“Hay familias que se encuentran bajo los escombros y nadie puede intentar rescatarlas. Hay heridos a los que nadie puede prestar ayudar, porque es imposible acercarse: las bombas caen y vuelven a caer sobre el mismo sitio. En las calles se escuchan los gritos de las mujeres y los niños. Cuando te digo que esto es una exterminación, créeme”. Se trata de un mensaje enviado a EL ESPAÑOL a través de Whatsapp por el profesor Abdulkafi desde el este de Alepo el lunes, del que este periódico no ofrece más detalles identificatorios para proteger su seguridad.
En los barrios sitiados allí por el Ejército de Bashar al Asad, la aviación del régimen sirio y la aviación rusa no han parado de bombardear a los civiles en los últimos días hasta que a última hora de este martes las fuerzas del régimen tomaron el control de toda la ciudad y los rebeldes accedieron a salir de la ciudad a primera hora de la mañana de este miércoles.
Estaba previsto que los rebeldes, sus familias y los civiles que así lo desearan comenzaran a abandonar los distritos asediados del este de Alepo a las 05.00 hora local de hoy. Sin embargo, las autoridades sirias están retrasando la aplicación del acuerdo, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La ONG apuntó que con esta medida las autoridades sirias y las milicias que las apoyan quieren mandar un mensaje a Rusia de rechazo de un acuerdo que fue forjado entre Moscú y Ankara sin consultarles. Así, los leales al presidente sirio se inclinaban más hacia una solución militar sin permitir la evacuación de los insurgentes. Mientras, decenas de autobuses esperan en la carretera de Al Ramusa en el sur de Alepo para realizar la evacuación.
Este martes, Abdulkafi contó más de treinta explosiones. "Son las que he podido contar", apuntalaba. "Es como una tormenta. Rusia y el régimen de Asad han optado por masacrar a la población de Alepo”, opinaba.
Rusia y el régimen de Asad han optado por masacrar a la población de Alepo
Pero no era sólo su punto de vista, sino el de la propia ONU, que horas antes de la toma total de la segunda ciudad del país por parte del régimen certificó la muerte de 82 civiles, incluidos niños. "El aplastamiento de Alepo, el enorme número de víctimas, el derramamiento de sangre, el desenfrenado asesinato de hombres, mujeres y niños, la destrucción... y no estamos en absoluto cerca del fin de este conflicto cruel", lamentaba poco antes de la toma total de la ciudad el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Zeid Ra'ad Hussein, en un comunicado.
Hace unos días, el profesor enviaba la foto de un vestido de punto que la mujer de un amigo tricotaba para su hija pequeña, a pesar de los bombardeos. Con la foto llegaba otro mensaje: “Incluso en el peor de los momentos, pensamos en darle una oportunidad a la vida. Espero que mi hija lleve con mucho orgullo este vestido”.
Bajo las bombas que cesaron esta noche, la gente no sabía cómo escapar de la muerte. Ahora tampoco hay nada cierto, sólo una tregua que permitirá teóricamente salir de la zona asediada a los insurgentes que así lo deseen y también a civiles que lo deseen sin represalias. Pero a la vista de lo sucedido estos días, esa seguridad es cuando menos, dudosa.
Los voluntarios de los "Cascos Blancos" o White Helmets ya no podían ni ayudar a los heridos que se encuentran bajo los escombros. Tampoco consiguen recuperar los cuerpos de las personas fallecidas porque “nadie se atrevía a acercarse a las casas derrumbadas tras un bombardeo, ya que volvían a bombardear el mismo lugar para matar a la gente que se acerca”, explica este ciudadano del Alepo sitiado.
Mother, un activista que se encuentra también en la zona este de la que ha sido el principal bastión rebelde en los cinco años que dura ya la guerra en Siria, reclama protección internacional para los civiles de los barrios sitiados y ahora controlados totalmente por las fuerzas leales a Asad. Asegura que el Ejército del régimen y la aviación rusa atacaban hasta hace sólo unas horas “las calles principales y a cualquier cosa que se mueva. Así, quienes intentan rescatar a los heridos no consiguen llegar a las áreas atacadas, lo que provoca la muerte de muchas personas heridas o atrapadas que hubieran podido sobrevivir”.
Familias enteras estaban siendo empujadas hacia un área donde sólo pueden esperar morir juntos
“Detened los bombardeos, dejad salir a los civiles”, suplicaba el profesor en una voz que resonaba igual en los organismos humanitarios. Este mismo martes Unicef denunció que un centenar de niños no acompañados estaban atrapados en un edificio atacado de la hasta ahora zona rebelde de Alepo. Otras fuentes desde la zona hablan de niños y mujeres que han sido quemados vivos en los mismos barrios.
Sin un lugar seguro adonde ir
Miles de civiles han huido en los últimos días hacia los barrios controlados por el régimen de Asad y otros se adentraron en la zona que quedaba bajo su control. “Sólo nos dejan elegir cómo moriremos”, afirmaba el periodista Zouhir Al Shimaleen en una conversación online este martes. Si permanecían en el interior de los barrios rebeldes, los civiles habían de afrontar las bombas de la aviación y el fuego de la artillería cuando sólo un 10% de la ciudad permanecía en manos de la oposición.
Si los civiles decidían huir a la parte controlada por el régimen, podían ser ejecutados por el régimen o detenidos: “La gente está corriendo hacia ninguna parte, no hay ninguna opción con garantías de seguridad”. En un mensaje de voz en que se escuchan los disparos, el periodista explicaba que civiles que han huido a la zona del régimen para salvarse de las bombas han sido detenidos o han desaparecido.
A algunos hombres que proceden de los barrios rebeldes de Alepo, el régimen los está obligando a alistarse en el Ejército sirio para luchar contra los rebeldes, asegura: “Ha llegado información de varios casos de alistamiento forzoso en el Ejército del régimen bajo amenazas de muerte. Los parientes de muchos de mis amigos han desaparecido una vez que han conseguido pasarse a la zona controlada por el régimen. A otros los obligan a luchar contra los rebeldes, sobre todo a los hombres jóvenes".
Los parientes de muchos de mis amigos han desaparecido una vez que han conseguido pasarse a la zona controlada por el régimen. A otros los obligan a luchar contra los rebeldes
Wissam comentaba en un mensaje de voz que mujeres y niños que habían conseguido llegar a la zona controlada por el régimen han dicho que están con sus familiares, aunque lo último que había oído era que "también están deteniendo a las mujeres, desaparecen".
"En cuanto a los hombres, huir al área del régimen no es seguro para ninguno", confirmó. "Sólo uno de mis amigos, que ha contactado conmigo desde la zona oeste de Alepo, me ha dicho que estaba bien, pero no sabe por cuánto tiempo. Mucha gente que conozco y que se ha refugiado allí cuenta que vinieron a detenerlos mientras estaban esperando".
Sin una evacuación en condiciones seguras, los civiles de los barrios sitiados no sabían hacía dónde huir ante el avance del Ejército de Asad. La evacuación pactada por las facciones con Rusia a partir del amanecer de este miércoles será una prueba de fuego para la tregua que han pactado en Alepo. El temor a morir a manos de las milicias leales al régimen prevalecerá. El periodista sirio enviaba un mensaje desesperado a unas horas de la caída total del bastión rebelde: “Empezad a rezar por los que están fuera del Alepo sitiado. A nosotros están intentado matarnos de todos los modos posibles".