Días después de que un informe independiente cifrara en más de 300.000 las víctimas de los abusos sexuales en instituciones de la Iglesia francesa, el Monseñor Eric de Moulins-Beaufort, presidente de la Conferencia Episcopal francesa, ha planteado que sean los fieles los que ayuden a la Iglesia a pagar esas indemnizaciones con sus donaciones.
La Comisión Independiente sobre Abuso Sexual en la Iglesia (Ciase), fue clara en el informe, al decir que los fieles no deberían participar de estas indemnizaciones: "Las medidas de justicia restaurativa deben formar parte del proceso penal" y "el mecanismo de compensación debe confiarse a un organismo independiente, fuera de la Iglesia".
De esta forma, no correspondería a los fieles pagar la institución. "De hecho", prosigue el informe, "no sería coherente con el proceso de reconocimiento de una responsabilidad de la Iglesia como institución". La factura podría ascender a varios miles de millones de euros, repartidos entre las más de 300.000 víctimas.
"Desde 2018 hemos decidido que habrá una dimensión financiera en este asunto. Esta es una forma concreta de reconocer a alguien que realmente ha sufrido2, admite el obispo de Moulins-Beaufort en Franceinfo. "Nos hemos preparado pero no nos queda nada", justifica. El obispo de Moulins-Beaufort se refiere a un "fondo de dotación" de 5 millones de euros, aportado por "el dinero personal de los obispos" y "contribuciones" de los fieles.
Según el informe de Ciase, la financiación "provendría del fondo patrimonial que la Conferencia Episcopal ya anunció la creación en marzo de 2021", sin apelar a las donaciones de los fieles. "La Ciase nos enfrenta a estas dificultades y cierra la puerta a las donaciones de los fieles, olvidando que lo más importante es dar a las víctimas lo que podamos", replica el presidente de la CEF.
Según el obispo, la situación es "difícil" porque todos los recursos de la Iglesia provienen de las donaciones de los fieles. En términos de patrimonio, "la mayoría [de los activos] son iglesias, por lo que no tienen un interés arquitectónico particular, no se pueden vender. Agrega que "las propiedades inmobiliarias no nos están dando dinero, nos están costando. El Vaticano tiene un déficit crónico, somos nosotros los que enviamos dinero al Vaticano todos los años".
Para el obispo, que los fieles contribuyan a las reparaciones no es absurdo. "Uno de los retos de este asunto es que todos los fieles se sientan preocupados. No culpables, pero juntos como Iglesia, somos responsables de estas víctimas", asegura.
En noviembre se darán a conocer las primeras medidas resultantes del informe, tras una reunión de la Conferencia de obispos de Francia y la Conferencia de Religiosos y Religiosos de Francia.