Bruselas

"Nos tememos que esta historia no ha terminado", confesaba en tono sombrío el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell. Con una rapidez inusitada, los ministros de Exteriores de los 27 han aprobado por unanimidad este martes una primera tanda de sanciones contra el Kremlin por reconocer la independencia de las "repúblicas fantasma" de Donetsk y Lugansk y enviar tropas al este de Ucrania, lo que para Borrell es ya una "invasión encubierta". El paquete se ha coordinado de forma estrecha con otros países como Estados Unidos, Reino Unido o Canadá.

Los aliados se han puesto de acuerdo en que este cañonazo inicial sea bastante limitado en su alcance con un doble objetivo: por un lado, dejar espacio para un último intento de salida diplomática a la crisis; por otro, guardarse munición por si Vladimir Putin procede a una invasión total de Ucrania.

La medida más potente es la paralización indefinida del gaseoducto Nord Stream 2, anunciada por sorpresa por el canciller alemán, Olaf Scholz. Una infraestructura promovida por el gigante ruso Gazprom con el fin de conectar directamente Rusia con Alemania a través del mar Báltico, esquivando el territorio de Ucrania. Berlín se resistió hasta el final a incluirlo en el paquete de sanciones, pese a las presiones de Estados Unidos, Polonia, los países bálticos y la propia Comisión Europea. Scholz se ha ganado elogios unánimes entre los aliados por su determinación.

Por lo demás, el paquete inicial incluye la congelación de cuentas y la prohibición de viajar a la UE para los 351 miembros de la Duma que han votado la independencia de Donetsk y Lugansk, así como de otras 27 personas y entidades implicadas en este atentado contra la soberanía y la integridad territorial de Ucrania. Además, se bloquea todo el comercio entre estas dos regiones separatistas prorrusas y la Unión.

La UE sanciona también a los bancos que están financiando operaciones militares rusas y de otro tipo en los territorios separatistas. Finalmente, los europeos impedirán al Estado y al Gobierno ruso el acceso a los mercados de capital europeos para colocar su deuda y lograr financiación. "Haremos que al Kremlin le resulte lo más difícil posible continuar con sus políticas agresivas", ha dicho la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen

El canciller alemán, Olaf Scholz, durante la rueda de prensa en la que ha anunciado la congelación de Nord Stream 2 Reuters

¿Servirán estas medidas para que Vladimir Putin rectifique si las sanciones impuestas en 2014, cuando Moscú se anexionó Crimea, fracasaron en el intento? "Evidentemente, las sanciones no tienen efectos milagrosos, pero sí hacen daños desde el punto de vista económico y para las personas afectadas”, ha respondido Borrell. 

En todo caso, el Alto Representante se ha mostrado convencido de que el presidente ruso no va a conformarse con el envío de tropas rusas a la región del Donbás, sino que continuará sus ataques contra Ucrania. "Estamos en un momento particularmente peligroso para Europa", ha asegurado.

"Con los decretos que reconocen la independencia de Donetsk y Lugansk, Putin ha socavado la soberanía de Ucrania. Y la decisión de enviar una denominada 'misión de paz' es una clara escalada de la agresión de Rusia contra Ucrania. Estos acontecimientos siguen el manual del Kremlin que ya conocemos de 2008 y 2014. Y aprendiendo de la historia, podemos saber cuáles serán los próximos pasos", sostiene Borrell.

Este es, precisamente, el motivo por el que la UE no ha disparado ya todo el arsenal de sanciones sin precedentes que ha preparado contra Moscú, sino únicamente una primera tanda muy modesta. “Hemos preferido guardar cierta capacidad de disuasión para responder a nuevas acciones por parte de Rusia, porque nos tememos que habrá nuevas acciones por parte de Rusia. Tenemos un arsenal de medidas, pero no hemos querido gastarlo todo de una vez porque tendremos que seguir los acontecimientos", ha argumentado el Alto Representante.

También el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, da por descontado que Rusia intensificará sus agresiones contra Ucrania, probablemente con una invasión total con los más 150.000 soldados que tiene acumulados en la frontera. "Todas las indicaciones apuntan a que Rusia continúa preparando un ataque a gran escala contra Ucrania. Estamos viendo una acumulación militar continua: prometieron retirarse, pero han intensificado (su presencia). Vemos que cada vez más fuerzas están saliendo de los campos y se han situado en formación de combate y preparadas para atacar”, ha explicado Stoltenberg.

“También estamos viendo provocaciones en la región del Donbás, así como operaciones de bandera falsa con las que intentan montar un pretexto para un ataque. Y anoche vimos que más tropas rusas entraron en el Donbás, en partes de Donetsk y Lugansk. A ello se suma la retórica amenazante que se confirmó en el discurso del presidente Putin”, ha insistido el secretario general de la Alianza.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, durante la rueda de prensa que ha ofrecido en Bruselas. Reuters

Pese a todo, la OTAN considera que todavía no es "demasiado tarde" para evitar una guerra total en Europa. "Nunca es demasiado tarde para no atacar. Y por eso continuamos pidiendo a Rusia que retroceda, que desescale y que se comprometa de buena fe con los esfuerzos diplomáticos para encontrar una solución política”, ha reclamado Stoltenberg.

“Si Rusia decide de nuevo usar la fuerza contra Ucrania, habrá sanciones todavía más duras, tendrá que pagar un precio más alto”, avisa el secretario general de la OTAN. Además, los aliados están dispuestos a aumentar su ayuda al Gobierno de Kiev, no sólo política o económica, sino también militar para que pueda defenderse. De hecho, los ministros de Exteriores de la UE han acordado enviar una misión para ayudar a Ucrania a defenderse de los ciberataques rusos.

También Borrell ha reclamado proseguir los esfuerzos diplomáticos a través del Consejo de Seguridad de la ONU y de la OSCE. La cumbre bilateral entre Joe Biden y Vladimir Putin que intentaba organizar el presidente francés, Emmanuel Macron, parece descartada porque su celebración estaba condicionada a que Rusia no invadiera Ucrania.

"Las sanciones son sólo una parte de nuestra respuesta. Los esfuerzos diplomáticos continuarán para evitar el estallido de una guerra en el corazón de Europa. Estoy plenamente de acuerdo con Naciones Unidas en que el riesgo de un gran conflicto es real y debemos evitarlo a todo precio", ha insistido el jefe de la diplomacia europea. Un conflicto que dependerá en gran medida de lo que haga en las próximas horas y días el presidente ruso.

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