La disputa entre Francia y Polonia retrasa el plan de la UE de compra conjunta de munición para Ucrania
"Para Ucrania, el coste de la inacción se mide en vidas humanas", se queja el ministro de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba.
22 abril, 2023 04:07La disputa entre Francia y Polonia sobre lo que significa en la práctica 'Made in Europe' ha retrasado la puesta en práctica del plan de compra conjunta de munición para Ucrania que los ministros de Exteriores de la UE acordaron en marzo. Un bloqueo que ha provocado una airada protesta por parte del Gobierno de Kiev. "Para Ucrania, el coste de la inacción se mide en vidas humanas", ha denunciado en Twitter el jefe de la diplomacia ucraniana, Dmytro Kuleba.
El Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común, Josep Borrell, ha tenido que hablar este viernes con Kuleba para tratar de tranquilizarle y "confirmar que la UE está cumpliendo con sus compromisos de proporcionar municiones a Ucrania". "La urgencia es clara: la UE hará todo lo posible por cumplir, y lo hará con rapidez", asegura Borrell.
El plan que aprobaron los Veintisiete en marzo para suministrar a Ucrania un millón de proyectiles en un plazo de un año consta de dos pilares centrales. Lo más inmediato es que los Gobiernos europeos envíen de forma urgente a Ucrania los obuses que aún tienen en sus arsenales. Para empujar a las capitales, la UE ya aprobó un primer tramo de 1.000 millones de euros del Fondo de Apoyo a la Paz. El 66% de este dinero ya se ha gastado, según asegura Borrell.
[La UE aprueba el plan de Borrell para enviar a Ucrania un millón de proyectiles de artillería]
El problema ha surgido con el segundo pilar del plan, el programa masivo de compra conjunta de municiones de calibre 155, que debe contar también con una financiación europea de 1.000 millones de euros. Un programa que contempla dos opciones: o bien realizar las adquisiciones de forma centralizada a través de la Agencia Europea de Defensa (AED), o mediante coaliciones de al menos tres países.
Desde el principio, Polonia, los bálticos o Países Bajos apostaron por una máxima flexibilidad en las compras conjuntas, sin excluir siquiera a países extracomunitarios como Corea del Sur. Para este grupo, la prioridad absoluta es entregar la munición a Ucrania lo más rápido posible para que pueda frenar a las tropas rusas y montar una contraofensiva.
En el extremo contrario, Francia siempre ha defendido que el dinero europeo debe gastarse únicamente en la industria militar comunitaria. En el acuerdo de marzo se impusieron las tesis de París: Borrell anunció que las compras deberían realizarse únicamente "a la industria de defensa europea y de Noruega". "Aceptamos esta solución porque queríamos alcanzar un consenso lo antes posible", explica un diplomático del Este.
Sin embargo, a la hora de concretar el significado de este 'Made in Europe' ha vuelto a surgir una agria disputa entre los Estados miembros que bloquea cualquier decisión. Polonia y sus aliados acusan a París de tratar de excluir a las empresas de armamento de la UE que usan componentes de países extracomunitarios. "Francia presiona para limitar la lista de empresas exclusivamente a aquellas con una cadena de suministro 100% en la UE", señalan las fuentes consultadas.
Esta definición excluiría por ejemplo a las compañías alemanas, que utilizan materiales procedentes de Sudáfrica o de Australia.
Por su parte, el Gobierno de Emmanuel Macron niega ser el responsable del bloqueo y acusa a los países del Este de intentar reabrir el acuerdo de marzo por la puerta de atrás. Eso sí, Francia insiste en que las compras conjuntas de munición deben limitarse a empresas que tengan actividad industrial en Europa, y no pueden beneficiar a sociedades que se dediquen únicamente a la importación de proyectiles, relata otro diplomático.
La disputa volverá a abordarse en la reunión de ministros de Exteriores de la UE que se celebra este lunes en Bruselas, aunque no se espera una solución inmediata. El jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, defenderá un "justo equilibrio" que garantice a la vez el apoyo inmediato a Ucrania y el desarrollo de la industria militar europea, abandonando las posturas maximalistas.