Marine Le Pen, presidenta del grupo parlamentario del partido de extrema derecha francés Frente Nacional.

Marine Le Pen, presidenta del grupo parlamentario del partido de extrema derecha francés Frente Nacional. Reuters

Europa

Guía para entender las elecciones francesas que pueden llevar al poder a la extrema derecha

Si la extrema derecha gana en las urnas y lleva a Bardella a Matignon se dará paso un periodo de cohabitación, algo que no ocurría desde 2002.

29 junio, 2024 02:36

"Pánico en el cuartel general". Así empezaba la crónica del canal todo noticias France info ayer viernes. El cuartel general era el de la campaña de la mayoría presidencial de Emmanuel Macron cuya disolución anticipada de la Asamblea Nacional ha situado a la extrema derecha francesa a un paso del poder. Un terremoto con epicentro en París que va a sacudir toda Europa. Si usted no sigue al detalle la política francesa, no se preocupe. Le ponemos al día.

¿Por qué hay elecciones en Francia?

Porque el presidente de la República decidió disolver la Asamblea Nacional la noche del 9 de junio. Fue un movimiento inesperado, cocinado por un grupo de consejeros de Macron en la sombra del Palacio del Elíseo, ocultado hasta el último minuto al primer ministro, Gabriel Attal, y a los líderes de su mayoría.

¿Por qué lo ha hecho Macron? En su alocución televisada imprevista desde El Elíseo el domingo a las 20:50 horas, el presidente quiso dramatizar el triunfo de la lista de Reunión Nacional (RN), el partido de Marine Le Pen: "El crecimiento de los nacionalistas, los demagogos es un peligro para nuestra nación pero también para nuestra Europa. Por eso, he decidido volver a darles a ustedes la elección de nuestro futuro parlamentario por el voto. Disuelvo pues, esta misma noche la Asamblea Nacional".

Emmanuel Macron, presidente de Francia.

Emmanuel Macron, presidente de Francia. Reuters

A día de hoy, está claro que el aplastante triunfo en las europeas de la extrema derecha (RN 31,4% a los que hay que sumar un 8% de otras candidatos afines) fue más pretexto que causa. El caso es que Macron estaba limitado por lo exiguo de su mayoría parlamentaria (250 diputados sobre 577) y por la reiteradas negativas de la derecha clásica (61) a firmar un pacto estable.

Y decidió echar un órdago. La convocatoria podía haber esperado al otoño pero Macron quiso pillar en corto a las oposiciones. Calculó que la derecha estallaría entre partidarios y contrarios a aliarse con la RN de Le Pen y que la izquierda no lograría unirse en siete días. Los socialistas liderados en las europeas por Raphaël Glucksman habían logrado un buen resultado (13,8%) talonando a los macronistas (14,6%) y, sobre todo, distanciando a la extrema izquierda de La Francia Insumisa (9,9%). Además, estos últimos son pro palestinos y habían echado pestes del judío Glucksman durante la campaña europea…

¿Cómo están las encuestas?

Fatal para Macron: el tracking de IFOP para Le Figaro a dos días del escrutinio sitúa a su Mayoría presidencial en 20,5%, detrás del Nuevo Frente Popular, NFP, (29%) y del RN y sus aliados de la derecha clásica (36,5%) en máximos históricos.

Porque Macron acertó en su vaticinio de que la derecha estallara. Pero erró en el caso de la izquierda. Éric Ciotti, "el político de derechas más de derechas que no es de extrema derecha" en definición de Alain Duhamel, había dado el paso de aliarse con Le Pen. Desgarrando a los herederos de Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy. Los refractarios al pacto resisten en las encuestas (7%) camino del desguace. En cambio toda la izquierda (socialistas, comunistas, e insumisos más los ecologistas y algún trotskista) se pusieron de acuerdo en un pacto de reminiscencias nominales de los años 30.

El sondeo de Ipsos para Le Monde publicado esta semana con una muestra de 11.820 personas encuestadas entre el 21 y el 24 de junio, coincide con el tracking de IFOP: RN (32% + 4% de los aliados de Ciotti), el NFP (29%) y los partidarios de Macron (19,5%). La derecha clásica aqui mejora hasta el 8%.

Finalmente, el último sondeo de Odoxa para Le Nouvel Obs, hecho público el viernes por la tarde, sitúa a la extrema derecha y sus aliados en un 35%, al NFP e 29,5%, a la mayoría presidencial en 21% y a la derecha clásica en el 7%.

Nótese que en Francia no está vigente la ridícula prohibición española de no publicar sondeos en la última semana de la campaña.

