Ursula von der Leyen conversa con Kaja Kallas durante el Consejo Europeo de este jueves en Bruselas

Ursula von der Leyen conversa con Kaja Kallas durante el Consejo Europeo de este jueves en Bruselas Unión Europea

Europa

Von der Leyen, Costa y Kallas: así es el trío que dirigirá la UE en la legislatura 2024-2029

La presidencia de la Comisión es el puesto con más poder, mientras que Costa y Kallas tendrán como principal función buscar el consenso a 27.

28 junio, 2024 02:17
Bruselas

El trío formado por Ursula von der Leyen, António Costa y Kaja Kallas, elegido este jueves por los líderes europeos para gobernar la UE durante la legislatura 2024-2029respeta todos los complejos equilibrios que exige el reparto de altos cargos, empezando por la igualdad de género. Aún así, no ha contado con el apoyo de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ni del húngaro Viktor Orbán, que denuncian la exclusión de la derecha radical.

Von der Leyen viene de un gran país de Centroeuropa y es la candidata del Partido Popular Europeo, ganador de las elecciones del 9-J. Costa ha sido postulado por los socialistas y representa a los países del Sur. Es además la primera persona de color que accede a la cúpula de la UE. Por su parte Kallas pertenece a la familia liberal y será la voz de los países del Este y de los países pequeños.

Ursula von der Leyen, la señora Europa

Desde que llegó al poder en 2019, ya no hay dudas sobre el teléfono al que hay que llamar para hablar con la UE. Ursula von der Leyen (Bruselas, 65 años), la primera mujer presidenta de la Comisión, se ha convertido en el rostro de Europa en los últimos 5 añosSu primer mandato ha estado marcada por una sucesión de crisis: Covid-19, guerra de Ucrania, emergencia energética o conflicto en Gaza. Unas turbulencias sin precedentes que en cada momento estuvieron a punto de abrasarla, pero de las que ha logrado salir reforzada.

Su cargo es, con diferencia, el más importante en Bruselas. La Comisión Europea es lo más parecido al Gobierno de la UE, con capacidad de iniciativa legislativa y la obligación de hacer respetar los Tratados. En su primer mandato, la alemana ha centralizado además todo el poder y apenas ha repartido juego con su equipo de comisarios, lo que le ha costado las críticas de sus colegas. El rearme de la UE frente a Rusia y el refuerzo de la competitividad económica son las dos grandes prioridades de la nueva legislatura.

Hija de un alto funcionario europeo, Von der Leyen vivió los primeros 12 años de su vida en Bruselas. Inició estudios universitarios de Economía pero al cabo de tres años se cambió a la carrera de Medicina, en la que se doctoró en 1991. Casada y con siete hijos, Von der Leyen revolucionó las políticas de natalidad en Alemania durante su etapa como ministra de Asuntos de Familia y Juventud en el primer gabinete de Angela Merkel, en 2005. Aumentó las plazas de guarderías e introdujo un permiso de paternidad de 14 semanas. 

Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión, abre la reunión semanal del Colegio de Comisarios, en Bruselas.

Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión, abre la reunión semanal del Colegio de Comisarios, en Bruselas. Efe

En 2013, Von der Leyen se convirtió en la primera mujer en ocupar la cartera de Defensa en Alemania, también con Merkel. En este departamento su popularidad cayó en picado al verse envuelta en varios escándalos. En julio de 2019, Emmanuel Macron la propuso por sorpresa para suceder a Jean-Claude Juncker al frente de la Comisión, después de que todos los candidatos oficiales fueran descartados. 

Todo el mundo en Bruselas reconoce su protagonismo en el diseño de los fondos Next Generation, que permitieron salvar a Italia y a España en plena Covid-19. O su firme respuesta ante la invasión de Ucrania por parte de Rusia. No obstante, Von der Leyen causó polémica por su vista a Israel tras los atentados de Hamás por prestar un apoyo sin límites al Gobierno de Benjamin Netanyahu. O también por sus cesiones ante las protestas de los agricultores, retirando una pieza central del Pacto Verde Europeo como era la ley para reducir el uso de pesticidas. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presume de haber tenido una "extraordinaria relación" con ella.

Antonio Costa, el renacido

La carrera política de Antonio Costa (Lisboa, 62 años) parecía haber llegado a un abrupto final el 7 de noviembre de 2023. Ese día, Costa dimitió como primer ministro portugués a raíz de una operación judicial que se saldó con 42 registros y las detenciones de su jefe de gabinete y un empresario amigo. Su nombre aparecía envuelto en una investigación relacionada con tráfico de influencias, corrupción y prevaricación en proyectos energéticos.

António Costa conversa con Ursula von der Leyen durante una reunión del Consejo Europeo en Bruselas

António Costa conversa con Ursula von der Leyen durante una reunión del Consejo Europeo en Bruselas Unión Europea

En ese momento figuraba ya como máximo favorito para suceder a Charles Michel al frente del Consejo Europeo, pero se esfumó de repente de todas las quinielas. Él siempre ha defendido su inocencia y asegura que renunció para preservar la "dignidad" del cargo. Con el tiempo, el caso se ha desinflado y Costa no figura acusado de nada. Es más, salió a la luz que los fiscales habían confundido su nombre con el del ministro de Economía, António Costa Silva, en las transcripciones de las escuchas telefónicas.

