Fernando Sabag Montiel muestra un mensaje que dice me tienen secuestrado, mientras asiste al juicio contra Nicolás Carrizo y Brenda Uliarte, acusados de tentativa de homicidio agravado como coautores de la expresidenta argentina Cristina Kirchner de Fernández.

Fernando Sabag Montiel muestra un mensaje que dice "me tienen secuestrado", mientras asiste al juicio contra Nicolás Carrizo y Brenda Uliarte, acusados de tentativa de homicidio agravado como coautores de la expresidenta argentina Cristina Kirchner de Fernández. Tomas Cuesta REUTERS

América

El sicario que intentó matar a Cristina Kirchner: "Quería asesinarla por ladrona y por la inflación"

El 1 de septiembre de 2022 la tevé transmitió en vivo la irrupción de una pistola frente a la cara de la entonces vicepresidente.

28 junio, 2024 02:15
Buenos Aires

"Yo quería matar a Cristina Kirchner porque es ladrona, una asesina y llevó a Argentina a la inflación". Así confesó su crimen Fernando Sabag Montiel, que en 2022 gatilló una pistola a medio metro del rostro de la entonces vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, pero la bala no salió disparada.

Con frialdad de sicario y sin señal de arrepentimiento, el magnicida frustrado (37 años, transportista) declaró varias horas en el banquillo de acusados frente al tribunal de justicia que empezó el miércoles a enjuiciarlo, junto a sus cómplices, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo.

La noche del 1 de septiembre de 2022, Cristina Kirchner volvía del Senado a su piso en el barrio de Recoleta. En la calle aguardaba un centenar de simpatizantes que la vivaban y se acercó a saludar. La tevé transmitía en vivo y mostró la irrupción de una pistola frente a su cara.

El arma del calibre 22 tenía cinco proyectiles en el cargador pero ninguno en la recámara pues Sabag Montiel no había accionado la corredera. Así, aunque jaló el gatillo no hubo ningún disparo. Enseguida, los 'cristinistas' se abalanzaron sobre él, lo desarmaron y entregaron a los custodios.

"Gatillé una vez, no dos veces como se dijo. Y no volví a dar recarga al arma porque fui interceptado. No tuve momento de salida o escape del plan. La distancia fue prudencial, estaba a 30 centímetros", confesó con un habla calma y pausada.

"Salvada de milagro"

Cristina Kirchner admitiría que en ese momento no se enteró del cañón del arma apuntando frente a los ojos ni de la percusión del gatillo. Los empujones y el griterío de la gente la distrajeron. Recién al observar el video en tevé confirmó que había salvado la vida de milagro.

En la primera audiencia del juicio, durante el interrogatorio de la fiscalía, la acusadora preguntó: "¿El atentado en qué consistía?".

"¡Matar a Cristina!"

"Je…se contesta sola la pregunta: ¡Matar a Cristina!", respondió sin dudar Sabag Montiel, que asumió la autoría total del intento de eliminar a la ex Presidente de Argentina (2007-2011/2011-2015) y sostuvo con naturalidad que se trató de "un acto de justicia".

De cabellos desmelenados y barbas sin recortar, recordaba por su descuido en la apariencia física a 'Unabomber', Ted Kaczynski, el terrorista que en los años '90 en los Estados Unidos envió 16 cartas bomba y asesinó a tres personas e hirió a varias.

El acusado intentó mostrar que fue un 'lobo solitario' desligando a sus compañeros Uliarte y Carrizo. Los tres tenían vínculos con Revolución Federal, un grupo de extrema derecha que en plaza de Mayo montaba guillotinas y horcas de utilería con el 'pelele' de Cristina Kirchner.

Y aseguró que había perpetrado "el atentado" —así lo llamó— no para "favorecerme económicamente" ni para "colocarme en las antípodas del kirchnerismo" sino por una causa "más profunda y ética, comprometida con el bien social".

"Soy apolítico"

"Quiero aclarar que soy apolítico. El incentivo para el atentado no fue colocarme en las antípodas del kirchnerismo. Tuvo un tinte más personal, más que perseguir un fin que pueda beneficiar a algún sector político", trató de aventar sospechas de contactos con algún partido.

Sin embargo, confió ser consciente de que si hubiese logrado asesinar a Kirchner entonces en Argentina "iba a haber una desestabilización, una temida guerra civil".

Venganza individual

"Yo en lo personal me sentí humillado de haber sido una persona que tenía un buen pasar económico a ser un vendedor de copitos (algodón de azúcar)", admitió al reconocer que también lo animó una suerte de venganza individual.

A todos asombró la confesión llana y franca que hizo Sabag Montiel en vez de defenderse como cualquier acusado. Tanto fue así que llegó un momento en que él dirigía la audiencia y preguntaba sobrador a jueces, fiscales y abogados: "¿Más preguntas?... ¿algo más?".

"No actuaron solos"

La sesión del proceso continuará el miércoles 3 de julio cuando será el turno de que Uliarte y Carrizo declaren como imputados. Los tres afrontan posibles condenas a 15 años de prisión por el delito de "tentativa de homicidio" agravado por alevosía y premeditación.

Para Cristina Kirchner, la banda formada por Sabag Montiel y sus cómplices no actuó sola. Detrás de ellos se esconden dirigentes políticos de derecha vinculados al partido Propuesta Republicana (PRO), del ex presidente Mauricio Macri (2015-2019), aliado del actual Gobierno de Javier Milei.

Sospecha de Milman

La principal sospecha de la ex presidente recae sobre Gerardo Milman, viceministro de Seguridad en el Gobierno de Macri y actual diputado. "Cuando la maten (a Cristina) voy a estar camino a la costa (playa)", se le oyó decir, el día anterior al hecho, en una cafetería próxima al parlamento.

A los teléfonos móviles de Milman y sus dos secretarias, que le acompañaban en el bar, les borraron el historial —denunciaron los abogados representantes de Kirchner— en una oficina de Patricia Bullrich, ex ministra de seguridad de Macri y actual de Milei. "Más claro, échale agua" posteó la vicepresidente en redes sociales.