La Asamblea Nacional francesa aprobó este martes el proyecto de ley contra el separatismo islamista, presentado por el Ejecutivo como uno de los ejes del quinquenio. Ese texto, que reafirma el "respeto de los valores de la República", recibió 347 votos a favor, 151 en contra y 65 abstenciones, y a partir del 30 de marzo seguirá su trámite parlamentario en el Senado.
El Gobierno francés lo presentó en Consejo de Ministros el 9 de diciembre, el mismo día del 115 aniversario de la ley de 1905 que asentó en el país la libertad de culto y la separación entre la Iglesia y el Estado.
Entre otros puntos, impone la neutralidad religiosa a los trabajadores de los servicios públicos, protege a esos funcionarios de las presiones radicales y supedita la concesión de subvenciones públicas a que las asociaciones que las reclamen respeten los valores republicanos como el laicismo o la igualdad de género.
Fue lanzado para evitar que las reglas religiosas prevalezcan sobre la legislación nacional y también aboga por penar la expedición de certificados de virginidad o estrechar los controles contra los matrimonios forzosos, que aunque ya están prohibidos afectan actualmente a unas 200.000 mujeres, según cifras de las ONG.
El partido de oposición Los Republicanos (derecha) lo tacha de insuficiente y considera, en palabras de la diputada Annie Genevard, que no está a la altura de los desafíos ni va a suponer un cambio en el día a día de los franceses.
Los socialistas también lo han criticado porque a su juicio apuesta por un enfoque represivo, mientras que la formación izquierdista La Francia Insumisa denuncia que estigmatiza a los musulmanes.
Su presentación coincidió en Francia con un momento de fuertes tensiones sociales, como la decapitación el pasado 16 de octubre del profesor de secundaria Samuel Paty tras haber enseñado en clase caricaturas de Mahoma, que extendió en el país el debate sobre la libertad de expresión o el derecho a la blasfemia.