“Si el Estado Islámico tiene a 275.220 héroes en una batalla y los no creyentes tienen 356.230, ¿quién tiene más soldados?” “Los poetas luchaban con sus lenguas como otros luchaban con sus armas”. Desde las matemáticas hasta la poesía, cualquier asignatura le vale al grupo terrorista Estado Islámico (EI) para enseñar a odiar y matar a todo el que sea ajeno a su autoatribuido “califato”. Las frases citadas pertenecen a libros de texto con los que los terroristas adoctrinan a niños a partir de los 6 años.

El nuevo informe “En la clase del califato” de Jacob Olidort, investigador del Instituto de Washington para Política en Oriente Próximo, explica cómo el EI edita desde 2014 libros para la escuela (en árabe), inventa aplicaciones móviles y publica otros materiales en los territorios que controla (y más allá con su expansión por internet) para enseñar a niños y mayores su visión “excepcionalmente letal” del salafismo, la rama ultraconservadora del islam especialmente extendida en Arabia Saudí.

El EI o Daesh (acrónimo proveniente del árabe) tiene al menos una editorial, probablemente en Raqa, el principal bastión del grupo terrorista ubicado en Siria y que considera su capital, indica Olidort a EL ESPAÑOL. Ha publicado libros de texto que van desde el equivalente a primero de Primaria hasta el quinto grado.

“PREPARACIÓN FÍSICA”

Los pequeños aprenden técnicas de guerra y torturas prácticamente al mismo tiempo que a leer y escribir. Las asignaturas de música, dibujo o filosofía están prohibidas y en lugar de gimnasia les imparten “preparación física”, eufemismo que emplean para referirse a clases bélicas y de tortura en toda regla. El propio EI indica en sus publicaciones que se trata de crear una “generación de combatientes”.

“Estado Islámico tuvo a niños en campamentos de entrenamiento en Raqa y otros lugares en los que les enseñaron a decapitar muñecas rubias y a usar armas”, recuerda el estudio, en alusión a informaciones como la ya publicada por la cadena estadounidense ABC  en 2014.

La asignatura tiene un libro de texto también. En él se incluyen imágenes de las distintas tipologías de rifles e instrucciones para montarlos, además de cómo adoptar distintas posiciones de tiro.

Todos los libros de texto, ya sean de matemáticas, gramática o literatura, llevan ilustraciones de distintos rifles al término de las lecciones. No son sólo libros de texto, sino también aplicaciones móviles ideadas para niños, como una que muestra tanques y misiles disparando contra banderas de la coalición de países que lucha contra el grupo terrorista.

Arma en un libro de texto de matemáticas del grupo terrorista Estado Islámico. Washinton Institute

DEMOCRACIA, “EXCESO DE LOS EXTREMISTAS”

Todos los libros de texto estudiados por Olidort llevan el mismo texto introductorio en el que el grupo terrorista llama a los niños y adolescentes a la guerra en nombre de Dios asegurando que les concederá “paz y bendiciones a todo el que ensalce a Dios como el faro del islam a través de la espada”. Les habla de su “nueva metodología” con una versión del Corán y la suna que desprecia contextualización alguna y emplea textos de batallas históricas como una llamada al terrorismo.

La introducción también habla de “falsificadores”, “negadores” y del “exceso de los extremistas”. En sus publicaciones, el EI muestra que no sólo odia a los países occidentales que luchan contra él, sino también a los árabes. Olidort apunta que también meten en el saco de los “excesos” a la democracia.

“Entre las formas de idolatría encontrada en tiempos recientes y que uno tiene que conocer como forma contraria a la fe está la democracia”, indica la lección 14 del libro de texto sobre el credo.

El EI denosta las democracias por cinco motivos principales:

Es la “ley del pueblo”, lo que para los terroristas sólo significa un acto blasfemo en el que se concede la “ley y legitimidad al pueblo y no a Dios Todopoderoso”. Tampoco les gusta que la democracia implique una “transición pacífica del gobierno”, pues a su parecer esto anula “el deber de la yihad [entendida por ellos como guerra] contra el legislador no creyente”.

La separación de poderes tampoco es buena según los editores del EI, por dejar la religión al margen. La independencia de los jueces representa, según lo que enseñan a sus hijos o los hijos de quienes viven atrapados bajo su yugo, un “sistema apóstata” con leyes “hechas por el hombre” en un consejo “politeísta”.

Lo que tiene que decir sobre el “respeto por los derechos humanos” es que “el Creador sabe todo sobre los asuntos de su creación, porque Dios ha distinguido entre sus amigos y enemigos, ha distinguido entre los derechos de los hombres y mujeres y le dio a cada uno aquello a lo que tienen derecho”.

HISTORIA BÉLICA Y GEOGRAFÍA SIN PAÍSES

La Historia que enseña el Daesh a los alumnos de la escuela se limita a su versión de la vida del profeta Mohamed -especialmente sus batallas con tribus vecinas y grupos de Arabia, señala el estudio- y la fundación del autodenominado “Estado Islámico” en 2014 entre Siria e Irak.

Dedica, por ejemplo, un apartado a la Batalla de Badr (año 624), en la que milicias musulmanas ganaron a los habitantes de La Meca. Los objetivos establecidos explícitamente en la lección se centran en misiones asesinas pretendiendo justificarlas: “memorizar las diversas posiciones de las tropas”, “que el estudiante comprenda que entre los requerimientos del Ejército islámico [SIC] está aterrorizar a los no creyentes”, “que el estudiante se dé cuenta de que matar familias es un requerimiento cuando resulta necesario [SIC] y es una forma de restaurar el bienestar” de la sociedad.

En cuanto a los países, no reconoce los que existen como tal, pues considera que el “nacionalismo” es una “herejía de la ignorancia pre-islámica”. Teniendo en cuenta que pretende erigirse como única autoridad que establece el verdadero islam, esto desbanca toda la historia de la humanidad.

El investigador del Instituto de Washington reconoce que no ha podido ver personalmente los mapas que muestran los libros de texto del EI, pero con la información a la que ha tenido acceso -en algunos casos por estar accesible por internet, aunque mayoritariamente a través de fuentes que no puede desvelar- asegura:

“El libro de texto de Geografía no incluye fronteras de naciones-estado como uno podría esperar", sino que en lugar de ello se centra en “geografía natural”, especialmente en aspectos topográficos y geológicos.

LA PRÓXIMA FRONTERA

Si Olidort pudiera hablar con los alumnos adoctrinados por Estado Islámico, les transmitiría que “hay otras formas de reconstruir un país”. Por otra parte, pide a los gobiernos democráticos, en particular al suyo, el de Estados Unidos, que empiece a plantearse desde ya la producción de libros de texto y material para el “día después”, cuando la coalición de países occidentales y árabes consigan finalmente arrebatar los principales bastiones a los terroristas (el ataque final para reconquistar el segundo feudo, Mosul en Irak, está a la vuelta de la esquina).

El investigador cree que el grupo terrorista aspira a perpetuar su poder a través de internet y sus publicaciones. “Cuando el califato territorial desaparezca, me imagino un escenario en el que continuarán intentando perpetuarse online”, comenta a este diario. Como dice él, la propaganda de Estado Islámico será su “próxima frontera”.

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