El viernes pasado se celebró una de esas costumbres que inicialmente eran exclusivas de EEUU pero que gracias a Internet ha roto fronteras y la hemos hecho nuestra. Se trata del Black Friday, un día en el que las tiendas ponen las ofertas mas espectaculares del año. Es un día frenético, y aún mas en sitios como Amazon que han abrazado completamente la idea; también es un día en el que las funciones mas interesantes de la monstruosa tienda salen a la luz de una manera interesante. Como por ejemplo, el sistema de cambio de precio.

No es ningún secreto que los precios de Amazon están cambiando constantemente dependiendo de varios factores, como el precio de la competencia o el porcentaje de beneficio; es una de las características mas llamativas de la tienda y una de las razones por las que tiene éxito. Pero, ¿cómo se ve este sistema afectado en un día como el Black Friday? La empresa de monitorización de precios Minderest ha publicado algunos datos que nos pueden ayudar a responder esa pregunta.

Cambios de precio constantes

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Como por ejemplo, que en total, se estima que durante el viernes pasado se vieron 5 millones de cambios de precio, solo en los productos de mayor demanda. Pero sin duda el protagonista es el iPad Mini 2 de Apple, que en apenas un día cambió de precio mas de 25 veces; teniendo en cuenta que se realizaron 24 chequeos de precio todo apunta a que son incluso mas. No solo eso, sino que el 20% de los cambios se produjeron entre las 10 y las 12 de la mañana, cuando la mayoría de los usuarios españoles descubrieron que era Black Friday y entraron en tromba. En total la diferencia entre el precio mas alto y el mas bajo fue de 30 €.

¿Tiene sentido esta locura? Desde el punto de vista de Amazon, por supuesto. Su algoritmo le garantiza que siempre va a ofrecer un precio competitivo respecto a las alternativas, y puede permitirse subirlo en caso de gran demanda. Sin embargo, desde el punto de vista del usuario puede llegar a ser injusto. Dos personas pueden haberse comprado un dispositivo en el mismo día y en la misma hora y pagar cifras muy diferentes, sin ningún motivo concreto. ¿Cómo te sentirías si fueses a una tienda física y al cliente que fuese después de ti le cobrasen un 20% menos por lo mismo que has comprado? Evidentemente Amazon no tiene las mismas restricciones que una tienda física, y el algoritmo también es beneficioso para los usuarios, pero no es menos cierto que estos cambios tan agresivos de precio pueden dejar al mercado y a los clientes algo “mareados”.

Fuente | Nota de prensa de Minderest