Israel cree que "se acerca una guerra total contra Hezbolá y Líbano" tras el ataque mortal en el Golán
Las tropas israelíes bombardearon 7 regiones del Líbano como primera represalia tras las muerte de 12 niños en el ataque del grupo chií del sábado.
28 julio, 2024 02:27Los medios de comunicación israelíes y un funcionario de rescate han informado de que al menos doce niños y adolescentes murieron el sábado por un ataque con cohetes en una ciudad en los Altos del Golán controlados por Israel, en lo que sería el ataque más mortífero contra un objetivo israelí desde que comenzaran los combates con el grupo libanés Hezbolá. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha aseverado que "Hezbolá pagará caro el ataque con cohetes que mató a niños, lo pagará como nunca antes".
El ministro de Asuntos Exteriores, Israel Katz, ha afirmado que Israel "se está acercando a una guerra total contra Hezbolá y el Líbano" después del ataque con cohetes contra un campo de fútbol en los Altos del Golán. "Responderemos en consecuencia" ha afirmado Katz a The Times of Israel. "Hezbolá ha cruzado todas las líneas rojas". "Esto no es un ejército contra otro ejército", continúa Katz, "es una organización terrorista iraní contra civiles y niños".
En la noche del sábado al domingo, Israel ha bombardeado de forma simultánea siete regiones del interior y el sur del Líbano, en respuesta al ataque dirigido contra las zonas de Sabrinha, Borj El Chmali, Beka'a, Kfar Kila, Rab a-Taltin, al Khyam y Tir Hafa, informó un comunicado castrense. "Cuando sea necesario, actuaremos con firmeza", ha indicado Katz este domingo.
El gobierno del Líbano, por su parte, condenó el sábado los ataques contra civiles y pidió el fin de las hostilidades en todos los frentes. Hasta la fecha, Israel se ha mantenido en que ellos no quieren una guerra contra el Líbano, sino contra "los grupos terroristas", refiriéndose a Hezbolá.
Pese a ello, el ministro de defensa israelí ha expresado que "destruirán al líder de Hezbolá" Hassan Nasrallah, y a su organización, y que el Líbano "saldrá gravemente dañado".
EEUU teme la guerra
Desde Estados Unidos la administración de Biden ha expresado una gran preocupación por el ataque con cohetes desde el Líbano que ha dejado 11 muertos —de niños y adolescentes entre 10 y 20 años— en los Altos del Golán, ya que "podría desencadenar una guerra total entre Israel y Hezbolá", según informan funcionarios estadounidenses.
Tras el ataque, el ministro de defensa israelí, Yoav Gallant, y la mayoría de los generales de alto rango, se reunieron por la tarde para evaluar la situación. Todo ello mientras desde la oficina del primer ministro de Israel indicaron que Benjamin Netanyahu, que se encontraba en Washington, también estaba realizando una evaluación de seguridad.
También se pronunció sobre el mortífero ataque el portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari, quien aseguró: "Responderemos de manera apropiada", durante una rueda de prensa sobre el ataque en Majdal Shams.
Este ataque coincide con un intento de acuerdo de paz para Gaza entre el presidente de EEUU, Joe Biden, y el primer ministro israelí para dar fin al recrudecimiento del conflicto desencadenado el 7 de octubre, y así poder liberar a los rehenes retenidos por Hamás.
En este contexto, los funcionarios estadounidenses temen que no se llegue a un pacto, ya que el conflicto entre Israel y el grupo militante libanés es cada vez más probable. Una guerra de tal escala agravaría la crisis regional y llevaría a Estados Unidos a involucrarse más en el conflicto.
"Lo que ocurrió hoy podría ser el desencadenante que hemos temido y que hemos intentado evitar durante diez meses", ha asegurado un funcionario estadounidense en referencia a que Israel y Hezbolá llevan intercambiando fuego trasfronterizo desde el inicio de la guerra en Gaza.
Se contradicen
Pese a la atribución de Israel del ataque al grupo musulmán chií, Hezbolá negó rápidamente cualquier papel en el ataque. Sin embargo, el grupo sí que afirmó haber llevado a cabo varios ataques contra objetivos militares israelíes el sábado.
El cohete impactó en Majdal Shams —una localidad de la minoría drusa cercana a Líbano y Siria, en los Altos del Golán anexados por Israel— y fue parte de una lluvia de aproximadamente 40 proyectiles.
"Hezbolá está mintiendo, está negando su responsabilidad", ha afirmado Hagari, agregando que una investigación del ejército había determinado que el grupo estaba detrás del ataque.
