Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión y candidata del PPE a la reelección, en el congreso de Bucarest.

Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión y candidata del PPE a la reelección, en el congreso de Bucarest. EPP

Europa CONGRESO PP EUROPEO

El PPE propone un Consejo de Seguridad con Noruega y Reino Unido por el riesgo de perder apoyo de EEUU

La posible victoria de Trump impregna la nueva política exterior para la UE en el manifiesto aprobado en Bucarest. Plantea también mandar a solicitantes de asilo a "terceros países seguros" como hace Reino Unido con Ruanda.

7 marzo, 2024 02:56
Enviado especial a Bucarest

El congreso del Partido Popular Europeo (PPE), que se celebra estos días en Bucarest, no sólo servirá para proclamar a Ursula von der Leyen como candidata a la reelección en la Comisión Europea. Aquí también se ha aprobado el manifiesto a partir del cual se elaborará el programa electoral de cara a las elecciones europeas del próximo 9-J. Una medida llamativa es la creación de un Consejo de Seguridad "con otros países europeos, incluidos al menos el Reino Unido, Noruega e Islandia", ante el riesgo de "no poder contar con EEUU".

La posible victoria de Donald Trump en las elecciones del próximo noviembre ha influido ya en las políticas que propone el centro derecha europeo que, con toda seguridad, ganará el próximo 9-J y ocupará, con Von der Leyen, la presidencia de la Comisión de nuevo.

"Es posible un escenario en el que no podamos contar con el apoyo de Estados Unidos para garantizar nuestra soberanía y una seguridad integral", avisa el manifiesto.

Y por ello el PPE pretende, con su anunciada victoria el 9-J, liderar una UE que aborde "el impulso de un escudo de defensa antimisiles", una agencia de investigación avanzada en Defensa al estilo de la DARPA estadounidense, "una ciberbrigada europea, un escudo nuclear europeo y mayores capacidades de producción de bienes para la defensa". Además de reforzar la cooperación europea de los servicios de inteligencia.

Asilo en "terceros países"

Curiosamente, los populares europeos proponen también una polémica iniciativa que más parecería inspirada en el candidato republicano que se enfrentará a Joe Biden... o al mismo acuerdo que firmó, hace ahora un año, Pedro Sánchez con el actual mandatario estadounidense para que España acoja solicitantes de asilo en EEUU con origen latinoamericano.

"Abogamos por un cambio fundamental en la legislación europea en materia de asilo", explica el manifiesto.

El texto dice expresamente: "Queremos aplicar el concepto de terceros países seguros. Cualquier persona que solicite asilo en la UE también podría ser trasladados a un tercer país seguro y sometidos allí al proceso de asilo". 

La idea se asemeja al acuerdo de Reino Unido con Ruanda para cambiar pagos por la "reubicación" en este tercer país de solicitantes de asilo que Londres no acepta o mientras estudia su expediente. 

"Los criterios para terceros países seguros estarán en consonancia con los principios básicos obligaciones de la Convención de Ginebra sobre los Refugiados y el Convenio Europeo de Derechos Humanos", afirma el manifiesto. La UE firmaría "acuerdos bilaterales" con estos terceros países para aplicar esta política, basándose en que los dos convenios invocados "no incluyen el derecho a elegir libremente el país de protección".

Lo cierto es que esta nueva política migratoria no gusta en el PP español, según las fuentes consultadas. Fuentes oficiales de la formación de Alberto Núñez Feijóo confiesan que los populares españoles trataron de enmendar este punto, sin éxito.

Ministro de Exteriores de la UE

No sólo se propone un Consejo de Seguridad europeo, el PPE también quiere que la próxima legislatura europea sea la que cree el puesto de "ministro de Exteriores de la UE".

La iniciativa pretende generar un compromiso político y operativo en el entorno europeo. Porque la UE podría quedarse atrapada entre la guerra de agresión iniciada por Rusia en Ucrania, hace ahora dos años, y un viejo aliado que ya ha anunciado que no cree en la OTAN.

La tradicional arquitectura de seguridad europea se vería, así, gravemente en peligro. Por esta razón, en todo caso, Bruselas aprobó esta semana su primera, pero tímida, Estrategia Industrial de Defensa, un paso para tratar de "gastar más, mejor y de manera más coordinada" en el rearme de los Veintisiete.

Pero para el PPE, esto no es suficiente. Los populares quieren ampliar la red de seguridad al campo político de la Defensa y militar con otros países de Europa que, estando en la (amenazada) Alianza Atlántica, no forman parte de la Unión Europea.

"La UE tiene que reaccionar rápidamente ante crisis internacionales", dice el manifiesto popular, "y aplicar coherentemente sus decisiones en materia de política exterior, por ejemplo, asegurarse de que las sanciones se implementen verdadera y consistentemente". 

La Unión estaría representada en este nuevo Consejo de Seguridad europeo por una nueva figura política, con la que el PPE pretende reforzar la unidad en la única política que sigue siendo privativa de cada Estado miembro, y no está sometida a la comunitarización en los Tratados: "Proponemos la sustitución del Alto Representante por un ministro de Asuntos Exteriores de la UE".

El cargo que hoy ocupa el español Josep Borrell, mantendría su condición de vicepresidente de la Comisión, además de miembro del Consejo Europeo. Pero no se trata de sólo en ponerle un nuevo nombre al puesto. Los populares pretenden llenar de contenido el cargo, dotándole de más poder para "coordinar las políticas" y "tomar decisiones vinculantes", según fuentes consultadas de la delegación española del PP.

Este ministro de Exteriores de la UE "cooperará estrechamente con todos los colegas nacionales" de la Unión "sobre nuestros intereses comunes", y "coordinará intensamente con los de los otros países europeos, en particular, Reino Unido, Noruega e Islandia".