La extrema derecha en Francia sube en intenciones de voto al 37 %, el macronismo baja

La extrema derecha en Francia sube en intenciones de voto al 37 %, el macronismo baja

Votación y escaños

Al contrario que en las europeas, donde Francia vota como España (listas nacionales, reparto de escaños proporcional), las legislativas francesas se disputan en 577 circunscripciones uninominales con escrutinio mayoritario a dos vueltas.

El sistema fue concebido para dar estabilidad a la V República liderada por De Gaulle. En la primera vuelta, el elector votaba según su gusto entre, normalmente, una docena de candidatos. Y en la segunda, escogía entre los dos más votados. El sistema funcionaba mientras estuvo vigente la clásica división entre derechas e izquierdas. La primera vuelta era una especie de primarias abiertas y la segunda vuelta daba siempre una mayoría clara.

Así durante décadas, la extrema derecha se quedaba fuera del Parlamento aunque sus votantes fueran aumentando elección tras elección. Y en estas llegó Macron, candidato ganador en 2017 con su lema ni de izquierdas ni de derechas, aglutinando todo el espectro desde el gaullismo pro europeo de Alain Juppé o Édouard Philippe hasta los socialdemócratas como él mismo pasando por los centristas como François Bayrou o la derecha liberal de Bruno Lemaire.

Pues bien, ese 'ni-ni' está a punto de saltar por los aires. El reparto de escaños de Le Figaro da a la Mayoría presidencial entre 75 y 110 escaños, frente a los 250 actuales. ¿Comprenden ahora lo del "pánico en el cuartel general"? La izquierda obtendría entre 180 y 210 escaños (ahora 149), la derecha clásica conservaría entre 25 y 50 actas (ahora 61). Y el RN y su aliados sumarían de 220 a 260 diputados (ahora 88).

El presidente francés, Emmanuel Macron, a la espera de una reunión en el Quai d'Orsay de París.

El presidente francés, Emmanuel Macron, a la espera de una reunión en el Quai d'Orsay de París. Dylan Martinez Reuters

El sondeo de Odoxa para Le Nouvel Obs publicado el viernes por la tarde asignaba a la derecha republicana de 15 a 45 diputados, a la Mayoría presidencial entre 70 y 110 escaños, a la izquierda de NFP de 150 a 190 actas y a RN y sus aliados entre 265 y 305 escaños. Es decir, si se cumplen los sondeos, la extrema derecha está en Francia a las puertas del poder… porque la mayoría absoluta es de 289 diputados

Participación, delegación de voto y triangulares

Hay consenso entre todos los institutos de sondeos en que la participación en estas primeras elecciones veraniegas de la V República va a ser impresionante: 63% (Ipsos), 66% (Odoxa) y 67% (IFOP). Cifras no alcanzadas en este siglo en ninguna de las cinco elecciones legislativas.

Está clarísimo que la dramatización de Macron ha sacado a la gente del letargo político porque en las europeas del 9-J votó sólo el 51,7% y en los dos últimas comicios legislativos no se llegó al 53% de participación.

Le Monde, a partir de la macroencuesta de Ipsos estudiaba con más detalle este fenómeno. Así los menores de 35 años se abstendrían mucho más que los mayores de 65 años (49% frente 28%) lo que pudiera favorecer a Macron, favorito entre esta franja de edad.

Partiendo de la base cierta de la participación en las europeas, el vespertino dividía al electorado en cuatro bloques: los votantes constantes que votaron el 9-J y están ahora seguros de participar (59%), los abstencionistas constantes (15%), los votantes en la europeas que no están seguros de ir a votar este domingo (21%) y, finalmente, los abstencionistas el 9-J que ahora sí van a votar (5%).

Entre este último grupo, el 31% votaran a la izquierda, el 30% a la extrema derecha y un 28% a los candidato de las listas progubernamentales.

Jordan Bardella, presidente del partido francés de extrema derecha Agrupamiento Nacional (Rassemblement National - RN).

Jordan Bardella, presidente del partido francés de extrema derecha Agrupamiento Nacional (Rassemblement National - RN). Reuters

Otro signo de la movilización ciudadana es el elevado número de personas que han decidido cumplimentar el trámite para delegar el voto. En Francia no existe el voto por correo por lo quienes desean votar y no pueden ir a su colegio electoral tienen que encontrar una persona que esté dispuesto a hacerlo por ellos y pasarse por la comisaría o el cuartel de la gendarmería a sellar el papeleo. A falta de tres días, dos millones de franceses habían cumplementado el trámite.

