Von der Leyen se enfrenta a su examen final en la Eurocámara: ¿logrará los votos que necesita?
En 2019, la alemana aprobó por un margen de apenas 9 votos, un resultado ajustadísimo que le ha perseguido hasta hoy.
14 julio, 2024 03:31En julio de 2019, la 'gran coalición' de populares, socialistas y liberales que sustenta la estabilidad de la UE sumaba un total de 410 escaños. Sin embargo, Ursula von der Leyen -designada por unanimidad por los líderes europeos- consiguió únicamente 383 votos favorables a su investidura como presidenta de la Comisión, apenas 9 votos por encima de la mayoría absoluta en el Parlamento Europeo que necesitaba.
Un resultado sorprendente porque tanto los ultras polacos de Ley y Justicia (20 escaños) como los italianos del Movimiento 5 Estrellas (8 escaños) apoyaron también entonces a la alemana. Von der Leyen sufrió un fuerte voto de castigo porque, al elegirla a ella -que no era candidata oficial ni había hecho campaña-, los jefes de Estado y de Gobierno desecharon a los aspirantes propuestos por la Eurocámara. Nunca se sabrá a ciencia cierta de donde salieron las fugas porque el voto es secreto.
El próximo jueves, Von der Leyen se enfrenta de nuevo en Estrasburgo al examen final del Eurocámara. Fruto de un nuevo acuerdo de la 'gran coalición', los líderes europeos la designaron para un segundo mandato como jefa del Ejecutivo comunitario el pasado 27 de junio. La italiana Giorgia Meloni se abstuvo y el húngaro Viktor Orbán votó en contra. Para ser confirmada, la alemana necesita la mayoría absoluta en el Parlamento, que en esta ocasión está en 361 escaños.
[Los líderes europeos cierran el acuerdo sobre el reparto de altos cargos sin el apoyo de Meloni]
Si Von der Leyen no logra los votos necesarios y su candidatura naufraga, eso desencandenaría una crisis sin precedentes en la Unión Europea en el peor momento posible: con dos guerras en el vecindario (Ucrania y Gaza) y el riesgo cierto de que Donald Trump regrese a la Casa Blanca. "No hay plan B", aseguran todas las fuentes consultadas. Lo único que dice el Tratado es que el Consejo Europeo tendría que proponer en el plazo de un mes un nuevo candidato, que debe ser elegido por la Eurocámara por mayoría absoluta.
Consciente de su delicada posición, la alemana ha cancelado su participación en la cumbre de la OTAN en Washington y ha dedicado la última semana a tratar de convencer al mayor número de eurodiputados posible. Von der Leyen se ha reunido por separado con populares, socialistas y liberales, pero también con los verdes. A todos ellos les ha prometido que asumirá parte de su agenda. También ha mantenido encuentros con delegaciones nacionales o incluso diputados individuales. Cada voto cuenta.
El dilema de los verdes
Esta vez, Von der Leyen se ha postulado como la candidata del Partido Popular (que fue el gran triunfador el 9-J) y sí ha hecho campaña. Además, populares, socialistas y liberales han reeditado el acuerdo de gran coalición. Entre los tres grupos, suman un total de 401 escaños. Una cifra que según los más veteranos no es un colchón suficiente para cubrir posibles defecciones: necesitaría recabar al menos otros 20 votos como red de seguridad.
Sin embargo, la gran novedad de la décima legislatura es el avance de las fuerzas de derecha radical y de ultraderecha. Aunque se han dividido en tres grupos distintos, suman un total de 187 escaños (el 26% del total). Y una de las cosas que tienen en común es su rechazo mayoritario a Von der Leyen. "Los Patriotas por Europa no le apoyaremos porque encarna todo lo que ha ido mal la pasada legislatura, como las políticas climáticas punitivas o el descontrol migratorio", alega su portavoz, Alonso de Mendoza. En este grupo militan los eurodiputados de Viktor Orbán, Marine Le Pen, Matteo Salvini o Vox.
También el grupo de izquierda radical (que tiene 46 diputados) ha anunciado ya que votará contra la alemana. "La razón es muy simple: la izquierda no apoya la ideología política que Ursula von der Leyen defiende", ha dicho su portavoz, Sonja Giese.
Así que a Von der Leyen apenas le quedan dos caladeros de votos. El primero es el grupo de los Verdes (53 escaños), que le dio la espalda en 2019, pero que ahora podría sumarse a la gran coalición. "Todavía no hemos tomado una decisión", señala su portavoz, Simon McKeagney. "Los Verdes están deseando votar a favor de Von der Leyen, sólo necesitan que recoja un par de sus prioridades en el programa, pero ella tiene que guardar un equilibrio difícil para no perder apoyos del propio PPE", explican fuentes parlamentarias.
¿Qué hará Meloni?
La otra gran incógnita es que harán los Hermanos de Italia (24 escaños), adscritos al grupo de derecha radical Conservadores y Reformistas Europeos. Con su abstención en el Consejo Europeo, Meloni dejaba la puerta abierta para seguir negociando con Von der Leyen.
El Gobierno de Roma aspira a una vicepresidencia económica importante en el próximo Ejecutivo comunitario. De momento, nada ha trascendido de este diálogo entre bambalinas entre las dos mujeres más poderosas de Europa. Un acuerdo demasiado visible con Meloni le haría perder a Von der Leyen votos socialistas y liberales.
La hora de la verdad para la alemana llegará el jueves 18 de julio a las 9 de la mañana. Von der Leyen deberá exponer entonces sus prioridades para la próxima legislatura, que deben recoger las demandas de socialistas y liberales. La líder del grupo socialista, Iratxe García, ha reclamado que se cree el puesto de comisario de Vivienda y que se siga avanzando en el Pacto Verde Europeo y los derchos de los trabajadores. Por su parte, los liberales ponen el énfasis en la política de defensa y la mejora de la competitividad.
La votación está programada para las 13:00 horas y se prevé que el recuento se complete alrededor de una hora más tarde. La alternativa no puede ser más brutal. O bien Ursula von der Leyen resulta reelegida y se completa sin problemas la renovación de la cúpula comunitaria, lo que garantizaría la estabilidad y la continuidad en la legislatura 2024-2029. O bien la Unión Europea se sume en un periodo de caos y crisis institucional sin una salida clara.