"Una vez más, la brutalidad de Hezbolá como organización terrorista se revela a todos", aseveraba. "Estamos en una guerra en escalada y el ataque de esta noche es un incidente muy grave: se han atacado a niños que eran ciudadanos drusos israelíes".
"Las sirenas sonaron"
Sobre la prevención del mortífero ataque, el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, Daniel Hagari, ha declarado que "las sirenas sonaron cuando se detectó el cohete" y que "no hubo tiempo suficiente para ponerse a cubierto".
Desde el medio Hareetz consideran que la zona está atravesando un "momento muy explosivo y peligroso" y que "ahora las cosas pueden realmente salirse de control".
"Israel tendrá que reaccionar como Israel piensa. Y habrá una reacción por parte de Hezbolá. Entonces, estaremos en una guerra regional. Estamos en un momento sensible", aseveraron desde la cadena catarí Al Jazeera.
El periodista y escritor israelí, Gideon Levy, considera que Hezbolá está haciendo todo lo posible para minimizar el daño "porque no está interesado en una guerra".
"La gente entiende que es un momento dramático. No sabemos qué sucederá a continuación. Hay mucha incertidumbre. Las próximas horas serán decisivas", añadió.
"No veo a Israel ignorando este incidente".
Firma de la paz
Estos ataques han sucedido mientras el primer ministro israelí no daba su brazo a torcer y rechazaba este sábado el plan de paz de Biden.
Es más, en estas actualizaciones propuestas ha optado por endurecer su postura en las negociaciones y ha añadido nuevas condiciones, como la creación de un mecanismo para controlar el movimiento de armamento y militantes palestinos de sur a norte en Gaza, además de mantener el control israelí sobre la frontera con Egipto, con el fin de seguir manteniendo el control en la Franja.
"El equipo negociador se lo dijo al primer ministro de la forma más clara posible. No encontraremos en las próximas semanas un mecanismo que impida un aumento de hombres armados que sea aceptable para Hamás. Es un golpe mortal para las negociaciones. Sabremos cómo afrontar todos los desafíos de seguridad incluso sin eso", tal y como han declarado fuentes oficiales a medios israelíes.
Una de las fuentes oficiales que emitieron declaraciones a medios israelíes ha aseverado que el primer ministro está utilizando el acuerdo de paz para crear la impresión de que se están llevando a cabo negociaciones cuando, en la práctica, aún no se ha producido una respuesta oficial por parte de Israel.
Hezbolá en la región
Estos ataques se enmarcan en una relación conflictiva entre ambos países que data de los años setenta.
En la actualidad el partido y grupo paramilitar chií está consolidado en su país y ha expandido su influencia en la región. Además de haber estrechado sus vínculos con Irán y Siria en las últimas dos décadas. Durante este tiempo, ha efectuado lanzamientos de misiles y ha llevado a cabo incursiones violentas en el norte de Israel de manera habitual.
En la actualidad, se estima que Hezbolá dispone de entre 120.000 y 200.000 cohetes y misiles. Su líder, Hasán Nasrala, declaró en 2021 contar con 100.000 combatientes, aunque es probable que la cifra real sea inferior a 30.000, además de unos 20.000 reservistas.
El miedo por un crecimiento de la tensión entre ambos países existe desde el inicio del conflicto en Gaza, ya que han ido surgiendo constantes rumores sobre la posibilidad de una invasión israelí al Líbano, lo cual ha sido reiterado por el Gobierno de Benjamín Netanyahu en las últimas semanas.
Israel llevó a cabo su primer asalto en el sur de Líbano en 1978 y se comprometió plenamente en el conflicto a partir de 1982, cuando sitió y bombardeó Beirut hasta que la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) abandonó la ciudad, lo que permitió el genocidio de palestinos y chiíes libaneses a manos de grupos cristianos en los campamentos de Sabra y Chatila.
Tras retirarse de Beirut en 1985, Israel mantuvo ocupada durante 15 años una gran franja de territorio en el sur de Líbano, y sería en dicha franja donde crecería y se haría fuerte la organización paramilitar Hezbolá.
El grupo chií ha mantenido un conflicto constante con Israel a lo largo de la frontera. Ello culminaría en el conflicto de alta intensidad conocido como la Segunda Guerra del Líbano en 2006.
Considerada una de las milicias más poderosas del mundo, Hezbolá se ha establecido como uno de los principales adversarios de Israel y uno de los aliados más importantes de la causa palestina.