Hezbolá amenaza con atacar más zonas de Israel si las FDI siguen matando a civiles en el sur de Líbano
Con más de 100 bajas ciudadanas en el lado libanés de la frontera, Hasán Nasralá advierte al Gobierno de Netanyahu que "no teme" a una guerra total.
18 julio, 2024 02:26La escalada bélica que protagonizan Hezbolá e Israel desde el pasado 7 de octubre ha llevado a ambas partes a una nueva confrontación esta semana. Hasán Nasralá, el líder del grupo armado libanés, ha emitido este miércoles su última advertencia a Israel, y ha afirmado que los ataques se expandirán a nuevas zonas del país vecino si su Ejército sigue asesinando a civiles en el sur del Líbano. En un discurso televisado con motivo de la conmemoración de la Ashura, una festividad clave para el islam chií por el que se rige Hezbolá, Nasralá amenazó con atacar asentamientos israelíes que hasta ahora no habían sido objeto de agresiones si Israel persiste en sus bombardeos. Esta declaración llegó un día después de que cinco civiles, incluyendo tres niños, murieran en bombardeos israelíes en el sur del Líbano.
"El enemigo ha continuado sus ataques contra los civiles, y la Resistencia respondió anoche con decenas de cohetes, además de 120 misiles que tuvieron como objetivo varios asentamientos", dijo Nasralá. Estos ataques representan una intensificación significativa en la respuesta de Hezbolá a los bombardeos israelíes, que han causado un aumento alarmante en el número de no combatientes muertos.
Nasralá también abordó la posibilidad de una invasión terrestre por parte de Israel, advirtiendo que cualquier incursión sería recibida con una resistencia feroz. "Si vuestros tanques llegan al Líbano, o al sur del Líbano, no sufriréis una pérdida de tanques, ya que no vais a tener tanques", aseveró. Estas palabras subrayan la determinación de Hezbolá de defender su territorio, aunque al mismo tiempo, Nasralá insistió en que una guerra con Israel "no hará temer" a la formación armada.
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Además, el líder de Hezbolá enfatizó que sus ataques no se detendrán mientras continúe la agresión contra la Franja de Gaza. Se comprometió a que cualquier alto el fuego en Gaza implique que el Estado libanés, no Hezbolá, se encargue de negociar "el futuro del sur" del Líbano. Esta postura refleja la compleja relación entre las distintas facciones y estados involucrados en el conflicto, donde las acciones de uno pueden desencadenar respuestas de otros aliados en la región.
En respuesta a estas declaraciones, Israel ha mantenido su posición de que sus ataques están dirigidos exclusivamente a militantes e infraestructuras de Hezbolá, no a civiles. Sin embargo, la realidad sobre el terreno muestra un panorama de creciente destrucción y pérdida de vidas inocentes. La reciente intensificación de los enfrentamientos ha resultado en más de 100 civiles muertos y más de 300 combatientes de Hezbolá fallecidos, según un recuento de Reuters. Los ataques han devastado ciudades y pueblos fronterizos libaneses, evocando los niveles de destrucción vistos durante la guerra de 2006.
La situación ha generado una preocupación significativa entre los observadores internacionales, quienes temen una ampliación de las operaciones militares israelíes en Líbano y el riesgo de una guerra más amplia. Aunque Israel ha declarado que está llevando a cabo los preparativos necesarios para una operación más amplia, aún no se ha tomado ninguna decisión al respecto. Por su parte, Hezbolá ha reiterado que no desea la guerra, pero está preparada para ella si es necesario.
Durante la conmemoración de la Ashura, miles de musulmanes chiíes se reunieron en el sur de Beirut, donde Nasralá pronunció su discurso a través de videoconferencia. En el evento, marcado por manifestaciones de duelo y desfiles de seguidores vestidos de negro, Hezbolá mostró tanto su apoyo popular como su poderío militar. La organización desplegó cientos de sus miembros en puestos de control y en tejados, utilizando nuevas armas capaces de interferir y derribar drones, según fuentes internas.
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El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha advertido recientemente que el Ejército "está preparado para una acción muy poderosa" en la frontera con Líbano. Mientras tanto, Naim Qassem, el 'número dos' de Hezbolá, ha señalado que una expansión del conflicto podría resultar en una "devastación y destrucción" en Israel.
Las tensiones entre Israel y Hezbolá continúan escalando, dejando en el aire la pregunta de hasta dónde llegará este conflicto y cuáles serán sus implicaciones para la estabilidad regional. La situación en la frontera es un polvorín listo para estallar, y la comunidad internacional observa con creciente preocupación mientras los líderes de ambos bandos mantienen su retórica combativa.