El buque de desembarco Olenegorskiy Gornyak.

El buque de desembarco Olenegorskiy Gornyak. Archivo.

Europa

Rusia despliega buques de guerra para desbloquear la entrada a Crimea ante la 'avalancha' de turistas

Las fuerzas rusas están utilizando barcos de asaltos anfibio para resolver los atascos de tráfico en el puente del estrecho de Kerch, según recoge un informe del Institute for the Study of War

14 julio, 2023 03:10

Su valor simbólico es tan grande como el estratégico. El puente de Kerch, construido tras la anexión ilegal rusa de Crimea en 2014, es la infraestructura más importante que tiene el Kremlin en sus territorios ocupados. Une, con sus 19 kilómetros de longitud suspendidos entre el mar Negro y el mar de Azov, la península ucraniana con Rusia. Es el único enlace terrestre entre ambos territorios. Un cordón umbilical que es motivo de orgullo para el presidente ruso, Vladímir Putin, y que, desde el inicio de la guerra actual se ha convertido en una de las principales vías de abastecimiento para el ejército ruso en el frente. 

Por eso, cuando el pasado octubre parte de esta obra civil saltó por los aires tras explotar un camión de mercancías, la onda expansiva afectó no sólo al orgullo de Putin, sino también al ánimo de las fuerzas desplegadas en el campo de batalla se vieron fuertemente golpeados. Ahora, casi nueve meses después de lo que se presupone es un ataque de las tropas ucranianas (que todavía no han confesado la autoría), el puente, que se reabrió totalmente en febrero, ha sufrido un nuevo golpe. Esta vez, procedente de dentro de Rusia. 

Con kilómetros de costa, Crimea era, desde la ocupación, uno de los principales destinos turísticos de los ciudadanos rusos. Y al parecer, pese a que la región ha sido blanco de múltiples ataques en los últimos meses y que el ejército del Kremlin se ha visto obligado a reforzar la seguridad en la zona para responder ante una posible embestida ucraniana, muchos rusos siguen eligiendo las paradisíacas playas crimeas para pasar el verano.

Esa es, al menos, la versión que ofrecen las autoridades rusas, que llevan meses tratando de trasladar un mensaje de calma y garantizar así una próspera temporada de verano. Todo a pesar de que los datos, como el del portal de reservas de hoteles Ostrovok.ru. que sugiere que sólo el 1% de las reservas de verano de 2023 de los rusos han sido en Crimea frente al 19% de 2021, son poco optimistas. 

No obstante, según un análisis del Institute for the Study of War (ISW), la gran afluencia de turistas rusos a Crimea, que no pueden acceder en avión por el cierre del espacio aéreo, generó a inicios de julio serios atascos de tráfico en el puente de Kerch. De esta manera, quedaba bloqueada una de las líneas de comunicación terrestres más importantes entre Moscú y los efectivos desplegados en el sur de Ucrania, en las regiones de Jersón y Zaporiyia, donde se concentra la actual contraofensiva de Kiev.

[Si no disuadimos a Rusia, la guerra volverá a Europa. Por Nicolás de Pedro]

La congestión se habría vuelto tan problemática que el pasado 4 de julio, el ministro de Transporte de Rusia, Vitaly Saveliev, se reunió con Putin para pedirle permiso para aumentar el número de ferrys que cruzan el estrecho de Kerch, de acuerdo con la agencia de noticias estatal rusa Tass. Sin embargo, estas medidas parecen no haber sido suficientes y el Kremlin se ha visto obligado a involucrar al ejército

Este miércoles, el comandante de la Armada rusa, Maxim Rykhlov, anunció a través de un vídeo de telegram que se habían desplegado dos barcos militares de gran tamaño para que funcionaran como transbordadores, transportaran los vehículos atorados en el puente y descongestionar la carretera. En concreto, se trata de dos buques de asalto anfibio -el Olenegorsky Gornyak y el Kaliningrado- con capacidad de hasta 40 coches. 

De destino turístico a objetivo militar

Recuperar Crimea es una de las grandes ambiciones de Ucrania. También uno de los objetivos más difíciles de conseguir. "La guerra empezó en Crimea y acabará en Crimea", prometió el pasado agosto el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, antes de lanzar su brutal contraofensiva veraniega en el norte y el sur del país que permitió al ejército ucraniano recuperar miles de kilómetros cuadrados. 

Desde entonces, los ataques a la península y a las vías de entrada en el territorio se han multiplicado. Sin ir más lejos, en junio, las tropas ucranianas bombardearon con misiles británicos de largo alcance Storm Shadow el puente Chongar, que conecta Crimea con la ciudad de Melitopol (en el óblast de Zaporiyia), un enclave estratégico para el corredor terrestre que abrió Rusia en el sur en los primeros días de la guerra Por eso, hace ya meses que Moscú trata de blindar la península cavando trincheras y construyendo fortificaciones a lo largo de la frontera.