Muchos han vaticinado el fin del Internet tal y como lo conocemos debido a que la semana pasada se votó en Estados Unidos la ley que permite a partir de ahora a los proveedores a favorecer un tráfico frente a otro (por ejemplo, una operadora podría favorecer su televisión online antes que Netflix y YouTube, de modo que estos dos se vean realmente lentos, por lo que acabarás obligado a usar su servicio de TV).
Como vemos, es desastroso, pues podría llegar a provocar una reacción en cadena, aunque es probable incluso que una ley como esta nunca llegue al Parlamento Europeo, al contrario de como muchos piensan (el tiempo y los años lo dirá). A día de hoy, por suerte, los reglamentos europeos favorecen la neutralidad de la red en la medida de lo posible. Digamos que no tenemos de qué quejarnos en cuanto a este tema en la UE.
Pero aún hay una pequeña oportunidad para saltarse una hipotética ley que ponga en jaque a la neutralidad de la red. Esta es el Internet descentralizado, una utopía que cada vez está siendo menos utopía gracias a los cambios de jurisprudencia que se está aplicando en EEUU.
Internet descentralizado, ¿un futuro utópico?
El Internet descentralizado se ha considera siempre como utópico, pero, como decimos, esta red, que actualmente existe, es cada vez más grande. El Internet ‘normal’ está centralizado: la conexión va desde nuestra línea a la central y posteriormente al servidor. Siempre debe pasar por ese ‘centro’. No hay forma posible de saltárselo.
Esa entidad central, la operadora (Movistar, Yoigo, o la que sea), podría hacer lo que quiera con la red en caso de que la UE tumbase la ley de la neutralidad de la red actual, como si quiera cobrarte por usar WhatsApp. Entonces, el problema está ahí, en la entidad central que administra tu conexión.
Lo que proponen los promotores del Internet descentralizado es que tus conexiones no vayan a través de tu operador, sino que directamente tu router se conecta con otros routers. Así, es absolutamente innecesario tener que usar a las operadoras. Estas redes se pueden ‘crear’ en cualquier parte, y tan solo es necesario instalar un software específico en nuestro router.
Este software lo que hace es permitir que un router pueda enviar un paquete a otro router. De router en router, se crea una conexión, conocida como ‘red de malla‘. Por supuesto, las conexiones de este tipo son más lentas que una conexión estándar. También necesita los suficientes participantes locales como para que el paquete pueda llegar a su destino.
La red descentralizada requiere que se vayan formando mallas cada vez más grandes
Y ese es la principal desventaja, en realidad: se necesita una gran cantidad de personas que hagan esto en su router para que la red funcione. No basta con que toda nuestra comunidad de vecinos lo haga. Ni siquiera cuenta con que nuestra calle al completo lo haga. Debemos ser capaces de conectar dos puntos mediante esta red, de realizar un camino, y solo es posible si las suficientes personas colaboran.
La red descentralizada, algo más que una red para combatir a favor de la neutralidad
A parte de que sería imposible beneficiar un tráfico frente a otro (prevaleciendo, pues, que tenga mayor éxito los portales de mayor calidad), también tiene otras ventajas muy interesantes: los servicios no podrían caer, pues no dependen de un único servidor; además, tampoco corremos el riesgo de un ataque informático; también sería más complicado censurar cierto contenido (lo cual podría llegar a ser peligroso, por otra parte).
El Internet descentralizado existe, solo tiene que extenderse
Estas ‘redes malla’ ya existen en algunas partes del mundo. NYC Mesh, por ejemplo, es una comunidad que tiene nodos activos que conectan desde Manhattan hasta Chinatown pasando por East Village, tres ciudades estadounidenses. Estas redes, además de ofrecer la gran ventaja de no pasar por el Internet centralizado, favorecen a los usuarios que la usen mediante criptomonedas.
SAFE Network, otra comunidad de ‘redes malla’, recompensa con safecoins, una moneda virtual tal y como Bitcoin que puede ser intercambiada por euros o dólares. Es decir, que a cambio de ceder nuestro router, ganamos dinero.
Pero también hay otras formas de realizar este Internet descentralizado: en Dubai, situado en Emiratos Árabes Unidos, por ejemplo, cuna de muchísimos proyectos tecnológicos, están probando la implantación de un sistema que usa el Bluetooth de todos los dispositivos compatibles para realizar esta red. Es una red de malla, también, pero los paquetes de datos se transfieren mediante Bluetooth.
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