¿Os suena Project Ara? Es el proyecto de smartphones totalmente modulares que Google tiene entre manos, la idea consiste en que cualquiera pueda intercambiar los componentes de su teléfono sin esfuerzo, por ejemplo colocar una mejor cámara para una ocasión especial o un sensor de presión si vamos de excursión a la montaña, todo mediante módulos, puede leer más sobre Ara aquí.

La idea es realmente interesante y atractiva, pero según parece, la compañía del buscador no pretende quedarse ahí. Fuentes de The Wall Street Journal informan de que en Google está desarrollando otro proyecto modular, pero en este caso de pantalla: pequeños paneles que podrían unirse como si de un LEGO se tratasen y así conseguir pantallas más grandes.

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Según comentan, esas pantallas podrían resultar de cualquier forma, pudiendo crear rectángulos, paneles circulares o cualquier otro diseño que se desee, basta con unir placas. Ahí es precisamente donde está el desafío, en la unión sin fisuras y sin que se note. Este proyecto nace, como tantos otros, de Google X, el departamento que la compañía tiene para desarrollar ideas que, por otra parte, no tienen por qué acabar en productos finales.

Paneles modulares e independientes

En concreto, el grupo que trabaja en las pantallas modulares está liderado por el ex profesor de MIL Mary Lou Jepsen, ya conocido por proyectos como One Laptop per Child, cuya intención era llevar un portátil a cada niño en países necesitados. Otra de la características que se han filtrado sobre su nuevo proyecto es que cada pantalla sería capaz de mostrar información diferente por cada panel. Con 20 pantallas, 20 cosas diferentes, pero también se podrían hacer agrupaciones para acomodar el espacio de trabajo.

Como decíamos, puede que esto acabe en nada, o que lo aprendido se aplique a otros campos; en Google X puede pasar de todo, desde que quede abandonado o que salga adelante, aunque todo son proyectos que en un principio suenan a ciencia ficción, como las Google Glass, el coche autónomo o los globos que llevarán Internet a todo el planeta.

Vía | WSJ