La industria de los videojuegos evoluciona a través de los años no solo gráficamente o con distintas maneras de jugar sino también a la hora de obtener beneficios. Uno de los métodos de conseguir ganancias que están utilizando normalmente las compañias son los micropagos, en los que se permite normalmente a los usuarios instalar el juego gratuitamente y luego cobrar por add-ons o extras. Sin embargo esta tendencia también se está instalando en los juegos tradicionales.

Las compañias aseguran que los consumidores están disfrutando y abrazando este modelo de negocio, tanto es así que Blake Jorgensen, responsable financiero de Electronic Arts, ha anunciado en un reciente encuentro en el marco de las conferencias Morgan Stanley Technology Media & Telecom, recogidas por el portal británico ComputerandVideogames, que el futuro de EA en cuanto a la distribución pasa por las microtransacciones.

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Los micropagos en los juegos no son nada nuevo; el Free-to-Play está extendido en muchos de los juegos que se ofrecen desde Xbox, también lo podemos encontrar en múltiples juegos de rol online como el Old Republic y consolas como la Wii U de Nintendo o la futura OUYA también apostarán por este modelo.

También encontramos juegos de pago como el Dead Space 3 que tienen más de una decena de DLC (contenidos descargables) para hacer más fácil y rápido algunos puntos del juego. Este juego en concreto vale casi 60€, un precio que las compañías no pretenden rebajar con la inclusión de los micropagos. ¿Cuanto tendremos que gastarnos para poder disfrutar del 100% del videojuego?

EA no ha querido confirmarlo, pero en los próximos títulos veremos un aumento considerable del número de DLC, y juegos como Battefield 4 los introducirán para conseguir mapas o armas especiales. Decisión que los jugadores hardcore están totalmente en contra, siendo la opinión generalizada que se está poco a poco destruyendo la calidad de los juegos en favor de una generación de beneficios. Y tienen razón.

Es fácil caer en la tentación, difícil de resistir, especialmente cuando ciertos recursos son notoriamente menos comunes que otros. La inclusión de micropagos para funciones especiales es muy tentadora y ellos lo saben. La idea dicen es atraer nuevos jugadores con estos nuevos métodos, pero en un sector tan extendido nos parece difícil alcanzar esos objetivos.

¿Qué os parece el modelo de los micropago en el mundo de los videojuegos? ¿Qué beneficios deberían ofrecer para resultar interesantes?