Las delegaciones de Rusia y Ucrania han confirmado que finalmente sí se reunirán en la ciudad bielorrusa de Gómel, cercana a la frontera ucraniana, para negociar un posible cese de las hostilidades.
Según el jefe de la delegación rusa, Vladímir Medinski, se dirigen de Minsk a Gómel, y lo mismo está haciendo una misión ucraniana desde Kiev.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha asegurado en un comunicado que el encuentro se producirá "sin condiciones previas".
Rusia había anunciado este fin de semana el envío de negociadores a Bielorrusia para conversar con Ucrania, pero Zelenski había rechazado dialogar en este país por considerarlo cómplice de la agresión rusa que sufre su Estado.
"La delegación rusa, formada por representantes de los ministerios de Exteriores, Defensa y otras entidades, incluida la Administración presidencial, llegó a Bielorrusia para conversar con los ucranianos. Estamos listos para comenzar las conversaciones en Gómel", ha anunciado el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Desde Kiev, Zelenski respondió que Rusia utiliza el territorio bielorruso para agredir a su país y afirmó que por tanto la sede de las conversaciones tendrá que ser otra.
"Si desde vuestros territorios no tuviesen lugar acciones agresivas, podríamos hablar en Minsk, en vuestra ciudad. Pero ahora decimos: no Minsk. El espacio para el encuentro puede ser en otras ciudades", afirmó en un mensaje televisado.
"Varsovia, Budapest, Estambul, Baku, propusimos todo esto a la parte rusa, y de hecho nos vale cualquier otra ciudad de cualquier país desde donde no nos lancen misiles", ha explicado.
Zelenski aseguró que los ucranianos "quieren conversar, quieren que la guerra termine". Según el mandatario ucraniano, "solo así las conversaciones serán honestas y podrán poner fin a la guerra".