salas de bingo y casinos y parques de atracciones, mientras que quedan abiertos los parques y jardines de juegos para niños. Cierran también teatros, cines y salas de concierto también al aire libre y se prohibirá todo tipo de organización de eventos y congresos en presencia.
No se permitirá la apertura de las estaciones de esquí, sobre todo después de las imágenes de este sábado con largas filas y personas hacinadas en los remontes.
El Gobierno no decretó la prohibición de desplazarse entre regiones, pero sí "recomienda encarecidamente a todas las personas que no se desplacen, por medios de transporte públicos o privados, a un municipio distinto del de residencia, domicilio o domicilio, salvo por necesidades comprobadas de trabajo o estudio, por motivos de salud".
También introduce nuevas medidas para aplicar la didáctica a distancia al menos para el 75% de los alumnos de los cursos de educación secundaria de segundo grado, es decir mayores de 14 años.
Ayudas económicas
Conte aseguró que están ya preparadas las medidas para compensar a los propietarios de actividades que serán penalizados por estas nuevas reglas y que las ayudas "llegarán directamente a las cuentas corrientes bancarias".
Anunció que se suspenderán los pagos de los impuestos para los comerciales en los meses de octubre y noviembre y se cancelará la segunda cuota del impuesto de bienes inmuebles, que vence el 16 de diciembre.
Ante las protestas, algunas de carácter violento, que se han producido en ciudades como Roma y Nápoles, Conte aseguró que entiende el enfado y la rabia, pero advirtió de que "no puede haber espacio para los profesionales del desorden".