Si el pequeño afgano ahogado Aylan Kurdi puso cara a la crisis de los refugiados, un joven de Alepo identificado como Omran Daqneesh va camino de convertirse en la imagen de la guerra civil siria.
Su fotografía, divulgada por el grupo activista opositor Aleppo Media Centre, ha desencadenado una ola de indignación en las redes sociales. En ella, el niño de cinco años aparece cubierto de polvo de arriba abajo, con la cara ensangrentada y la mirada perdida.
Aleppo Media Center asevera que la imagen -que forma parte de un vídeo- fue tomada en el barrio de Qatergui, controlado por los rebeldes que se enfrentan al régimen de Bashar al Asad. La ciudad de Alepo se ha convertido en un brutal campo de batalla donde la violencia no parece tener fin.
El vídeo muestra a un hombre sacando a Omran de entre los escombros de un edificio destruido por los bombardeos. Tras sentarlo en el interior de una ambulancia, el niño se toca la parte de su cara cubierta de sangre. Confundido, examina su mano roja para luego limpiarla contra el asiento.
El pequeño fue trasladado a un hospital y luego fue dado de alta. Mahmoud Raslan, autor de la fotografía, ha dicho a Associated Press que los hermanos de Omran -de uno, seis y once años- y sus padres también fueron rescatados.
La lucha por el control de Alepo entre los rebeldes y el régimen sirio apoyado por Moscú se ha recrudecido en las últimas semanas, lo que el martes llevó al secretario general de Naciones Unidas a advertir de una posible "catástrofe humana sin precedentes".
El enviado especial de la ONU para la paz en Siria, Staffan de Mistura, ha reclamado una interrupción de las hostilidades por 48 horas para permitir la entrada de ayuda humanitaria. Ha suspendido la reunión semanal del grupo de trabajo para el acceso humanitario en Siria para protestar por la falta de soluciones.