Sólo tienes que decir “Stradivarius” y todo el mundo comprende al instante. La calidad de estos instrumentos de cuerda fabricados por la familia Stradivari, y especialmente el luthier Antonio Stradivari, es legendaria, incluso para los que no saben mucho de música.
La calidad del sonido que son capaces de producir ya forma parte de la cultura popular, y por lo tanto, cada vez mueven más dinero; al fin y al cabo, se calcula que existen sólo unas 650 unidades labradas por Antonio Stradivari.
Stradivarius, algo más que un simple nombre
Las raras ocasiones en las que se celebra la subasta de un Antonio Stradivari, es normal que se hable de decenas de millones de euros; de hecho, los precios de partida son tan extraordinarios que en ocasiones ni siquiera se reciben pujas. Y todo, por el mejor sonido posible de un violín, ¿verdad?
Sin embargo, un reciente estudio doble ciego realizado por la ingeniera acústica Claudia Fritz de la Universidad Marie Curie de París y el fabricante Joseph Curtin, ha llegado a la conclusión de que los violines modernos suenan mejor que los Stradivarius.
Este no es el primer estudio que busca enfrentar instrumentos antiguos con modernos; pero en esta ocasión han preferido centrarse en una pequeña selección de violines finos. El objetivo era discernir si una de las cualidades de los Stradivarius es realmente única; estos violines suenan más suave cerca de la oreja del violinista, pero proyectan mejor el sonido en un auditorio.
Stradivarius contra violín moderno, la audiencia y los profesionales deciden
La primera sesión se organizó en París, y enfrentó a tres Stradivarius contra tres violines modernos. Un violinista de élite tocó la misma composición en cada una de las nueve parejas posibles de violines. A continuación, un violinista diferente tocó una composición diferente en diferente orden. El experimento se repitió con una orquesta.
Los violinistas llevaban gafas de soldar modificadas para que no viesen qué violín estaban tocando. Y las 55 personas que escuchaban sólo sabían que había dos tipos de violines, A y B, y tenían que decir cuál de los dos proyectaba mejor en cada enfrentamiento.
Los investigadores hicieron la media de todas esas evaluaciones, y descubrieron que para los sujetos del experimento los nuevos violines proyectaban mejor que los viejos.
La segunda sesión se organizó en Nueva York, con 82 sujetos y una selección diferente de Stradivarius y violines modernos. Los resultados se repitieron, y los violines modernos consiguieron la victoria.
Un Stradivarius sigue siendo una buena inversión
Aunque es fácil caer en la tentación de decir que “antes se hacían las cosas mejor”, la verdad es que desde el siglo XVIII la tecnología ha avanzado mucho, y el campo de la música no es extraño a estos avances.
Los luthier actuales tienen el conocimiento acumulado de sus antecesores, y los científicos han realizado descubrimientos sobre la manera en la que funciona el sonido. En perspectiva, lo raro sería que un violín de calidad moderno no sonase tan bien como uno de hace siglos.
Claro, que todo esto no significa que los precios de los Stradivarius vayan a caer en picado. Los Rolls Royce no dejan de venderse sólo porque por el mismo precio tengas superdeportivos más rápidos. De la misma forma, la fama y el reconocimiento de los Stradivarius no se perderá, y seguirán siendo las piezas más buscadas por los coleccionistas.
Imagen de portada | Doug Miller
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