Aleksandr Lukashenko está considerado el último dictador de Europa. Y en los últimos seis meses no ha hecho más que provocar quebraderos de cabeza a la Unión Europea.
El pasado mayo forzó el aterrizaje de un avión de Ryanair para detener a Raman Pratasevich, un periodista disidente. Y ahora ha decidido provocar una "catástrofe humanitaria" (según sus propias palabras), dejando vía libre a miles de inmigrantes para que se planten ante las puertas de la UE en la frontera de Bielorrusia con Polonia.
El ministro del Interior de Bielorrusia, Iván Kubrakov, ha afirmado este martes que los migrantes que se encuentran en la frontera con Polonia no han violado la legislación nacional y su presencia en territorio bielorruso es legal ante las críticas de la UE. "No se han detectado violaciones a la ley por parte de los migrantes. Ellos se encuentran legalmente en territorio de Bielorrusia", ha dicho.
Frente a esto, el Gobierno de Polonia ha decido aumentar su presencia militar en la frontera con Bielorrusia ante la acumulación de grupos de migrantes en la zona, se prepara para nuevos incidentes y ha prohibido el tráfico terrestre en el área hasta nuevo aviso. "No nos dejaremos intimidar y defenderemos la paz en Europa con nuestros socios de la OTAN y la UE", afirma el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki.
Bajo cero
En la región de Grodno (situada en la frontera entre Bielorrusia y Polonia), se acumulan afganos, sirios e iraquíes con sus mujeres e hijos. Allí pretende Lukashenko crear su particular isla de Lesbos. Y aunque los inmigrantes no están rodeados de kilómetros de mar se van a jugar la vida haciendo frente a las inclemencias del tiempo.
Porque el invierno se acerca y están en medio de un bosque en el extremo este de Europa, junto a los países bálticos. A la intemperie y en medio de un ambiente hostil: frente a una alambrada tras la que cientos de policías polacos con escudos antidisturbios y armas de fuego intentan mantener el orden y evitar que entren.
Ante la imposibilidad de cruzar a territorio polaco, los inmigrantes han montado tiendas de campaña en la linde del bosque frente a la frontera y creado fogatas con madera de los árboles.
Disparos y cañones de agua
Durante la noche del lunes, varios grupos de cientos de migrantes se acumularon frente a la valla que delimita la frontera polaco-bielorrusa en el área de Kuznica y, cuando intentaron derribarla, las fuerzas fronterizas polacas les rechazaron con cañones de agua.
Varsovia ha anunciado que ampliará las fuerzas militares destacadas en la frontera, que actualmente suman 12.000 efectivos, y se ha ordenado la movilización urgente de dos batallones en la provincia de Podlasia (este), una de las tres regiones polacas que permanecen en estado de emergencia desde el 2 de septiembre.
Asimismo, se ha trasladado allí a fuerzas policiales de varias ciudades, como Poznan, Gdansk y Lódz, para que colaboren en las tareas de vigilancia.
En grabaciones difundidas por el Gobierno polaco y la Guardia de Fronteras se puede ver a cientos de migrantes acampados y deambulando a lo largo de la valla fronteriza durante la noche del lunes. En uno de los vídeos se aprecian disparos desde el lado bielorruso, lo que en opinión del general Waldemar Skrzypczak, "pueden ser ejecuciones" de migrantes para forzarles a mantenerse en la frontera polaca, pues, según dijo "los bielorrusos son capaces de cualquier cosa".
Von der Leyen
La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, se ha mostrado contundente y ha anunciado sanciones contra Bielorrusia. "No puede poner en juego las vidas de miles de personas, es inaceptable".
"Las autoridades bielorrusas deben entender que presionar de esta forma a la UE a través de la instrumentalización cínica de inmigrantes no les va a ayudar a alcanzar sus objetivos", ha insistido Von der Leyen.
A través de un comunicado la presidenta de la CE ha indicado que ya se ha puesto en contacto los primeros ministros de Polonia, Lituania y Letonia para trasladarles la solidaridad de la UE y la necesidad de acordar con ellos las medidas a adoptar para poder superar esta crisis.
"Hago un llamamiento a los Estados miembros para que apoyen la ampliación de las sanciones contra el régimen bielorruso responsable de este ataque híbrido", reza el comunicado. El vicepresidente de la Comisión, Margaritis Schinas, y el Alto Representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, viajarán en los próximos días a los países de origen y tránsito para asegurarse de que actúan con contundencia y previenen a sus nacionales para que no caigan en la trampa tendida por Bielorrusia.
"La UE analizará cómo sancionar, incluso a través de listas negras, a las aerolíneas de terceros países que participan activamente en el tráfico de personas", ha indicado Von der Leyen.
Y concluye el comunicado señalando que las autoridades europeas trabajará en colaboración con la ONU y sus agencias especializadas cómo evitar que se desarrolle una crisis humanitaria y garantizar que los inmigrantes puedan volver de maneras segura a sus países de origen, con el apoyo de sus autoridades nacionales.
2.000 inmigrantes
Más de 2.000 inmigrantes intentan cruzar la frontera con Polonia en la región de Grodno, según informó el lunes el Comité Estatal de Fronteras de Bielorrusia. "Más de dos mil refugiados, incluidos mujeres y niños, se encuentran frente a la alambrada en la frontera con Polonia", informó el comité estatal, que aseguró que los inmigrantes irregulares tienen por objetivo llegar a la UE, ya que "no consideran a Bielorrusia como lugar de destino".
"La situación en la frontera bielorruso-polaca sigue siendo muy tensa", señaló.
La fuente denunció el uso de gas lacrimógeno contra los inmigrantes por parte de los efectivos de las fuerzas de seguridad polacas, de los que están separados por alambre de espino.
"En respuesta al uso injustificado de medios (policiales) especiales, parte de los refugiados se comportó de manera más activa y comenzó a destruir la alambrada", indicó.
En las imágenes ofrecidas por el portal bielorruso Zerkalo se ve cómo los policías polacos utilizan gases lacrimógenos para dispersar a aquellos que intentaban cruzar la frontera. Algunos refugiados utilizan palas, trozos de madera y señales de tráfico para destruir la alambrada y algunos recurrieron incluso a alicates para cortarla.
Muchos de los refugiados viajan con niños pequeños y carecen de comida, agua y ropa de abrigo, señaló la fuente, cuyas fotos muestran a familias enteras sentadas en torno a hogueras.
Los países vecinos de Bielorrusia - Polonia, Letonia y Lituania- han declarado el estado de emergencia en los últimos meses debido al dramático aumento de la inmigración irregular procedente de territorio bielorruso.
Esos países y la UE acusan a Lukashenko de provocar la actual crisis migratoria en venganza por el apoyo que prestan a la oposición bielorrusa en el exilio.
El régimen del presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, lleva meses impulsando una "guerra híbrida" que se ha plasmado en la entrada de miles de migrantes irregulares en la UE.
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