Quien mas y quien menos ya le ha puesto las manos encima al concepto de la realidad virtual para experimentar sus posibilidades, aunque eso no significa que vayan a entrar en el mercado. Ese puede ser el caso de Nvidia, que ha creado un prototipo de realidad virtual con una resolución cuatro veces superior a la normal, y lo mejor es que lo ha conseguido modificando dos paneles LCD comunes como los que se pueden encontrar en las tiendas. Los investigadores de Nvidia llaman a esta tecnología “cascaded display” (pantalla en cascada), y es especialmente útil en dispositivos que vemos muy de cerca, en los que los píxeles parecen muy grandes.

Adiós a los píxeles

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Y es que aunque en el último año hemos visto pantallas con una gran densidad de píxeles, estos siguen siendo visibles cuando las ponemos tan cerca de los ojos. En vez de aumentar aún mas la densidad de píxeles (con el gran coste que esto conlleva), la tecnología de Nvidia se aprovecha de los pequeños obturadores usados para controlar la visibilidad de un píxel. Extrajeron los obturadores de una pantalla y los colocaron encima de los de la segunda pantalla, con una ligera variación (de ahí la “cascada”), de tal manera que la separación quedase en medio de cada píxel. De esta manera cada píxel se divide en cuatro mas, consiguiendo por tanto una resolución cuatro veces superior.

Este método tiene sus puntos débiles, principalmente una bajada notable del brillo: ahora la luz tiene que pasar por huecos mas pequeños, pero esto no es un problema tan grande en dispositivos de realidad virtual en los que la pantalla está a oscuras al estar pegada a nuestra cara. Además, cada vez que un píxel se ilumina, afecta a los cuatro píxeles de los que está compuesto; por eso es necesario usar un software desarrollado por Nvidia que convierte la salida de vídeo de un juego o una película en dos capas diferentes que ofrecen el efecto deseado una vez que las vemos juntas.

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Es el precio a pagar por las mejoras que ofrece esta tecnología, que no se quedan solo en el aumento de resolución; por ejemplo, se aprecia una mejora en la suavidad del vídeo, con una mayor tasa de frames cuando se configuran los paneles para que vayan desincronizados, de tal manera que vemos dos frames en el mismo tiempo que normalmente veríamos uno solo. Es de esperar que las pantallas en cascada tengan importancia en futuros desarrollos de Nvidia, pero por el momento no queda claro si lo hará con su propio dispositivo, aunque no sería de extrañar. Nvidia no es reacia a participar en las últimas tendencias de la industria, como los juegos y vídeos en 3D, aunque su futuro sea incierto.

Fuente | MIT Technology Review