Este Noviembre de 2015 se cumple un siglo de la teoría de la relatividad de Einstein, que aún hoy en día supone una tremenda influencia en la manera de pensar en la ciencia.

En realidad podría decirse que todo empezó diez años antes, en 1905, con la publicación de la teoría de la relatividad especial, que fue la predecesora de la teoría de la relatividad general que a todos nos suena, al menos.

La teoría de la relatividad es muy compleja, pero al mismo tiempo asusta lo simple que puede llegar a ser. Por eso los científicos de todas las generaciones posteriores a Einstein han intentado corroborarla por su cuenta, o bien demostrar que no es correcta.

La teoría de la relatividad de Einstein sigue siendo tan relevante como nunca

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La teoría de la relatividad se llama así por el principio en el que se basa: todo lo que ocurre es relativo al observador. En concreto, estamos hablando de todo lo que ocurre en el espacio y el tiempo, dos conceptos que Einstein unió en uno solo: el espacio-tiempo. Este se ve afectado por la presencia de materia, curvándose dependiendo de la masa; en otras palabras, el tiempo y el espacio son diferentes si estamos cerca de una gran masa respecto a si estamos lejos.

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Igualmente, Einstein también relacionó la masa y la energía, asegurando que la existencia de masa, da igual su estado, siempre supone una cantidad de energía. Es la famosa ecuación E = mc^2 que seguro que has visto en más de una ocasión, donde E es la energía, m es la masa y c es la constante de la velocidad de la luz.

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Que la palabra “teoría” no te confunda, la teoría de la relatividad se puede probar fácilmente y de hecho la “sufrimos” y podemos aprovecharnos de ella constantemente. Por ejemplo, si sincronizamos dos relojes y mandamos uno de ellos a la órbita terrestre dentro de un satélite, comprobaremos como después de un tiempo la hora es diferente: el que está en el espacio irá retrasado respecto al que está en tierra. Los satélites GPS tienen que tener esto en cuenta, ya que cada día pierden unos 4 microsegundos.

Que el tiempo y el espacio estén relacionados nos puede resultar muy útil en viajes espaciales con velocidades cercanas a la de la luz, ya que permitiría a los astronautas viajar grandes distancias mientras que en la Tierra pasan cientos de años.

Esos son sólo algunos de los aspectos que se ven afectados por la teoría de la relatividad. Hay que recordar que hasta entonces la ley de gravitación universal de Newton era la norma, y esta teoría choca contra ella al denegar la existencia de un valor absoluto de referencia.

La teoría de la relatividad sigue siendo tan relevante como lo era hace un siglo, incluso podríamos decir que es más importante conforme miramos al espacio y empezamos a discernir por qué el universo que nos rodea es como es.