Nigel Farage vuelve a primera de la línea política británica. Principal impulsor de la salida de Reino Unido de la Unión Europea, el político ha anunciado este mismo lunes que se presentará como candidato en las elecciones del próximo mes y que liderará el Partido Reformista (Reform UK), en un golpe directo al actual primer ministro, el conservador Rishi Sunak.
La decisión de Farage, conocido por su retórica populista y su discurso antiinmigración, ha tratado de convertirse en diputado hasta en siete ocasiones. Nunca lo ha logrado. Sin embargo, Farage, que está trabajando como presentador de televisión, parece haber decidido no resignarse con los fracasos y volver a sumergirse en la pugna por recabar el mayor apoyo de los votantes de derechas.
A sus 60 años, Farage había dicho que no se presentaría a los comicios porque quería ayudar a su amigo Donald Trump en su carrera a las elecciones de Estados Unidos de noviembre. "He decidido que he cambiado de opinión", dijo Farage en una rueda de prensa. "No siempre es un signo de debilidad, podría ser potencialmente un signo de fortaleza", recoge la agencia de noticias Reuters.
Muy popular en algunos sectores sociales, respaldado por financieros euroescépticos y rechazado por el establishment político británico, en 2016 Farage ayudó a vender el brexit a millones de votantes que se sentían descontentos por igual con los conservadores y laboristas.
Un freno a los laboristas
En las últimas elecciones generales de 2019, el partido de Farage decidió no disputar los escaños ocupados por los conservadores, entonces liderados por Boris Johnson, para evitar dividir el voto pro-brexit.
No obstante, esta vez las encuestas sugieren que el opositor Partido Laborista, liderado por Keir Starmer, está camino de la victoria, mientras que los conservadores se enfrentan a uno de los peores resultados de su historia.
El apoyo al Partido Reformista ronda el 10% a nivel nacional, lo que le otorga el tercer mayor porcentaje de votos, según los sondeos. No obstante, el regreso de Farage podría inquietar a Sunak, que ya ha tratado de atraer a los votantes del Partido Reforma con medidas como los recortes en las pensiones.
De hecho, este mismo lunes, cuando se le preguntó a Sunak si temía que Farage entrase en la contienda, el premier dijo que un solo voto a favor del partido conservador rival ayudaría al opositor Partido Laborista a ganar las elecciones. Y es que en el sistema británico el ganador se lo lleva todo.