Esta movilización va a producir un número record de triangulares. Recuerdan que les conté que a la segunda vuelta pasaban las dos candidatos más votados en la primera… y el tercero si obtiene el respaldo del 12,5 % de los electores de la circunscripción. Eso, con participación baja es raro (8 triangulares en 2022, una en 2017). Con la particpación que prevén los sondeos, este domingo pueden establecer entre 160 y 200 triangulares.

Pacto republicano, desestimientos

Normalmente, los líderes de los partidos deciden enseguida qué consigna dar a sus votantes de primera vuelta de cara a la segunda e incluso pactan retirar mútuamente a algunos de sus candidatos en triangúlares para favorecer a un rival más próximos. Hasta ahora, aquí entraba en funcionamiento el pacto republicano por la que ningún candidato cedía sus votos a la extrema derecha. Y aquí morían las aspiraciones de Le Pen.

Al nivel actual del voto de la extrema derecha, ya no tendría ningún sentido el intento de cordón sanitario. Además Marine Le Pen ha sido homologada en el sistema. Candidata en las dos últimas elecciones presidenciales y debatió con Macron ante la segunda vuelta en ambas ocasiones. La hija del fundador del Frente Nacional, Jean Marie Le Pen, inició hace años un proceso de desmonización del partido que ha culminado con éxito.

Además del cambio de nombre de Frente a Reunión que es más intrusivo, Marine Le Pen ha depurado el partido de extremistas lo que supuso expulsar a su propio padre. La guerra de Gaza le ha dado la oportunidad de sacudirse la etiqueta de antisemita. El hito fue la participación de RN en la gran marcha cívica contra el antisemitismo en noviembre de 2023.

La izquierda ha resucitado la apelación Frente Popular pero en realidad hace mucho tiempo que el partido de los obreros es el RN (57% de votos) y de los parados (48%). El antifascismo es una consigna caduca en Francia. Aunque el populismo de Le Pen ha sublimado el racismo ambiental en que los ciudadanos con doble nacionalidad no podrán acceder a empleos estratégicos. Es el único charco en que se han metido durante esta campaña exprés que buscó Macron.

El presidente francés Emmanuel Macron.

El presidente francés Emmanuel Macron. Reuters

Está por ver que consigna se dan a partir del domingo pero uno de los barones del macronismo, Bayrou, declaró hace unos días que no apoyarán nunca ni a los candidatos de extrema derecha ni a los de extrema izquierda, es decir los insumisos de Mélenchon. El gran problema de la izquierda es la impopularidad del líder del componente principal de la coalición. Las últimas esperanzas de Macron de evitar que la extrema derecha llegue al poder están ahí… siempre que el RN y sus aliados no logren mayoría absoluta el 7 de julio.

Cohabitación: Macron, Bardella, Le Pen

Por mucho que Macron haya cometido el mayor error de su carrera y su disolución anticipada lleve al paro a la mitad de sus diputados y dé la victoria a la extrema derecha, (si las urnas confirman los sondeos) él seguirá siendo presidente hasta mayo de 2027, cuando termine su mandato de cinco años.

De hecho, la Constitución le da el derecho a elegir el primer ministro que, acto seguido, debe conseguir la confianza de la Asamblea. Ergo, si el RN y sus aliados logra mayoría absoluta no tendrá más remedio que nombrar a Jordan Bardella primer ministro. A sus 28 años, el presidente del RN por votación de sus afiliados había llevado a la extrema derecha a la victoria en las europeas y se preparaba para ser primer ministro en 2027 si Marine Le Pen gana las presidenciales para la que es la máxima favorita de los sondeos. La disolución ha anticipado su plan de carrera.

Bardella ha declarado que si no tiene mayoría absoluta no será primer ministro. En ese caso, Macron debería proponer a un técnico que encabece un gobierno de gestión a la italiana, una fórmula nunca ensayada en la V República... Hasta que transcurrido un año, el presidente pueda volver a convocar elecciones legislativas.

Si la extrema derecha gana en las urnas y lleva a Bardella a Matignon- el palacete donde residen los primeros ministros-, se dará paso un periodo de cohabitación, algo que no ocurría desde 2002 cuando el mandato presidencial fue acortado de 7 a 5 años precisamente para evitarla.

De hecho, hay quien piensa que Macron busca en el fondo propiciar la llegada precipitada de la extrema derecha al poder para desgastarla. "Si perdemos, prefiero darle las llaves de Matignon al RN en 2024 que las del Elíseo a Marine Le Pen en 2027" dijo Macron el 9-J ante los estupefactos dirigentes de su mayoría.