Eso le ha permitido renacer de sus cenizas y regresar triunfante a primera línea de la escena europea, aclamado como aspirante único de los socialistas al reparto de altos cargos. No sólo eso: el nuevo primer ministro portugués, el democristiano Luís Montenegro, también le apoya sin reservas pese a ser de una familia política rival. Durante la pasada legislatura, Costa -cuyo padre era mitad mozambiqueño, mitad indio- ha sido un estrecho aliado de Pedro Sánchez en Bruselas, en cuestiones como la 'excepción ibérica'.

"A todos los líderes les cae bien António Costa", aseguraba hace unos días un diplomático europeo. Su talante dialogante y de buen negociador se ajusta perfectamente al cargo de presidente del Consejo Europeo, que carece de poderes ejecutivos y cuya principal labor es la de "facilitar la cohesión y el consenso" entre los líderes europeos, hacer de intermediario y allanar el camino para los acuerdos. También asume en determinados casos la representación exterior de la Unión.

Casado y con dos hijos y jurista de formación, Costa inició su carrera política como diputado en el Parlamento portugués en 1991. A medida que asendía en el Partido Socialista, se incorporó como ministro en sucesivos Gobiernos, primero de la mano de António Guterres (Asuntos Parlamentarios y Justicia) y luego bajo la batuta de José Sócrates (Interior). Con su popularidad al alza, Costa dejó el Gobierno en 2007 para dar el salto a Lisboa, donde fue elegido alcalde tres veces consecutivas (2007, 2009 y 2013), cada vez con una mayoría más amplia.

En las elecciones de 2015 fue el candidato del Partido Socialista a primer ministro. Pese a perder los comicios frente al democristiano Pedro Passos Coelho, Costa logró formar un Gobierno de coalición con el Bloque de Izquierda y el Partido Comunista. El bautizado como pacto de la geringonça se prolongó durante un segundo mandato, hasta que Costa ganó por mayoría absoluta en 2022.

Además de sus 8 años como miembro del Consejo Europeo, Costa cuenta con una amplia experiencia en la UE. Fue eurodiputado y vicepresidente de la Eurocámara entre 2004 y 2005, y ha participado incluso en el Comité de las Regiones durante su etapa de alcalde.

Kaja Kallas, la nueva dama de hierro

Kaja Kallas (Tallinn, 46 años) ha sido la última incorporación al puzzle de los altos cargos de la UE. La primera ministra de Estonia, apodada como la 'nueva dama de hierro de Europa', quería ser secretaria general de la OTAN, pero fue descartada por su línea considerada "excesivamente" dura frente a Rusia. Vladimir Putin la ha puesto en su 'lista negra' de personas en busca y captura en su territorio.

La primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, durante el Consejo Europeo de este jueves en Bruselas

La primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, durante el Consejo Europeo de este jueves en Bruselas Unión Europea

Su labor como Alta Representante será forjar consensos y representar la posición común de la UE, cuando la haya. Al final, la política exterior sigue en manos de los Estados miembros y cualquier movimiento en la UE exige unanimidad. En todo caso, a algunos Estados miembros todavía les preocupa que Kallas dedique todo su tiempo al flanco este y descuide otras prioridades como la vecindad sur o las relaciones con América Latina. 

Desde que Putin desencadenó su guerra contra Ucrania el 24 de febrero de 2022, la joven y dinámica primera ministra se ha convertido en una de las voces más firmes e influyentes en la UE y en la OTAN en favor del suministro de armamento a Ucrania y del endurecimiento de las sanciones contra Rusia. Una especie de líder de la resistencia europea a la agresión de Moscú, pese a que su país apenas tiene 1,3 millones de habitantes. Su inglés perfecto y su dominio de las redes sociales le han permitido multiplicar su presencia y popularidad en los medios de todos los países de la UE. 

Su padre, Siim Kallas, es uno de los artífices de la independencia de Estonia. Kaja Kallas estudió derecho y economía y llegó a ejercer de abogada. Empezó su carrera política como diputada nacional en 2011 y después logró un escaño en la Eurocámara en 2014. En 2018 ascendió al liderazgo del Partido Reformista de Estonia, que pertenece a la familia de los liberales europeos. En 2021 se convirtió en la primera mujer que alcanzaba el cargo de primer ministro de Estonia en un Gobierno de coalición. Un puesto que revalidó en las últimas elecciones de marzo de 2023.

Desde su llegada al poder, Kallas ha aumentado el gasto en defensa hasta el 3% del PIB (España apenas llega al 1,26%) y además ha anunciado una partida específica del 0,25% para asistencia militar a Ucrania durante los próximos cuatro años. Como primera ministra de Estonia, ha pedido al resto de socios que hagan lo mismo.