La "guerra de las salchichas" entre Bruselas y Londres está a punto de estallar. La Unión Europea ha amenazado al Gobierno de Boris Johnson con imponer en breve aranceles y cuotas a los productos británicos si continúa negándose a aplicar el acuerdo de divorcio del brexit, en particular el protocolo sobre Irlanda del Norte. El ultimátum se produce tras la fallida reunión celebrada este miércoles en Londres entre el vicepresidente de la Comisión, Maros Sefcovic, y el ministro británico del brexit, David Frost, que no ha servido para acercar posturas.
"No ha habido avances, pero tampoco una ruptura. Pero los problemas se están volviendo urgentes y ahora necesitamos encontrar soluciones", ha asegurado Frost al término de un encuentro que Sefcovic ha calificado de "muy difícil". En todo caso, el Gobierno británico ha reafirmado que no renuncia a actuar por su cuenta al margen del acuerdo de divorcio si estas soluciones no llegan.
El último episodio es el que afecta específicamente a las salchichas y a la carne picada. A partir del 1 de julio, quedará prohibido exportarlas frescas desde Gran Bretaña a Irlanda del Norte para evitar cualquier riesgo de que entren ilegalmente en el mercado europeo. Pero Johnson ya ha adelantado que no tiene ninguna intención de ejecutar esta prohibición, pese a ser un compromiso que él mismo negoció y firmó con la UE.
Es esta unitelaridad la que ha enfurecido a los líderes europeos. "Si Reino Unido adopta más medidas unilaterales en las próximas semanas, la UE no dudará en reaccionar con rapidez, firmeza y resolución para garantizar que Reino Unido cumpla con sus obligaciones internacionales", ha amenazado Sefcovic en una rueda de prensa tras su encuentro con Frost.
Hasta ahora, el Ejecutivo comunitario ya ha expedientado dos veces a Londres por incumplir el protocolo sobre Irlanda del Norte y ha dado además el primer paso para solicitar un arbitraje internacional. Pero estas iniciativas se han demostrado insuficientes para resolver los problemas y por eso la UE sopesa intensificar la escalada de represalias.
No habrá otra prórroga para las salchichas
¿De qué medidas punitivas estamos hablando? "He venido aquí a encontrar soluciones, así que no he traído conmigo el menú de nuestras medidas de represalia. Pero si se examina el acuerdo con Reino Unido es bastante obvio: podría ser la suspensión de la cooperación en algunos sectores, o también cuotas y aranceles si persisten los problemas de mala fe en la aplicación de los acuerdos", ha respondido el vicepresidente de la Comisión.
Sefcovic no ha querido hablar de plazos pero ha dejado claro que la UE está "perdido la paciencia" con Reino Unido. Es decir, las represalias comerciales podrían ser inminentes si Johnson no rectifica con el protocolo de Irlanda del Norte.
Es ahí donde está el meollo del problema. Para proteger la paz en el Ulster y evitar una frontera que divida la isla, Bruselas y Londres pactaron un estatus especial para Irlanda del Norte, que sigue vinculada a las reglas de la UE. Eso significa que, en la práctica, la frontera se ha desplazado al mar de Irlanda, con nuevos controles aduaneros a los productos que llegan a los puertos de Irlanda del Norte procedentes de la isla de Gran Bretaña para proteger la integridad del mercado europeo.
La nueva frontera ha enfurecido en particular a los unionistas norirlandeses, que denuncian que ponen en peligro la integridad territorial del país. La respuesta del Gobierno de Boris Johnson ha venido siendo extender unilateralmente los periodos transitorios y retrasar la puesta en práctica de los controles. Bruselas asegura que está dispuesta a conceder la máxima flexibilidad, pero insiste en que el protocolo sobre Irlanda del Norte no va a renegociarse y debe cumplirse.
Por ejemplo, la firma de un acuerdo veterinario y fitosanitario entre la UE y Reino Unido permitiría eliminar el 80% de los controles, según ha repetido Sefcovic. Pero el Gobierno de Johnson descarta esta opción alegando que le obligaría a seguir aplicando las reglas comunitarias.
¿Estaría la UE dispuesta a permitir que la exportación de salchichas frescas desde Gran Bretaña a Irlanda del Norte continúe más allá del 1 de julio? "Es muy dificíl para nosotros aceptar otra prórroga porque hay miedo de que no estemos protegiendo la salud pública y la integridad del mercado único. Si pasa algo malo, tendríamos un problema de salud pública en el mercado europeo", contesta el vicepresidente.