Para el PPE, es clave ser conscientes de que en los próximos años, la UE seguirá enfrentándose a "enormes desafíos en el escenario mundial", a medida que la invasión lanzada por Vladímir Putin en Ucrania no se resuelva. Pero también, por "los conflictos en Oriente Próximo y la reciente inestabilidad provocada por el régimen iraní", que ya han "demostrado su capacidad de desestabilizar" nuestro entorno político y económico.

La UE también necesita, defienden los populares europeos, "una estrategia propia a largo plazo" respecto a otros objetivos y escenarios estratégicos clave. Entre ellos, cita el manifiesto, "áreas que incluyen a China y Taiwán, a Rusia y Bielorrusia", al continente africano, la misma Latinoamérica y la región del Mediterráneo.

"En resumen, necesitamos determinar los intereses de Europa para tener una política exterior coherente en la que se tengan en cuenta a todos los Estados miembros y se protejan sus intereses". Además, el PPE propone "colaborar con las nuevas potencias regionales", como India, Brasil, Turquía o los países de ASEAN, sin citarlos expresamente, "que se están volviendo actores cada vez más importantes en el escenario global".

"Expropiar" dinero ruso

Para empezar, la política común de Exteriores de la UE, plantea el Partido Popular Europeo, debe empezar por la amenaza directa de Rusia.

El PPE dice ser "consciente" de que Moscú "posee grandes cantidades de propiedades y tierras, predominantemente en los países de Europa central y oriental". Y le resulta "inaceptable" que Putin esté "utilizando estos activos con fines de espionaje y para mantener su influencia en toda Europa".

A la luz de la continua agresión rusa, la destrucción de Ucrania y la amenaza sin precedentes que esto supone para la seguridad de la UE, sostiene el manifiesto, "el PPE pide al Parlamento Europeo que apruebe urgentemente legislación que permitiría a los Estados miembros expropiar propiedades rusas congeladas".

Es un paso más sobre lo que acaba de proponerse: utilizar los intereses generados por los fondos rusos congelados en bancos europeos.

El PPE pide a la UE y a los Estados miembros que encuentren "las mejores soluciones jurídicas y financieras para hacer uso de los activos financieros incautados del Estado ruso, los bancos centrales en beneficio de una reconstrucción exitosa de Ucrania".

0,25% PIB para Ucrania

La clave, en todo caso, está en la ayuda militar urgente. En 2023, Rusia gastó más de 100.000 millones de euros en sus operaciones militares en Ucrania, según los datos que maneja la UE. Esto, en sí mismo, ya supera el gasto de Ucrania en defenderse, de unos 80.000 millones, que incluyen la ayuda de Occidente.

Rusia destinó a la guerra el 6% de su PIB, frente al 25% de Ucrania. Por su parte, la UE proporcionó apenas el 0,075% en asistencia militar a Ucrania y Estados Unidos contribuyó 0,10% de su PIB.

"Semejante situación exige un cambio radical y urgente", proclaman los populares europeos. "Cómo funcionan las fuerzas militares occidentales" no satisface al centro derecha de la UE. "Si no se cambia el sistema en un futuro próximo, Ucrania se enfrentará pronto a un profundo déficit de municiones y armamento".

Por ello, el planteamiento del PPE es que "las democracias occidentales" dediquen más dinero a "defender el sistema de libertades" amenazado por la agresión rusa.

"El mayor defecto" del sistema de asistencia militar actual, asegura el manifiesto, "es que se basa en las necesidades individuales de cada país y en decisiones voluntarias".

Eso ha provocado que se hayan "vaciado los arsenales militares" de muchos Estados miembros de la UE, y ahora Kiev dependa de la capacidad de la industria militar occidental, "que todavía está por debajo de las necesidades".

Por eso, el congreso del PPE pide urgentemente a la Comisión y a la OTAN preparar, adoptar e implementar "en un futuro próximo" ese Plan para la victoria de Ucrania, que incluya "un claro apoyo militar real". Ese documento debe garantizar anualmente al menos el 0,25% del total el PIB occidental al apoyo militar a Kiev. "Generaría tres veces más que el recibido en 2023", advierte el PPE.

"Cada Estado miembro de la UE debe aportar no menos del 0,25% de su PIB nacional anualmente apoyo militar a Ucrania", establece el manifiesto.

Pero además pide que ese Plan tenga un Plan B, de nuevo, por los riesgos de una victoria de Trump en las elecciones estadounidenses, dado que, ya ahora mismo, el Congreso de los Estados Unidos "no logra ponerse de acuerdo sobre el apoyo a Ucrania".

En ese caso, la UE debe estar "preparada intervenir y cubrir esas cantidades que Estados Unidos podría potencialmente no entregar", reclaman los populares. "Nuestros aliados transatlánticos sólo nos apoyarán si también estamos dispuestos a hacer nuestra parte de forma autónoma" porque "una alianza fuerte requiere compartir la carga".

En todo caso, la UE debe prepararse para lo peor, si las advertencias de aislacionismo populista de Trump triunfan en las urnas en noviembre y se sustancian, a partir de enero, en EEUU. "Debemos estar preparados para cualquier cambio en nuestra asociación transatlántica y ante un posible escenario en el que no podamos contar con el apoyo de Estados Unidos para asegurar nuestra soberanía para una seguridad integral".

Según el documento, aprobado este miércoles en el congreso popular europeo de Bucarest, "nuestros ciudadanos entienden que Europa necesita hacer más en un mundo turbulento".

El PPE se proclama como "el único partido que ha mostrado consistentemente su voluntad de promover una fuerte postura de defensa en Europa para garantizar tanto la disuasión como la defensa".