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Omicrono

Antes de fundar Google, Sergey Brin creó una web para pedir pizza por fax

22 febrero, 2013 11:47

En el mundo de la tecnología existen muchos personajes inspiradores, cuyas palabras nos devuelven las ganas para continuar en esos proyectos que cada día parecen más difíciles. Steve Jobs es un gran ejemplo de ello, y en muchas ocasiones hemos hablado de él y de sus míticos discursos, cuyas frases han pasado a la historia y han ayudado a mucha gente a lograr grandes cosas.

Pero hoy nos vamos a centrar en otra de esas grandes mentes. En 1996 Sergey Brin comienza a esbozar junto a Larry Page la idea de lo que más adelante sería Google. En 1997 empezó a funcionar, y en 1998 se convertían en una compañía, que con el paso del tiempo se ha convertido en una de las más grandes de Internet.

Dentro del marco de Google Solve for X, un proyecto que pretende ayudar a solucionar grandes problemas con aún mayores ideas, Sergey Brin nos ha sorprendido con un inspirador discurso. Quizás no esté cargado con la energía que hemos visto en otros del estilo, pero el mensaje que transmite es una idea que todos deberíamos tener siempre en mente, y es que intenta explicar como los fallos son sólo los pasos que llevan al éxito.

Para ilustrar la historia cuenta su caso personal, y como al entrar en la Universidad de Standford, allá por 1993 o 1994, intentó montar una web que permitía pedir pizza por fax. Escribieron un script que traducía las opciones elegidas para la pizza en la web que habían creado y lo enviaba por fax a la pizzería en cuestión.

Tras dos horas de espera al hacer el primer pedido, llamó a la pizzería para así descubrir que el restaurante nunca miraba el fax. Le confirmaron que efectivamente allí estaba, pero lo que de verdad consiguieron fue que Sergey se diese cuenta de que esta idea no tenía ningún sentido, y que había que abandonarla.

Aquí tenéis el vídeo completo:

Su consejo es que no nos desesperemos al fallar por el camino, pero que lo hagamos con cuidado y rápido. Fallar invirtiendo miles de euros y décadas en un proyecto no es una buena forma de fallar rápido, y es importante darnos cuenta de cuando algo no conduce a un buen final, ya que saber esquivar estos fallos lo antes posible nos ayudará a entender mejor lo que hemos hecho mal y por lo tanto podremos encauzar mejor el camino.

vía | Rick Klau