Netanyahu no está 'seguro' de que el 'nº 2' de Hamás muriese en el ataque que mató a 90 civiles en Gaza
El presidente de Palestina responsabiliza plenamente al gobierno israelí y a EEUU de la "masacre" pero culpa a Hamás de la continuidad de la guerra.
14 julio, 2024 03:30El sábado, el primer ministro israelí ordenó el ataque de la zona humanitaria de Al Mawasi. El objetivo era acabar con dos líderes del brazo armado de Hamás, Mohamed Deif y Rafa Salameh. Sin embargo, Benjamin Netanyahu admitió "no estar absolutamente seguro de que estuvieran muertos". Por contra, en el ataque murieron 90 civiles y 300 personas resultaron heridas, según datos del Ministerio de Salud de Hamás.
El líder israelí compareció por la tarde del sábado en rueda de prensa para justificar una operación militar cuyo éxito fue incapaz de confirmar - no habría sido la primera vez que Israel daba por muerto a Deif. Esto alimentó aún más las críticas de la comunidad internacional sobre su proceder para combatir al grupo armado palestino ignorando el riesgo de la muerte de inocentes.
En la misma comparecencia, Netanyahu afirmó que no se ha movido "ni un milímetro" del plan de paz "que presentó el presidente Biden". "Pero tampoco voy a permitir que Hamás se mueva ni un milímetro", agregó.
En este sentido, insistió en que cualquier acuerdo de alto el fuego en Gaza debe permitir que Israel ejerza el "derecho" a seguir luchando hasta que logre sus objetivos de guerra. Además, añadió que el acuerdo debe prohibir el contrabando de armas a Hamás a través de la frontera con Egipto, "lo que significa continuar nuestro control sobre el Corredor de Filadelfia". Y aseguró que en la primera ronda de negociaciones traería de regreso con vida a tantos cautivos como fuera posible.
Hamás, por su parte, negó que el ataque tuviera como objetivo a ninguno de sus líderes. "Esta no es la primera vez que la ocupación asegura atacar a líderes palestinos y resulta después que ha mentido. Estas falsas alegaciones se usan para tratar de encubrir la escala de la horrible masacre", dijo el grupo en un comunicado. Por su parte, países como Turquía o Egipto denunciaron la matanza instando a "los países que apoyan a Israel" a "decir basta a estas salvajadas".
La autoridad palestina responsabilizó a la ayuda militar estadounidense del ataque. Su portavoz, Nabil Abu Rudeineh, aseguró que el Gobierno estadounidense "insiste en violar todas las resoluciones de legitimidad internacionales manteniendo su apoyo miliar y financiero a esta ocupación, que comete masacres sangrientas contra nuestro pueblo cada día".
"Estábamos atacando a terroristas. Estábamos atacando a los comandantes de Hamás de mayor rango, que fueron cabecillas de los ataques del 7 de octubre", dijo por la mañana un funcionario israelí. Los militares israelíes insistieron en que el lugar atacado era un complejo de Hamás ubicado en una zona abierta y no en las tiendas de campaña de Mawasi, donde residen miles de desplazados. Según el Ejército, en el complejo se congregaban un gran número de milicianos, entre ellos Rafaa Salameh, comandante de la brigada de Jan Yunis.
'Justificación de la matanza'
Irán, Egipto, Jordania y Turquía condenaron el bombardeo israelí.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Egipto lo hizo en los términos más enérgicos en un comunicado en el que pedía a Israel que "deje de despreciar la vida de los ciudadanos civiles indefensos y se adhiera a las normas humanitarias" del derecho internacional y del derecho internacional humanitario. Además, destacó que "estos crímenes no son prescriptibles, y no pueden ser aceptados bajo ninguna justificación".
"Estas violaciones en curso contra ciudadanos palestinos añaden serias complicaciones a los esfuerzos que se están realizando actualmente para alcanzar la calma y un alto el fuego", añadió Egipto, uno de los principales mediadores entre Israel y el grupo islamista Hamás junto con Estados Unidos y Qatar.
El Ministerio de Exteriores de Jordania emitió un comunicado en términos similares en el que condenaba a Israel y sus "ataques sistemáticos contra civiles y refugios para personas desplazadas", concretamente contra "las tiendas de campaña de personas desplazadas en Jan Yunis, zona que Israel había clasificado previamente como segura".
El portavoz oficial del Ministerio jordano, Sufyan al Qudah subrayó "la condena y denuncia absoluta" del reino hachemita contra Israel por "su desafío a la comunidad internacional y la voluntad internacional que exige el fin de la guerra, su comisión de crímenes de genocidio contra al pueblo palestino en la Franja de Gaza y su obstrucción de la entrada de ayuda humanitaria a la Franja".
Desde Ankara acusaron a Benjamin Netanyahu de "intentar impedir las negociaciones de un alto el fuego" cuando "se esperaba que correspondiera a la reacción positiva de Hamás". "Los países que apoyan a Israel deben decir 'basta' a estas salvajadas", concluye el ministerio turco.
Irán calificó de "brutal" la ofensiva de Israel y aseguró que "la masacre de cientos de palestinos inocentes expresa claramente la seria determinación del régimen de ocupación sionista de continuar cometiendo genocidio contra la nación palestina". Así se expresó su portavoz del Ministerio de Exteriores, Naser Kananí.
Abás, contra Hamás
El presidente palestino, Mahmud Abás, condenó el ataque de Israel pero también culpó a Hamás de la continuidad de la guerra en el enclave, en un mensaje poco habitual a pesar de las diferencias con los islamistas.
"La presidencia palestina condena esta masacre y responsabiliza plenamente al gobierno israelí, y a la administración de Estados Unidos, que brinda todo tipo de apoyo a la ocupación y sus crímenes, y es un eslabón en las matanzas diarias que comete la ocupación en la Franja de Gaza y Cisjordania", afirmó Abás.
Sin embargo, añadió que "considera que Hamás –al evitar la unidad nacional y proporcionar pretextos gratuitos al Estado ocupante– es un socio que asume la responsabilidad jurídica, moral y política de la continuación de la guerra" y le pide que "dé prioridad a los intereses nacionales más elevados y elimine los pretextos de la ocupación para detener esta masacre abierta contra nuestro pueblo".