El jefe de la estación de tren confiesa ser responsable del error que causó el accidente mortal

La fiscalía de Larisa ha imputado al jefe de la estación de trenes de esta ciudad griega por "homicidio negligente" y otros delitos cuya pena oscilaría entre los diez años de cárcel y la cadena perpetua. El hombre comparecerá este jueves ante el tribunal local, pero un portavoz del Gobierno griego ha adelantado que ayer ya confesó su responsabilidad en el error causante del accidente donde murieron, al menos, 47 personas.

Al acusado, de 59 años, se le imputa la presunta comisión de "homicidio negligente" en serie y provocar lesiones corporales, además de un delito grave por la perturbación de la seguridad del tráfico de transporte.

Según los medios griegos, la confesión del empleado ferroviario explicaría una parte del error que situó un tren de pasajeros con 342 pasajeros y 10 tripulantes en la misma vía en la que venía de frente un tren de carga con dos maquinistas. 

Sin embargo, Nikos Tsouridis, formador de maquinistas jubilado, dijo que el error humano no explicaba del todo lo ocurrido: "El jefe de estación cometió un error, lo reconoció, pero seguramente debería haber un mecanismo de seguridad al que recurrir", dijo.

Grecia vendió el operador ferroviario TRAINOSE en el marco de su programa de rescate internacional en 2017 a la italiana Ferrovie dello Stato Italiane, con la expectativa de invertir cientos de millones de euros en infraestructuras ferroviarias en los próximos años.

La operación italiana es responsable de pasajeros y mercancías, y la griega OSE, controlada por el Estado, de las infraestructuras. Esto ha llevado a la población a manifestarse en ciudades como Atenas o Tesalónica para protestar por la privatización de la empresa griega Hellenic Train, compañía de los trenes implicados en la tragedia, pues creen que el Gobierno es responsable.