La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, declaró este domingo en Riga que la nueva variante ómicron del coronavirus abrió una "carrera contrarreloj" y subrayó la necesidad de "ganar tiempo" agilizando la vacunación y reduciendo los contactos.
"En general, lo mejor es tener esperanza, pero prepararse para lo peor", ha remachado la jefa del ejecutivo comunitario. Ahora la principal prioridad es garantizar el distanciamiento social, reducir los contactos y vacunarse y revacunarse lo más posible. Tenemos que conseguir tiempo", ha afirmado en rueda de prensa desde Riga.
"Nos tomamos esta ómicron muy en serio. Estamos ahora en una carrera contrarreloj, porque no lo sabemos todo acerca de esta variante, pero es una variante de preocupación", dijo en una conferencia de prensa conjunta con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y el presidente letón, Krisjanis Karins.
Indicó que la ciencia necesita entre dos a tres semanas para tener una "imagen completa" sobre "las características de las mutaciones" de esta nueva variante.
Por eso, agregó, hay que "usar el tiempo" para tomar acciones de precaución, y señaló que la "máxima prioridad" ahora es reducir los contactos, vacunar y administrar dosis de refuerzo "tanto como se pueda" y cumplir con las normas de distanciamiento social, higiene y uso de mascarilla
Asimismo, subrayó la importancia de secuenciar y de rastrear contactos allí donde se detecten contagios.
También se refirió al tercer contrato que firmó la CE en verano con la biotecnológica alemana BioNTech y la farmacéutica estadounidense Pfizer con el fin de reservar 1.800 millones de dosis adicionales de la vacuna contra la covid-19.
"En este aspecto, estamos sobre seguro", dijo.
Agrego que el contrato incluye una cláusula en caso de la aparición de una variante que escape de la efectividad de la actual vacuna y según la cual BionTech/Pfizer se compromete a adaptar su fórmula a la nueva mutación en un plazo de cien días.